Oposición dormida en sus laureles
Armando Ríos Ruiz miércoles 5, Oct 2022Perfil de México
Armando Ríos Ruiz
¿Qué hace la oposición en momentos en que debería verse sumamente activa para competir contra Morena y aliados, tanto en el estado de México y en Coahuila, en donde los ciudadanos elegirán gobernador el año entrante, como en 2024, en las elecciones para Presidente de la República?
Marko Cortés, presidente del PAN, organismo que aglutina a la mayoría frente al PRI y al PRD, con quienes conforma la alianza Va por México, se ha dedicado, desde que inició en esa tarea, a denostar a Morena, con la idea de que eso basta para recuperar adeptos o agregar a nuevos seguidores, sin exhibir una ocurrencia más meritoria, convincente o ingeniosa.
No ha recurrido siquiera a la técnica de recorrer el territorio mexicano llevando el mensaje de su partido y de la alianza, para tratar de convencer a más mexicanos de que sus propuestas son las mejores. Esta es la tarea que se echó a cuestas el Presidente, desde prácticamente el comienzo de su carrera política, que le ha dado resultados positivos. ¿Por qué no aprovechar la enseñanza?
No necesitaba más que copiarle. Pero ni eso se le ocurrió y por lo visto, tampoco se le ocurrirá. No se necesita consultar la bola de cristal ni echar las cartas del tarot, para vaticinar lo qué sucederá con la paciencia pazguata de los opositores, que sin mover un dedo, parecen esperar un milagro, en lugar de ponerse a trabajar en serio para su provecho.
Tal vez confían en que las exigencias del grupo Guacamaya al Presidente, de que renuncie antes de dar a conocer más información comprometedora, producto del hackeo al Ejército, surta efecto y les evite hacer su trabajo de proselitismo. Hasta hoy no se avizora más que eso.
El tiempo transcurre implacable y a pesar de la amenaza, el mandatario no parece muy preocupado. No sé si es mejor actor que político o si la política lo ha convertido en un excelente actor. Pero como sea, la oposición permanece dormida en sus laureles y tampoco parece muy preocupada por lo que ocurra el año entrante y el que le sigue. Dormir debe provocarle sueños de triunfo sin moverse.
¿Por qué no ha conjuntado a los aspirantes, que ya suman muchos, como Enrique de la Madrid, Ricardo Anaya, Beatriz Paredes, Lilly Téllez, Carlos Romero Hiks, Maru Campos, Santiago Creel, Mauricio Vila y otros que sienten merecer el cargo, para determinar quién es el mejor y de una buena vez por todas, iniciar los intentos que lo lleven a una competencia satisfactoria?
La gente en todas partes habla del casi seguro triunfo de Morena para 2024, porque no ve a nadie en frente y es cierto. La oposición ha permanecido en un sopor que quita el aliento a otros. Inmersa en esa confianza que aniquila inclusive a sus propios correligionarios, que son quienes en las reuniones de café admiten la ventaja de Morena, porque sus paladines están como aturdidos.
Lo anterior, a pesar de que los aspirantes de este partido también se han exhibido con pocos méritos. El único y en el que todos coinciden, es el de servir a su patrón sin chistar y en copiar todo lo que dice y hace como guacamayas, pero de otra especie diferente a la que consumó el hackeo.
Además, se sabe que la preferida es la señora Claudia Sheinbaum, por quien el Presidente apostará todo, muy a pesar de sus escasos méritos propios y de que para ganar, necesitará del concurso del propio promotor, quien se vería en la imperiosa necesidad de hacerle la campaña, ya que, como dice un analista, ”no entusiasma ni a su pareja”.
Ricardo Monreal no pinta en el ánimo del gran elector, por más que defiende sus causas a capa y espada, en espera también de que venga el milagro a sobreponerlo sobra la preferencia real. Marcelo, visto con méritos suficientes, también espera alguna magia a su favor, para remontar a la preferida. La opinión que ambos causan en los politólogos, es que habrán de parar en otro partido con la misma aspiración, debido a que su tiempo como aspirantes al cargo, ya expira.