Ahora, la marcha del Presidente
Armando Ríos Ruiz viernes 18, Nov 2022Perfil de México
Armando Ríos Ruiz
El Presidente anunció una marcha suya que no tiene sentido, si no fuera para mostrar su músculo frente a quienes el domingo pasado llenaron Paseo de la Reforma y el Monumento a la Revolución, muy a pesar de que las autoridades de la Ciudad de México inventaron una contingencia ambiental para evitar la circulación de carros; de echar andar el riego en el lugar de concentración y de contratar a un grupo de provocadores que no hicieron ninguna mella.
En lugar de ocupar su tiempo en solucionar los problemas que ha agravado en cuatro años, prefiere la competencia en las calles, como el rijoso del barrio que sale de casa a buscar pleito con una navaja en la mano para dizque arreglarse las uñas en una esquina, sin darse cuenta de que es el Presidente de los mexicanos y de que, por ello, su peso es infinitamente superior al de cualquiera agrupación.
Cuenta con todo el poder y con todo el dinero para hacer las manifestaciones que desee. Por eso lo retaron a que realice la que anunció, si así lo desea, pero sin acarreados. En este punto es tan descuidado o son tan descuidados quienes le ayudan, que estacionan las decenas de autobuses que llevan a los manifestantes a cambio de una torta, un refresco y una dádiva pecuniaria que muchas veces se queda en promesa, porque les escamotean lo ofrecido, a sólo unas cuantas calles de Palacio Nacional y del Zócalo.
De todas maneras, con nada podría deslucir lo ocurrido el domingo, cuando la ciudadanía se volcó en defensa del INE sólo con la propaganda en las redes sociales, que no convencieron a nadie, porque la gente ya está convencida, de que unida puede alterar las circunstancias adversas que le presenta un aspirante a dictador, a favor de los mexicanos. Sin ofrecer nada a cambio, como las dádivas bimensuales para tener a un sector de la población comiendo de la mano.
Sólo era cuestión de conocer la fecha, para que los ciudadanos se aprestaran a acudir a ese llamado, harta de ver cómo un solo hombre, en la Presidencia, utiliza el poder para destruir, para botar el dinero de los mexicanos en obras convertidas en un verdadero fiasco. Los mexicanos mostraron su infinita preocupación por evitar que las generaciones futuras padezcan sus secuelas.
Escogió el 27 de este mes para manifestarse. Fecha en que también se realizarán otras tres marchas: Por el informe de gobierno y reforma electoral, por los desaparecidos y para pedir la renuncia del Presidente. Obviamente, entre otras razones además de su intención de probar que es el rey en la materia, también pretende opacar a sus adversarios. Pero adversarios fabricados por él mismo, a fuerza de denostar diariamente a diversos sectores de la población.
¿Cómo no se van a manifestar familiares de desaparecidos, cuando su gobierno es incapaz de mover un dedo para buscar una solución a semejante problema? Hasta noviembre del año pasado sumaban más de 30 mil, con tendencia a aumentar ese número. Estos son datos del Registro Nacional de Personas Desaparecidas, que para nada inquietan al mandatario.
Pero además pronunciará un informe de labores, como si deveras fuera necesario. ¿Para anunciar qué? El del primero de septiembre fue insuficiente, después de haber dado a conocer que en cuatro años no ha hecho más que destruir y sepultar instituciones, que antaño daban un servicio bastante necesario. La muestra, como siempre, es la suspensión de medicamentos, gracias a lo cual, casi 400 mil niños con cáncer han muerto.
No le bastan sus conferencias mañaneras, en las cuales profiere un promedio de 80 y tantas mentiras, con dizque periodistas que no conocen el oficio, a quienes les redactan por anticipado las preguntas que deben hacer, a cambio de un sueldo nada despreciable, por el único mérito de levantarse temprano.
El colectivo Marea Verde, promotora de la protesta por desaparecidos, informó que no cambiará la fecha, porque la marcha fue programada hace un año y sospecha fundadamente, que el Presidente cambió la suya, del uno de diciembre al 27 del presente mes, para estropear las otras.