Discriminación en la 4T
Freddy Sánchez jueves 23, Mar 2023Precios y desprecios
Freddy Sánchez
Clasificar o discriminar no es lo mismo, pero suele causar la misma reacción de menosprecio.
Así se llega a pensar siempre que en un lugar por cualquier motivo a unos se les da un trato diferente que a otros.
Los clasificados para recibir un beneficio que a sus pares se le niega pueden considerarse merecedores de lo que se les confiere y los demás al no tener lo que otros sí, obviamente, deben sentirse discriminados.
O lo que es lo mismo: Tratados como inferiores o del montón.
Una categoría en la que podrían ser catalogados quienes no consiguen las deferencias de un grupo reconocido como selecto.
Hechas las anteriores consideraciones convendría preguntarse por qué en aquella gran concentración en el Zócalo el pasado 18 de marzo los que llegaron por su “propio pie” y recursos y los que fueron llevados en autobuses tuvieron un trato con notoria desigual.
Como si se hubiera querido marcar una diferencia entre “los chairos” neo “fifís” y “la chusma” de la Cuarta Transformación han dicho con sarcasmo algunos opositores al gobierno de Andrés Manuel.
Y es que mucha gente en los medios de difusión escritos y electrónicos pudo constatar lo que se dio en llamar “la zona VIP” en la Plaza de la Constitución para que en ese sitio estuvieran cómodamente sentados los que presumiblemente llegaron al evento conmemorativo de la expropiación petrolera en calidad de “invitados especiales” del Presidente.
Los “cercanos de los cercanos” de Andrés Manuel a juicio de los que vieron en el trato distinto a los demás concurrentes una evidente actitud discriminatoria.
Algo que se ve naturalmente en diversas actividades colectivas no sólo políticas, sino de toda índole.
Los tratos especiales para ciertas personas se acostumbran y en no pocos casos tienen su razón de ser.
La posición social, el poder político, la capacidad económica o alguna distinción por los desempeños exitosos de ciertas personas explican que en determinadas circunstancias y por distintos motivos no todos en todas partes reciban el mismo trato. Algo que quizás no esté del todo bien, pero es entendible.
En ese tenor puede mencionarse que lo verdaderamente deplorable es que esas conductas de discriminación no sólo abarquen eventos colectivos, sino que se conviertan en prácticas comunes a la hora de atender las necesidades más ingentes de la población. Dar a unos pues trato de privilegiados y a otros ignorarlos y menospreciarlos cuando lo que piden es justo, sólo habla de la escasa calidad moral de quienes así lo hagan. De ahí que sea reprochable cualquier acto de discriminación en la 4T.











