Fue un vahído
Alberto Vieyra G. martes 2, May 2023De pe a pa
Alberto Vieyra G.
“Fue un vahído, ¡estúpidos!”. Sí, fue un vahído que quiere decir, pérdida momentánea del sentido con un desvanecimiento o somnolencia fue el que sufrió el presidente Andrés Manuel López Obrador, a razón de una baja en la presión arterial que provocó un desastre de comunicación en la Presidencia de la República y dio pie a que los carroñeros de la política hicieran cera y pabilo de AMLO y la rumorología incluía una enfermedad que lo incapacitaría para seguir en el poder y otros que incluso, lo daban ya por muerto y enterrado.
Y el vocero presidencial, Ramírez Cuevas, ni sus luces, pues parece que ese ya no cuajo porque está más chindinguas y más verde que el niño verde.
El zopiloteo fue inquietante. No pocos se preguntaban:
¿Y si lo enferman para hacerle la campaña a algunas de sus desenfrenadas “corcholatas” que se están gastando nuestros dineros públicos en anticipadas campañas electorales? ¿Y qué tal si muere en el poder como Benito Juárez, quién lo reemplazaría o si por su enfermedad tiene que dejar el cargo, cómo se subsanaría esa laguna que existe en la Constitución? ¿El vahído solamente fue para hacerse la víctima ante el vulgo para sacudirse una agenda de problemas que le quitaban el sueño y que no son aptos para cardíacos, como la persecución de los chapitos por el Pentágono gringo o porque lo agarraron en curva asegurando que el fentanilo si era de manufactura made in México, algo que AMLO había negado y los Halcones de Washington hasta le dieron santo y seña de dónde se ubicaban los clandestinos laboratorios donde se fabrica la droga de moda que ya mató a más de 107 mil norteamericano en el último año? ¿El vahído fue por el mega caso de corrupción que llaman la “estafa maestra” en tiempos de AMLO de Segalmex y que el INAI amenazaba con dar a conocer esa joya de inmoralidad que calcinaría al régimen de la 4T? ¿Un vahído por la cristiana sepultura de un criminal engendro de Estado llamado Instituto Nacional de Salud y Bienestar (Insabi), que sustituyó al Seguro Popular y que también representa otra joya de corrupción en el régimen de AMLO y es culpable de la muerte de más de 800 mil mexicanos que fueron mal atendidos durante la pandemia del coronavirus y que exhibirán al gobierno de la 4T como los muertos de AMLO?
El Insabi resulta una vergüenza para AMLO con el cual sustituyó al Seguro Popular que daba un buen servicio a más de 32 millones de derechohabientes pobres, que recibían medicamentos, consultas y medicamentos gratuitos, así como intervenciones quirúrgicas a bajísimos costos.
Pero, AMLO asesorado seguramente por un demonio desapareció ese sistema de salud, tan sólo porque fue creado por Felipe Calderón, a quien odia con toda su alma por haberle ganado “haiga sido, como haiga sido” las elecciones presidenciales de 2006, y en su lugar creó ese engendro llamado Insabi al frente del cual puso como director a un antropólogo, Juan Antonio Ferrer que junto con el zar contra el coronavirus, Hugo López-Gatell, y el propio AMLO están en la mira para ser juzgados en el próximo sexenio por negligencia criminal y por la corrupción que ahogo finalmente al Insabi.
Millones y millones de pesos que fueron canalizados a ese instituto y se desconoce si fueron destinados para comprar medicamentos para la pandemia o desviados para favorecer la campaña electoral rumbo a la Presidencia de la República del 2024. AMLO se negó a transparentar cuánto se gastó en vacunas aduciendo que era un asunto de seguridad nacional. Pero, vale la pena recordar que los genocidios no prescriben. El sexenio amlista se está acabando y la presión que sufre el inquilino de Palacio Nacional le provocará sin duda nuevos vahídos.











