Debates y gobiernos de coalición, pendientes en la agenda nacional
Jorge Luis Galicia Palacios lunes 24, Jul 2023Como veo, doy
Jorge Luis Galicia Palacios
Para nadie es un secreto, en la agenda nacional hay pendientes que cada vez se hacen más evidentes en el escenario de la política. Por un lado, los principales actores que participan con la mira puesta en la sucesión presidencial nos recuerdan que para atender la problemática del país, en sus vertientes social, política y económica, hay que contrastar ideas y exponerlas al electorado, por otro, hablan de dar gobernabilidad al país, y que en ese nicho de participación se tomen en cuenta a los diversos partidos políticos, sí, porque vivimos en un sistema de partidos, pero también debe haber un compromiso de integración no sólo de actores ciudadanos sino también las propuestas que emerjan de este sector y eso se puede lograr con una figura que ya está en la Carta Magna de todos los mexicanos, se llama gobiernos de coalición.
En el tema de los debates, el ex canciller Marcelo Ebrard es muy puntual al señalar la importancia de estos encuentros ¿o desencuentros? Entre los aspirantes a la silla del águila, para que de esa manera los contendientes no sólo muestren capacidades discursivas sino más bien para que nos digan los qué y cómo de las propuestas que hagan para atender no sólo las urgencias de la problemática nacional, sino también para presentar su agenda que tienen para gobernar a un país con alrededor de 120 millones de habitantes.
Al respecto, Xóchitl Gálvez ha dado como respuesta al ex canciller la posibilidad de uno o más debates y de ello se infiere que será para abordar temas que en la percepción de la ciudadanía están en la charola de los pendientes gubernamentales, aunque contundente señala que “hoy no es el momento”.
Hay mucho de razón entre lo que opinan uno y otra personaje, tanto ella como él buscan ser los abanderados para la sucesión presidencial entre el grupo oficialista y el de oposición, él busca encabezar la coordinación nacional de los Comités de Defensa de la Cuarta Transformación, y ella pretende coordinar los trabajos de construcción del Frente Amplio por México, que en otras palabras significa que el que gane la contienda en cada grupo se convertirá en automático en candidato o candidata a la Presidencia de la República y en ese contexto ni una ni otro se pueden dar por ganadores aunque las encuestas resalten esa posibilidad.
Entonces, tal vez sea muy temprano para tratar de adivinar si los nombres de los referidos personajes estarán en las boletas electorales del Instituto Nacional Electoral en junio de 2024, pero es bueno saber que el tema de los debates, sin duda, formará parte de los instrumentos que la ciudadanía exigirá poner en práctica a quienes aspiren a gobernar nuestro país.
Aunque sus nombres parecen ya estar en la palestra pública, aún no conocemos a los nombres definitivos de los candidatos presidenciales, pero no está por demás que, en el caso de los debates, lo deseable sería esos ejercicios democráticos sean para contrastar propuestas, para analizar el entorno social y la agenda nacional y que, como ya ha sucedido en otros procesos electorales, ya no sirvan para denostar, provocar y aprovechar estos espacios para hacer escándalos mediáticos buscar pleitos donde no los hay, ya que en el primer caso cualquier número de esos ejercicios podría ser insuficientes y en el caso segundo, uno sólo puede ser más que grotesco. Así que desde ahora damos la bienvenida a los debates como parte de los instrumentos de participación ciudadana y un sano ejercicio de nuestra incipiente democracia, pero también hay que dejar una anticipada pregunta a los próximos candidatos presidenciales ¿para qué quieren debatir?
LAS CARTAS HABLAN.— La Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales vigente, en su Capítulo VIII “De los debates”, señala que la autoridad electoral “organizará dos debates obligatorios entre todos los candidatos a la Presidencia de la República” y para tal efecto “definirá las reglas, fechas y sedes, respetando el principio de equidad entre los candidatos.”
Bueno, por lo menos ya sabemos que dos debates sí habrá, pero es obvio que dos parecen insuficientes para atender los temas pendientes en la agenda nacional. En fin, hay tiempo para que se prevea el tema en tiempos electorales, pero como dijo un ciego: “Veremos”.
VA MI RESTO.— En cuanto a los gobiernos de coalición, otro pendiente de la agenda política nacional, no está por demás recordar que, en la reforma política de 2014, se estableció una figura jurídica en materia de gobiernos de coalición.
Y sólo nos resta señalar que, mediante la figura de Gobierno de Coalición, el Presidente de la República podrá construir, en cualquier momento de su mandato, una alianza con una o varias de las fuerzas políticas con representación en el Congreso de la Unión para conformar una mayoría legislativa; un programa de gobierno que contenga los puntos coincidentes que hayan acordado las fuerzas políticas que forman la coalición; una agenda legislativa que se convierta en soporte del programa de gobierno; y un gabinete de coalición ejecutor del programa de gobierno.
No será varita mágica, ni panacea política en la solución de los problemas del país, pero ante la coyuntura de gobiernos con poca legitimidad, los gobiernos de coalición pueden tener su oportunidad en 2024. La propuesta está a la vista y su alcance también, y hasta ahí porque como veo doy.