Ebrard y la UNAM, bajo presiones de la llamada Cuarta Transformación
Miguel Ángel Rivera lunes 21, Ago 2023Clase Política
Miguel Ángel Rivera
Al negarse a un eventual cambio de partido, el ex gobernante de la capital del país y ex titular de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard Casaubon, parece esconder un triunfo que le permitirá “torcer” el brazo del gran elector y obligarlo a respetar el resultado de la voluntad popular que se expresará en la encuesta aplicada por Morena para decidir quién será su candidato presidencial.
Esta decisión se confirmó ayer muy cerca de la capital de la República, en el municipio de Chalco, México, donde el aspirante a la nominación de Morena y sus rémoras del PVEM y PT volvió a expresar su inconformidad con una encuesta “cuchareada” para ocultar el “dedazo” del gran elector.
Los acarreos no les van a alcanzar para ganar la encuesta, afirmó Ebrard, al tiempo de reafirmar su confianza en ganar la encuesta de Morena para definir a su candidato presidencial.
Oficialmente candidato a coordinador nacional del comité en defensa de la Cuarta Transformación, pero en realidad precandidato a la Presidencia de la República, Ebrard reafirmó que existe un grupo que le encantaría que se fuera de Morena, lo que no va ocurrir.
Aseguró estar preparado para toda adversidad en este proceso y al ser cuestionado sobre si se cometerá una chicanada en su contra, respondió que no lo va permitir.
“Yo lo que estoy diciendo es eso, hay un grupo que le encantaría que me fuera porque les compites, porque la gente nos apoya, por eso están nerviosos. Yo no me voy a ir a ningún lado; además yo lo que te estoy diciendo te lo pueden decir un gran número de militantes de Morena, hay que respetar la encuesta”, dijo.
El ex canciller aseguró que los acarreos no les van a alcanzar a sus oponentes para convencer a la gente para que voten por ellos.
“Cada quien que haga lo que considere en ese sentido, pero, no te alcanza eso y no vas a convencer a la gente así (con los acarreos), eso yo lo aprendí con Andrés en todo el país, la más reciente ocasión en 2018, también cuando hice mi campaña yo no hice acarreos como lo estamos viendo ahorita y eso va a tener un costo para ellos, si tú le preguntas a las personas no les parece.
“Entonces, vamos a la encuesta, estamos resueltos y vamos a protegerla, a defenderla y a insistir y también a decirle a la gente que voten libremente. Estos días de cierre son los más importantes para emitir este tipo de mensaje”, apuntó.
Ebrard insistió en que esta última semana del proceso para elegir coordinador nacional del comité en defensa de la Cuarta Transformación es muy importante que las personas tengan una clara conciencia de la decisión que van a tomar del 28 al 3 de septiembre, por lo cual en todas las zonas del país se tiene poner en práctica un procedimiento que incluya aspectos pedagógicos para informar que se trata una boleta redonda y que el voto es libre y secreto y nadie puede condicionar el voto.
“Nuestra disposición, voluntad y compromiso que tengo que fijar ahorita es que se respete el proceso que nos ha costado mucho trabajo. Es la primera vez en la historia que vamos a preguntarle a la gente y hay que defenderla. Ya tenemos 350 representantes y en todo el país estamos pidiéndoles, yo ya lo hice vía WhatsApp, que nos reporten cualquier cosa que vean de manera ilegal y que quieran influir de manera irregular a la gente”.
Interrogado acerca de la influencia de los gobernadores, que en su mayoría han parecido inclinarse por la “corcholata” favorita, Claudia Sheinbaum Pardo, el ex mandatario capitalino insistió en que no les va alcanzar y no tendrán éxito a estas alturas del proceso.
“Ya a estas alturas les puedo decir que es una decisión real y en todas las encuestas que conozco un porcentaje hay quien dice que no te voy a responder, que es alrededor de un tercio. Y eso quiere decir, el por qué el nerviosismo y están preocupados, por lo que la gente pueda decidir, porque si ya te dijo encuestas no te voy a decir, quiere decir que ese día yo voy a definir lo que yo quiera. Y entonces lo que queremos es que se respete eso, y afortunadamente ya tenemos nuestra encuestadora ahí, y vamos a participar y ya tenemos nuestros 350 representantes; lo que nos dijo el partido es que son 350 por casilla itinerante”.
En apariencia, el ex secretario de Relaciones Exteriores está en contra de otros militantes de Morena, con mayor o menor poder de convocatoria para allegarse simpatizantes a uno de los aspirantes a la nominación presidencial de la llamada Cuarta Transformación, pero en realidad está directamente en contra del presidente Andrés Manuel López Obrador, a quien nadie fuera del oficialismo le cree que, efectivamente, está dispuesto a renunciar a su facultad “metaconstitucional” de nombrar a su sucesor que, todo indica, será Claudia Sheinbaum, la beneficiaria de los acarreos y desvío de recursos oficiales denunciados por Ebrard.
No basta la reforma educativa a nivel básico,
se quiere llevar hasta los grados superiores
En su esfuerzo por tener el control de todos los ámbitos de la vida nacional, la llamada Cuarta Transformación y su líder y guía, el presidente López Obrador, tienen entre sus principales objetivos transformar el sistema educativo nacional desde nivel básico hasta posgrado.
No se trata de descubrir ningún secreto. Allí está la contrarreforma educativa impulsada desde Palacio Nacional que nos llevó a la actual polémica en torno a los libros de texto gratuito enfocados más en el adoctrinamiento que en el conocimiento científico.
En ese embate contra el sistema educativo nacional, prácticamente desde que se inició el sexenio que está a un año de terminar, ha sido constantes las agresiones contra las instituciones de educación superior, a las cuales se le ha recortado al máximo sus presupuestos, así como a sus académicos de alto nivel, a los que inclusive se ha tratado como delincuentes en el manejo de recursos públicos.
En particular, la Universidad Nacional Autónoma de México —la supuesta Alma Mater de López 0brador— no sólo ha resentido falta de respaldo económico sino críticas continuas de parte del jefe del Ejecutivo, quien lo mínimo que ha dicho es que la máxima casa de estudios se ha vuelto “conservadora” y estar al servicio de “conservadores” y “neoliberales”.
Con todo y la limitación de recursos, la UNAM —y en la medida de lo posible toda la educación superior— ha entregado buenas cuentas. Apenas hace unos días se dio a conocer una de las clasificaciones mundiales más prestigiosas, QS World University Rankings 2024, en donde nuestra máxima casa de estudios volvió al selecto grupo de las 100 mejores universidades del mundo, al clasificarse en el número 93.
En este controvertido ambiente, hoy arrancará oficialmente el proceso de selección del nuevo rector de la UNAM, luego de que el saliente Enrique Graue Wichers está a punto de completar su segundo periodo.
Las condiciones formales del proceso de selección se conocerán hoy, luego de que la Junta de Gobierno de la UNAM —el organismo responsable de ese proceso — lance la convocatoria respectiva.
No es ningún secreto que la llamada Cuarta Transformación intenta alinear a la UNAM —que es sinónimo de libertad de pensamiento y de confrontación de ideas, pero no de imposición— con sus fines “ideológicos”.
Aparte de las críticas presidenciales, por intermedio del Poder Legislativo ya se intentó modificar las leyes que regulan la vida de la UNAM. Un diputado casi desconocido presentó una iniciativa de reforma, pero fue tan evidente que se trataba de una maniobra inducida desde Palacio Nacional, que la dirigencia de Morena se apresuró a deslindarse.
Pero eso no quiere decir que pierdan el interés por tener el control de la UNAM. Uno de los puntos principales de la fallida reforma era precisamente el proceso para elegir rector.
Con el manido supuesto de que el pueblo debe decidir, se proponía que el rector fuera electo mediante votación universal de estudiantes, académicos, profesores y trabajadores de la máxima casa de estudios.
Se olvida que la UNAM es y debe ser una institución de excelencia, a la cual sólo lleguen los mejores y que dentro de ellos sean elegidos sus dirigentes y autoridades.
Esta tarea corresponde a los 15 integrantes de la Junta de Gobierno. Ojalá no fallen ni se sometan a presiones externas y elijan al mejor.
Por cierto, por primera ocasión, la Junta de Gobierno tiene mayoría femenina, lo cual abre la posibilidad de que una mujer encabece a la UNAM en el cercano futuro.