Mujer de mala fama
José Antonio López Sosa martes 26, Jul 2011Detrás del Poder
José Antonio López Sosa
De pronto, la mañana del domingo pasado nos sorprendió la entrevista que Elba Esther Gordillo concediera a un diario, mismo que la publicó en sus titulares. Más allá de hablar de su mala fama o del enredo con el supuesto gusto político por Marcelo Ebrard, me parece que no hay nada que ignoráramos los mexicanos.
Elba Esther Gordillo representa uno de los mayores lastres del sistema sindical y político mexicano, de la mano del poder llegó a dirigir su gremio del cual actúa como dueña y no como líder. La representatividad obrera debe ser una comisión y no un puesto de por vida, el poder corrompe y el poder absoluto corrompe absolutamente, al parecer en esa etapa se encuentra Gordillo Morales.
Su poder fáctico de pronto toca la realidad y de pronto se aleja, es decir, ha tejido tantas redes de complicidad y poder que pareciera difícil pensar que una sola persona pudiera manipular y coartar a tantos otros a su alrededor.
Más allá de una trayectoria política brillante en lo personal, no hay nada más que admirarle a Gordillo Morales, habla durante la entrevista de su pasión por México, ¡claro!, con tantos millones de pesos a su disposición, me parece que no es complicado sentir pasión por un país, especialmente cuando éste se saquea desde una representación sindical.
Tras la entrevista de Gordillo y la reciente conferencia de prensa a la que convocó, se fortalece a sí misma, se presenta públicamente -donde y cuando quiere- como quizá la mujer más poderosa del país, una herencia tal vez del añejo Fidel Velázquez, que ni Rodríguez Alcaine ni Gamboa Pascoe han logrado aquilatar.
¿Por qué nadie toca a la maestra?, ¿por qué ni los mismos maestros cuando son uno de los gremios peor pagados del país?, ¿qué clase de redes tiene Elba Esther Gordillo tejidas desde el magisterio hasta la residencia oficial de Los Pinos?, son interrogantes sin respuesta porque ni siquiera el presidente en turno, acusado ya de haber pactado con ella, ha tenido el valor de hablar claro y firme sobre ese acuerdo que antes decía el señor Calderón, no existía.
Estamos condenados al saqueo si es necesario que el próximo presidente de México (sea del partido que sea) pacte con Gordillo Morales algo, mientras se siga permitiendo que ese poder fáctico siga su evolución provocando directamente una involución al país, no hay margen de maniobra para la transparencia o el ejercicio democrático.
Una mujer ciega y enferma de poder difícilmente puede entender las verdaderas necesidades educativas de un país, sus ambiciones son bizarras y tienen que ver con poder y dinero, sobre todo mucho poder, que pareciera seducirla y fortalecerla.