Modifican el camino a la estación Kohunlich del Tren Maya en Quintana Roo
* Especiales, Nacional miércoles 31, Jul 2024
Acceso a la parada de Nicolás Bravo
- Especialistas del INAH registran, intervienen y protegen monumentos arqueológicos

Protegen siete monumentos arqueológicos de alto estatus en el camino de acceso a la estación Nicolás Bravo/Kohunlich del Tren Maya.
Chetumal.— En el camino de acceso a la estación Nicolás Bravo/Kohunlich del Tren Maya, en su Tramo 7, a seis kilómetros de la Zona Arqueológica de Kohunlich, en el sur de Quintana Roo, especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) registraron, intervienen y protegen siete monumentos arqueológicos de alto estatus que, por su relevancia monumental, las secretarías de Cultura y de la Defensa Nacional (Sedena) acordaron modificar el diseño original del camino para preservar in situ cinco de las estructuras.
Con apoyo de la Sedena, especialistas del INAH restauran cinco de siete edificaciones, actualmente con trabajos generales de consolidación que las pondrán en valor para ser apreciadas por la gente en ese paradero del tren. En tanto, las otras dos fueron selladas como reserva futura de investigación, informó el responsable académico del proyecto de salvamento arqueológico en la ruta del Tren Maya, Manuel Pérez Rivas.
Las estructuras se ubicaron en el área periférica de la zona arqueológica de Kohunlich; corresponden a agrupaciones familiares de elite, con posible filiación a esa antigua ciudad. Por su mampostería y sus piedras labradas, las edificaciones tienen características del estilo Petén, cuya temporalidad va de 300 a 600 d.C., hasta 900 a 1000 d.C., explicó el coordinador del Tramo 7, Ramón Carrillo Sánchez, conjuntamente con David Palomino Yam.
Además de las siete estructuras se descubrieron diversos materiales arqueológicos de lítica, cerámica, concha y restos óseos humanos, entre los que destaca un pectoral de caracol en forma de media luna, con cuatro personajes, dos de ellos centrales y dos secundarios: “Es un tipo de pectoral del cual no existen más de seis en toda el área maya de México y Centroamérica”, destacó el arqueólogo Carrillo Sánchez al referir que “el objeto debió pertenecer al dueño de la casa y que pudo ser ofrendado a la construcción en señal de continuidad cuando se levantó un añadido”.