Hasta las estrategias son copias
Armando Ríos Ruiz miércoles 9, Oct 2024Perfil de México
Armando Ríos Ruiz
Ayer, las redes sociales destacaron un artículo del Wall Street Journal, que habla del plan sexenal de la presidenta Claudia Sheinbaum y que también da a conocer la estrategia a seguir por el denominado súper policía, Dios sabrá por qué, Omar García Harfuch, jefe general de la Policía de Investigación, en los que, fieles aún a los designios del ex Presidente, no ofrecen nada nuevo.
Durante la toma de posesión de la nueva Presidenta de este país olvidado de Dios, dejó muy claro que las cosas continuarán igual. Sólo le faltó decir que detrás de ella siempre estará su bienhechor o el hombre que un día la adoptó como funcionaria de sus conquistas y confidente de sus deslices y que durante el sexenio anterior decidió posar definitivamente sus ojos en ella para nombrarla su sucesora.
El agradecimiento se notó con más de 10 minutos dedicados al reconocimiento de su antecesor, a quien no dejó de llamar Presidente, pese a que un día antes había dejado de serlo. El que inició y termina su mandato con más amor de su pueblo. El dirigente político y luchador social más importante de la historia moderna. El Presidente más querido, sólo comparado con Cárdenas. Y más lindezas por el estilo.
Este amor, a todas luces demasiado ciego, es exactamente el que condenará a México a vivir más tiempo del que cualquiera hubiera imaginado, en la zozobra constante, hasta que un destello de luz divino sea portador de la feliz noticia de que por fin se acaba el castigo, cuyo origen o cuyo por qué desconocemos. Aún no sabemos qué nos hizo merecedores al pago de una pena tan prolongada y atroz.
La señora inició, actúa y continuará en ese formato, igual que como se dibujó durante el tiempo que comenzó a perfilarse como la elegida del gran jefe. Como cuando todos los politólogos y analistas políticos e inclusive cualquiera que observara un poco, decían que era el clon del tabasqueño, por más que ella se empeñaba en tratar de desmentir algo que no dejaba lugar a dudas y aún continúa igual, tal vez por algún despropósito que la obliga a guardar una gratitud fuera de lo normal.
El WSJ dice que “el plan de seguridad de Sheinbaum es una respuesta a décadas de violencia y corrupción en México, que no solo se limita al narcotráfico, sino que también incluye actividades como la extorsión y el tráfico de personas.
La lucha es por los centros logísticos, y no se trata sólo de drogas, dice Alberto Islas, un consultor de riesgos. Pero no dice que, durante el sexenio anterior, los índices de inseguridad se dispararon a niveles nunca alcanzados, gracias a una frasecita que se antojaba el pago a muchos favores: “abrazos, no balazos”.
Por su parte, el ¿súper policía? García Harfuch, habla igualmente de generalidades, sin especificar en qué consistirán las nuevas estrategias. De la participación de la Guardia Nacional “para que brinde el apoyo y el andamiaje a cientos y miles de familias en México”. Por lo menos debió emplear un traductor para saber a ciencia cierta qué es lo que quiso decir.
Y vean por qué continuaremos como antes: con atención a las causas. Consolidación de la Guardia Nacional. Fortalecimiento de inteligencia e investigación y coordinación absoluta en el Gabinete de Seguridad y con las entidades federativas. Hay otros cinco puntos que, por el estilo, nadie podría descifrar y que hablan de la disminución delictiva sin precisar cómo.
Pero para los inteligentes mexicanos no hace falta que personas tan geniales nos digan que quieren decir. El señor García Harfuch mencionó que existe como estrategia crear una policía más, por si no hubiera suficientes: la Subsecretaría de Inteligencia y Supervisión Policial. Por el nombre intuimos que se dedicará a investigar a otras policías. De una buena vez que creen otra para investigar a la anterior y así sucesivamente. Dinero es lo que sobra.
Pues no es por nada y no quisiéramos decirlo. Pero es nuestro deber. No podemos augurar más que otro terrible fracaso. Igual que como cuando vaticinamos lo que sería la estrategia de abrazos, que habrá de continuar. Como habrá de continuar sin freno la multiplicación de criminales, que, de conocer este plan, ya deben morir de risa y de agradecimiento.