Senadores oficialistas aprueban “devolver al pueblo” 2 empresas en caída, Pemex y CFE
Miguel Ángel Rivera, Opinión martes 25, Feb 2025CLASE POLITICA Miguel Ángel Rivera
“Con la 4T hemos consolidado el rescate de Pemex y la CFE. Con estas nuevas leyes que aprobamos hoy en comisiones en el @senadomexicano damos fin a las políticas neoliberales que debilitaron a estas empresas y aseguramos energía accesible y sustentable para todos”.
Lo anterior fue publicado en redes sociales por la presidenta de la Comisión de Energía del Senado de la República, Laura Itzel Castillo Juárez, al defender las reformas a las leyes reglamentarias de la reforma constitucional en materia energética promovida por el caudillo de la llamada Cuarta Transformación, el ex presidente Andrés Manuel López Obrador.
Esa reforma, que fue una de las rechazadas por la ahora casi extinta Suprema Corte de Justicia -eliminado por otro capricho del político de Macuspana- se ha convertido en emblema del actual gobierno federal con el supuesto de que “se le ha devuelto al pueblo de México”, el control de las dos principales empresas estatales, las mencionadas Petróleos Mexicanos (Pemex) y Comisión Federal de Electricidad (CFE)
Lo que surge de inmediato es una pregunta fundamental: ¿de qué sirve al pueblo de México “recuperar” esa propiedad?
Por lo pronto, de nada, pues los combustibles derivados del petróleo cuestan cada día más y también cada bimestre los hogares mexicanos pagan más por el consumo eléctrico.
Esto además de que las dos empresas están prácticamente quebradas (más Pemex que la CFE) y, sobre todo, carecen de recursos para invertir y aumentar su producción. Una de las obras emblemáticas de la llamada Cuarta Transformación, la refinería Olmeca, más conocida como Dos Bocas”, que supuestamente debería contribuir a lograr la autosuficiencia en gasolinas, lleva casi dos años de retraso, pues oficialmente fue inaugurada por López Obrador desde julio de 2022 aunque la obra seguía en construcción. Luego se ofreció que estaría lista en agosto del año anterior, pero no es la fecha que entra plenamente en producción, pero eso sí ya le costó a la nación -es decir a sus dueños que según la 4T somos todos- alrededor de 20 mil millones de dólares, casi tres veces más que lo anunciado por López Orador y la ahora gobernadora de Veracruz, entonces secretaria de Energía, Rocío Nahle.
Pero si los pagos diarios en el caso de la gasolina y bimestrales por el consumo eléctrico no fueran suficiente carga, de acuerdo con el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), en Presupuesto de Egresos 2025, se incluyen transferencias para el sector energético equiparables equivalentes al gasto total previsto para sectores fundamentales como son salud, educación y medio ambiente. Otra vez, ese dinero saldrá de los bolsillos de los contribuyentes, a los que se trata de compensar con la afirmación de que son los “dueños” de Pemex y CFE.
Sólo como referencia, según el CIEP, las transferencias previstas para Pemex y la CFE representan el 82.4% del presupuesto de IMSS-Bienestar, el 100% de los programas de becas Benito Juárez y tres veces el presupuesto de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales.
La misma fuente indica que, si bien, el presupuesto prioriza recursos para la CFE y Pemex, surgieron críticas por recortes significativos en áreas como salud, seguridad y educación.
He aquí los principales recortes:
Salud: Reducción de 30 mil millones de pesos, lo que, según el diputado Héctor Saúl Téllez (PAN), afectaría a 50 millones de personas.
Seguridad: Disminución de 36 mil millones de pesos en un contexto de creciente violencia.
Poder Judicial: Recorte de 14 mil 042 millones de pesos, afectando a la Suprema Corte, el Consejo de la Judicatura y el Tribunal Electoral (que, además, con su reforma prácticamente desaparecen).
INE: Reducción de 13 mil 476 millones de pesos, dejando un total de 27 mil millones para el próximo año, insuficientes a todas luces, como se confirmó con los ahorros y recortes que han sido necesarios para organizar la muy confusa y problemática elección de los nuevos juzgadores federales.
Pero no sólo las empresas “de todos” absorben cuantiosos recursos del presupuesto federal. Lo peor es, sobre todo en materia de hidrocarburos, la producción en lugar de aumentar va de caída, lo que se traducirá en un menor ingreso de divisas para el país y la disminución de recursos disponibles para lograr un repunte.
De acuerdo de una nota del diario El Financiero, del reciente día 6, la producción total de hidrocarburos líquidos en México cerró en 1,820 millones de barriles diarios en el promedio del 2024, con una caída de 5.9% en comparación con el año anterior y por primera vez desde que se reporta participación de privados, en 2016, hubo una caída anual en la producción conjunta de estos operadores que llegaron al país con la reforma del 2014.
Según el reporte de producción de la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH), entre las 33 empresas que hoy tiene registradas como operadoras de campos que han logrado ya una producción de petróleo o gas en tierras o aguas mexicanas, la producción total de hidrocarburos líquidos fue de 97,042 barriles por día, lo que implicó una caída de 4.5% en comparación con el 2023.
En tanto, la producción de estos líquidos, que incluyen petróleo crudo y condensados de Pemex, ascendió a 1,723 millones de barriles por día, con una reducción anual de 6 por ciento.
Pero al considerar únicamente el petróleo crudo que se extrajo de yacimientos mexicanos el año pasado, el promedio nacional que reporta el regulador es de 1.553 millones de barriles por día, con una caída anual de 6 por ciento. Al considerar únicamente el crudo, Pemex tuvo una producción de 1,456 millones de barriles por día, que cayó 6.1% anualmente, como dio a conocer la estatal la semana pasada.
Por si lo anterior no fuera suficiente, hace falta dinero y recursos materiales para localizar e iniciar la explotación de nuevos campos, pues los conocidos están de caída.
Al respecto, el portal Energía a Debate reportó el 7 de agosto de 2024:
“En declinación 34 % de los campos petroleros en México.
“Son 220 campos de un total de 642 que han comenzado su etapa de declinación, expuso la CNH.
“Poco más de la mitad de los campos de hidrocarburos de México son maduros y experimentarán una inevitable declinación natural causada por la extracción diaria de petróleo y gas, consideró la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH).
“A pesar de que tienen reservas sustanciales, agregó, 347 campos, o 54 por ciento de un total de 642, están en mantenimiento o presentan declinación en su producción.
“De los 347 campos, 127 son los que se encuentran en mantenimiento, mientras que los 220 restantes están en etapa de declinación, representando estos últimos el 34.2 por ciento del total.
“Si bien existen aún grandes oportunidades de desarrollo, el 54% de los campos mexicanos son campos maduros que, a pesar de tener reservas sustanciales, experimentarán una inevitable declinación natural causada por la extracción diaria de hidrocarburos”, explicó.
Con todos esos datos poco esperanzadores, los senadores oficialistas mantienen el optimismo y, disciplinados como son, aprobaron ayer en comisiones las mencionadas reformas en materia energética que le “devolverán al pueblo de México” la propiedad de las dos multimencionadas empresas estatales.
Las comisiones unidas de Energía y Estudios Legislativos del Senado, aprobaron las leyes secundarias de la reforma energética de 2024. Se trata de las leyes de Pemex, de la CFE; la de Planeación y Transición Energética, la del Sector Eléctrico, de Hidrocarburos y de la Comisión Nacional de Energía.
Además, indicaron los legisladores oficialistas, “se armonizan otras cinco leyes, con el supuesto de establecer las bases para un sector energético fuerte, confiable y sustentable, centrado en la soberanía nacional y la justicia social.
“Estas reformas propuestas por la presidenta Claudia Sheinbaum, son una reversión de la reforma de 2013, cuando se buscó abrir la inversión privada en Pemex y la CFE.
Es de esperar que la senadora Itzel Castillo Juárez, arquitecta de profesión, tenga ahora un mejor conocimiento del sector energético que cuando fue propuesta, en 2020, por López Obrador
como consejera independiente de Pemex y aprobada por el oficialismo, a pesar de que la oposición advirtió que no cumplía el requisito de 10 años de experiencia en ese sector.











