Como el gobierno no puede, la IP entra para ofrecer un buen sistema de salud
Miguel Ángel Rivera, Opinión viernes 2, May 2025CLASE POLITICA
Miguel Ángel Rivera
Una de las mayores y más continuas mentiras del ex presidente Andrés Manuel López Obrador fue de la crear en México un sistema de salud como el de Dinamarca, tanto que, al término de su mandato de poco menos de seis años, se atrevió a asegurar que ya estaba listo ese excelente servicio, destinado en particular para los que “menos tienen”, los no afiliados a los sistemas de seguridad social, como el IMSS o el ISSSTE.
Al contrario de lo afirmado por el caudillo de la llamada Cuarta Transformación, el tambaleante IMSS Solidaridad -ese título no podía faltar en este régimen- se esfuerza por atender a millones de pacientes que no cotizan, pero cuyos servicios se cargan a la contabilidad del verdadero Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), aunque el gobierno federal se preocupa por ocultar tal costo.
La falacia del político tabasqueño es más que evidente. Basta recordar que su invención, el Instituto de Salud para (obviamente) el Bienestar (Insabi), fracasó rotundamente, al grado que el gobierno no tuvo más remedio que cancelarlo y lanzarle la carga al IMSS.
La otra vertiente de ese “cuento de hadas” fue la super farmacia, también cancelada por el gobierno que no llegó a surtir más de diez recetas en un día. Mientras tanto, el resto de las instituciones oficiales, incluido el IMSS, queda a deber millones, sí, millones de recetas, cada año.
Si es que conserva algo de conciencia, lo peor para el caudillo de Macuspana, es que mientras sus creaciones fracasan y deben ser canceladas, sus repudiados empresarios privados han demostrado que pueden funcionar exitosamente sistemas de salud destinados para los pobres que presumiblemente dejan de ser una carga, pues hasta llegan a generar utilidades.
El caso más destacado es el de Víctor González Torres, que se presenta con el seudónimo de Doctor Simi, multimillonario propietario de la extensa cadena de farmacias Similares, a las cuales ha agregado consultorios atendidos por médicos que cobran menos de cien pesos por sus servicios. Claro, sus recetas son surtidas en sus farmacias a precios reducidos, sin atender a las críticas de otras empresas farmacéuticas que las acusan de no ser efectivas. Para los pacientes es preferible tener ese servicio acusado de deficiente que no recibir ninguna atención.
Las utilidades, dicen los enterados, son tantas que el Doctor Simi ha desatendido las cuestiones terrenales y está empeñado en una campaña para lograr el Premio Nobel, que seguramente le servirá como carta de presentación después de esta vida. No está enfrascado en cuestiones terrenales como su hermano Jorge, de los mismos apellidos, que se consiguió, entre sus negocios particulares, el Partido Verde Ecologista de México (PVEM), ahora integrante de la coalición que gobierna el país, encabezada por el partido oficial, Morena.
Otro caso sobresaliente de instituciones privadas que ofrecen servicios de salud de buena calidad y a bajos costos es Salud Digna, del empresario y político sinaloense Jesús “Chuy” Vizcarra Calderón, quien se inició en ese sector en homenaje a su desaparecida madre, con ópticas que venden anteojos a muy bajos precios, cuando no regalados. Ahora tiene una red de laboratorios de análisis clínicos, en donde también hay consultas médicas a bajo precio.
Seguramente, hay otros casos menos relevantes por su extensión y alcances, pero lo destacado esta ocasión es el anuncio de que otro empresario, de gran talla, se ha decidido a incurrir en ese sector y demostrar el al gobierno de la llamada Cuarta Transformación que es posible cuidar eficientemente la salud de los pobres sin cobrarla con votos.
Se trata nada menos que del líder del llamado Grupo Salinas, que incluye a Televisión Azteca, el banco del mismo nombre y la cadena de tiendas Elektra, Ricardo Salinas Pliego.
El empresario originario de Nuevo León llegó a formar parte del grupo cercano del ex presidente Andrés Manuel López Obrador, que lo integró a un grupo asesor al cual, según los resultados, le prestó poca atención. En cuanto a su relación personal, le concedió a Salinas el trato de “amigo”.
La amistad no resultó obstáculo para que el consorcio Salinas fuese uno de los blancos selectos de la llamada Cuarta Transformación para tratar de poner en evidencia que no había trato privilegiado para las grandes empresas. De acuerdo con cifras dadas a conocer por el Servicio de Administración Tributaria (SAT), el Grupo Salinas adeuda al fisco la cantidad de 62 mil millones de pesos.
La “amistad” con López Obrador no resistió esos embates del fisco ni la consiguiente respuesta de los abogados de Grupo Salinas.
El empresario lo explicó en una entrevista periodística, recogida por la agencia Infobae.
La entrevista fue realizada por Matt Kibbe y difundida en la plataforma de videos YouTube. En ella, Salinas Pliego dice que con López Obrador solía tener una amistad al principio de su gobierno y tuvieron muchas pláticas por lo mismo. Señala que con el tiempo se dio cuenta de cómo se aprovechaba de él y le mentía.
“Sabes, con nuestro último Presidente, yo solía ser amigo al principio y tuvimos muchas charlas. Me di cuenta de cómo se aprovechaba de mí y me mentía todo el tiempo, pero tuvimos una gran discusión al comienzo de su mandato, de cómo no podía posiblemente soportar que el sector privado hiciera caridad”, dice el empresario.
Apunta que AMLO quería que todo se hiciera a través del Estado central e hizo muchos cambios en la legislación para impedir que el particular pudiera donar y obtener una rebaja fiscal o para que las fundaciones funcionaran, “mató” a esas miles de fundaciones que hacían todo tipo de trabajos.
“Algunos buenos, algunos malos (…), quería que todos estuvieran al servicio del Estado”, señaló Salinas Pliego.
El jefe del Grupo Salinas ha demostrado que sus diferencias con el SAT no le obsesionan y se da tiempo para otras tareas de beneficio social.
Un prueba de esto es que, en alianza con un socio estratégico de la India, sistema de salud pública en México, Grupo Salinas inaugurará la primera sucursal de Más Salud, un modelo innovador de atención médica que busca ofrecer servicios de calidad a precios accesibles mediante el uso de telemedicina y tecnología avanzada.
La iniciativa, encabezada por Salinas Pliego, llega como una respuesta a las deficiencias del sistema de salud pública, que enfrenta múltiples desafíos, incluyendo brotes de enfermedades prevenibles y percepciones negativas por parte de la población.
En su cuenta de X, el empresario escribió: “les quiero platicar que a partir de mañana, @gruposalinas junto con un socio estratégico de la India, inauguraremos la primera de las sucursales de #MásSalud, un modelo innovador de atención médica con el que buscamos ofrecer una opción digna, segura y profesional a quienes más lo necesitan a través de la telemedicina y la tecnología”.
La primera sucursal de Más Salud ofrece consultas médicas generales y con especialistas a través de telemedicina asistida, estudios diagnósticos en sitio con resultados en minutos y la posibilidad de surtir recetas en la misma visita. El modelo busca brindar atención médica de calidad a quienes más lo necesitan, utilizando tecnología para superar las barreras tradicionales de acceso a la salud.
Salinas Pliego expresó en sus redes sociales: “Estoy convencido de que si solo nos quejamos, pero no hacemos nada para brindar soluciones, jamás podremos cambiar a México. Por eso nosotros nos ponemos a trabajar por los mexicanos”.
Este nuevo espacio de salud forma parte de un modelo que operará tanto dentro de tiendas Elektra, gracias a una alianza comercial estratégica con Grupo Salinas, como en sucursales independientes. Esta combinación permite integrar servicios médicos de calidad en ubicaciones accesibles y cotidianas, facilitando que más personas reciban atención médica sin complicaciones, sin traslados innecesarios y sin largos tiempos de espera, se informó en un comunicado.
Más Salud incluye una farmacia adjunta: Más Farma, donde los pacientes podrán completar su tratamiento al instante con acceso a medicamentos esenciales a precios accesibles, sin filas ni desplazamientos adicionales.
Además de su propuesta tecnológica y de conveniencia, el modelo prioriza la experiencia del paciente con un trato cálido, cercano y profesional.











