Todos los partidos quieren “colgarse la medalla” de reducir jornada a 40 horas
Miguel Ángel Rivera, Opinión martes 20, May 2025CLASE POLITICA Miguel Ángel Rivera
Al decir de los dirigentes y figuras destacadas de todos los grupos parlamentarios representados en la Cámara de Diputados, todo está listo para dar cumplimiento a una vieja demanda del movimiento obrero nacional: Reducir la jornada laboral a 40 horas por semana, es decir, hacer obligatoria en todo el país la llamada “semana inglesa”.
Sin embargo, no se puede dar por seguro que esa reforma constitucional -se tendría que cambiar el artículo 123 constitucional y otras normas como la Ley Federal del Trabajo- entre en vigor de inmediato, pues todavía hay resistencias en algunos sectores de nuestra sociedad e inclusive en el gobierno federal, sobre todo por los pronósticos poco halagüeños acerca de la evolución de la economía nacional durante el presente año y en los subsiguientes.
Entre otros puntos de vista, debe considerarse de manera destacada la opinión de la presidenta (con A) Claudia Sheinbaum Pardo.
El pasado 1 de mayo, “Día del Trabajo”, la mandataria expresó:
En el marco de la conmemoración del Día del Trabajo, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo informó que se abrirían mesas de trabajo para que, por consenso, con las y los trabajadores, con el sector empresarial y los sindicatos, se implemente, de manera gradual, la semana laboral de 40 horas.
“Todas estas grandes reformas que se han hecho en México han sido por consenso, de los empleadores, los trabajadores y sus representaciones y queremos que esta también sea una reforma por consenso. Por eso, el día de hoy lo que abrimos son las mesas de trabajo para que nos sentemos con empresarios, los representantes sindicales, las y los trabajadores para ver cómo vamos a conseguir esa jornada laboral”.
Al respecto, en la misma ceremonia, el secretario del Trabajo, Marath Bolaños, resaltó que, por instrucción de la Presidenta de México la dependencia a su cargo inició la instauración paulatina y gradual de la semana laboral de 40 horas.
“Reduciremos de manera gradual la semana laboral hasta llegar a más tardar en enero del año 2030 a un total de 40 horas semanales. Atendemos así, a una demanda histórica del pueblo de México”, agregó.
Como se aprecia, en el más alto nivel del gobierno nacional, no hay una decisión, ni mucho menos una instrucción firme, para que sus legisladores procedan a la reforma. Como lo han demostrado en otros temas, tienen la mayoría calificada en las dos cámaras del Congreso de la Unión para introducir las modificaciones que les plazca, pero hasta ahora no en firme, pues como lo indicó el titular del Trabajo, a lo más que se había llegado era a la resolución de reducir la jornada laboral “de manera gradual”.
Pero, en este caso, el oficialismo no tiene necesidad de hacer funcionar su aplanadora, pues todas las demás fracciones parlamentarias están de acuerdo en aprobar la reducción de la jornada laboral. ¿Quién se atrevería a echarse encima la enemistad de toda la clase trabajadora con una votación contra la reforma para hacer obligatorio el asueto, pagado, durante dos días a la semana?
Lo que sí, los legisladores y funcionarios públicos tienen que respetar los plazos legislativos.
Actualmente, el Congreso de la Unión está en receso y volverá a trabajar en pleno a partir del 1 de septiembre venidero. Con esto se respetarían los plazos fijados por Bolaños, quien en la mencionada ceremonia por el “Día del Trabajo” dijo que los foros para conocer las opiniones de todos los interesados, trabajadores, empresarios, y académicos se realizarían a partir del 2 de junio, un día después de las desangeladas elecciones del Poder Judicial, hasta el 7 de julio, para dar tiempo para que se preparen las iniciativas de reformas a tiempo para entregarlas al arrancar el siguiente periodo ordinario de sesiones en las cámaras de Senadores y Diputados.
En contra de ese bien planeado proceso, la realidad política parece imponerse, pues sin necesidad de esos anunciados foros, los legisladores federales se presentan listos para aprobar la reducción de la jornada laboral lo antes posible, inclusive se habla de la posibilidad de convocar a un periodo extraordinario del Congreso de la Unión.
Todos quieren “colgarse la medalla” de ser los promotores del cambio
Por ejemplo, el coordinador de la mayoría de Morena y presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) de la Cámara de Diputados, el zacatecano Ricardo Monreal Ávila, informó ayer que “vamos a ver con la Presidenta de la República la propuesta que tiene para ir gradualmente y con consensos con los grupos empresariales, con los grupos económicos, con los empleadores”, en lo relativo a la reforma para reducir la jornada laboral de 40 horas.
De acuerdo con nota informativa aparecida en la página oficial de su Cámara, Monreal precisó: “No vamos a actuar de manera precipitada en ninguna acción, y vamos a tratar de plasmar en la Constitución y en la ley las exigencias de los trabajadores y también el punto de vista de otros sectores que también deben de ser escuchados.
Aprovechó para presumir: “Todo lo que hemos avanzado en materia de salario mínimo, aumentos, todo lo que ha habido de conquistas laborales ha sido a partir de que llegó la Cuarta Transformación a gobernar en el 2018. A partir de ahí han mejorado las conquistas de los trabajadores, y ésta tampoco será la excepción”.
La coordinadora del Grupo Parlamentario de MC, la ex gobernadora de Yucatán, Ivonne Ortega Pacheco, afirmó que urge aprobar la iniciativa para reducir la jornada laboral, y así alcanzar la gradualidad que concluiría en 2030, por lo cual anunció que solicitará formalmente a la Comisión Permanente que, en periodo extraordinario, se vote de inmediato.
Ortega recordó que Movimiento Ciudadano ha impulsado permanentemente el tema, tanto en la Legislatura pasada como en la actual.
“Nosotros les estamos pidiendo que convocáramos a un periodo extraordinario con un sólo punto: aprobar las 40 horas. Si tuvieran voluntad política la sacamos en dos segundos, como lo hicieron con la reforma judicial y con todas las reformas que han hecho, que ha mandado la presidenta, argumentó Ortega Pacheco.
El coordinador de los diputados federales del PRI, el ex gobernador de Coahuila Rubén Moreira Valdez señaló que la aprobación del dictamen para reducir la jornada laboral de 48 a 40 horas, así como la declaratoria de constitucionalidad de la reforma al salario profesional para profesores, policías, enfermeras, soldados y médicos, podrían abordarse durante un próximo periodo extraordinario planeado para realizarse la primera quincena de junio.
“Se va a abrir un (periodo extraordinario) para los caprichos de Morena, pues ahí mismo metamos lo de las 40 horas, y que se haga la declaratoria de constitucionalidad”, indicó en declaraciones a representantes de medios de comunicación.
El coordinador priista recordó que la propuesta sobre la jornada laboral fue dictaminada desde la Legislatura anterior con consenso amplio, al que se sumaron el PRI y MC, pero actualmente está detenida en la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados.
Asimismo, señaló que el presidente de directiva del Senado, Gerardo Fernández Noroña (PT) mantiene “en un cajón y bajo siete llaves” la declaratoria de constitucionalidad de la reforma al salario profesional para profesores, policías, enfermeras, soldados y médicos, a pesar de que ya fue aprobada por el Congreso y las legislaturas estatales.
“¿Por qué no se hace la declaratoria? Hemos tenido declaratorias que en dos días salen. Es muy sospechoso que Morena esté frenando este beneficio a tantos profesionales de estas ramas”, cuestionó.
En tanto, el pasado día 12 del presente mes, el Consejo Coordinador Empresarial recordó:
“Anteriormente, el CEESP ya ha mencionado que limitar la semana laboral a 40 horas puede tener implicaciones importantes para las empresas, especialmente para las micro, pequeñas y medianas (Mipymes), las cuales también han sido afectadas significativamente en su competitividad por aumentos en los costos laborales.
“Si la ley se aprueba, las empresas tendrán que ajustarse a ello. Aunque habría diversas maneras de hacerlo, las empresas tendrán que decidir cuáles serían las mejores opciones, como podrían ser el pagar horas extras, utilizar otros contratos para sustituir los actuales, o simplemente llevar a cabo nuevas contrataciones”.











