Precio del bolillo pasa de 1.70 a los 2.50 pesos en sólo 4 meses
Finanzas, Nacional jueves 22, May 2025- Crisis silenciosa afecta el bolsillo de familias
- Pese a los acuerdos para no aumentar productos básicos, el pan sigue al alza

El bolillo aumentó de 1.70 pesos a 2.50 pesos en cinco meses, reflejando una crisis silenciosa que golpea la mesa de millones de mexicanos.
El precio del bolillo ronda ya los 2.50 pesos por unidad, un aumento del 47% en menos de medio año, lo que ha encendido las alarmas entre familias de bajos ingresos, para quienes el pan salado es un componente esencial de la dieta diaria.
En muchas ciudades del país, comprar 10 bolillos cuesta 25 pesos o más, una suma considerable. Su aumento, por tanto, impacta de forma directa y profunda la economía popular.
Dueños y encargados de panaderías coinciden en que el pan salado, especialmente bolillos y teleras, representa la mayor parte de sus ventas diarias. No sólo porque es el más vendido, sino porque su volumen compensa los márgenes estrechos de ganancia que se tiene con el pan dulce.
Los costos de los insumos han subido hasta un 25% en lo que va del año. La harina, los aceites, las grasas, el azúcar, el gas para los hornos y la electricidad han elevado el costo de producir pan a niveles insostenibles para muchos negocios pequeños. Ante esta presión, los panaderos han optado por ajustar sus precios para sobrevivir, aún con el riesgo de perder clientes.
Además, las panaderías no han escapado al incremento del salario mínimo ni al encarecimiento del transporte y la distribución. Muchos intentaron mantener los precios, conscientes del peso social del bolillo, pero ya no fue posible. Operar con pérdidas se volvió la única alternativa si no se ajustaban los costos al público.
Encarecimiento por cadena compleja de factores
El alza del bolillo responde a una cadena compleja de factores. La harina de trigo sigue siendo más cara a nivel internacional, afectada por conflictos geopolíticos, fenómenos climáticos y problemas logísticos. El azúcar también ha registrado aumentos notables. A eso se suman los combustibles, el gas para cocción, y los costos laborales crecientes. Todo se ha encarecido.
El aumento del precio del pan ha sido más persistente que el de otros alimentos de la canasta básica. Mientras productos como el huevo o la leche han registrado altibajos, el bolillo no ha bajado. Es, hoy por hoy, un termómetro fiel del costo de la vida.
Pan caro, crisis silenciosa
El pan dejó de ser barato. Esa es la realidad en cientos de colonias populares de México. El bolillo, que antes se compraba sin pensar, ahora se evalúa en la báscula del presupuesto diario. El pan salado, con su crujido familiar y su sabor cotidiano, es también ahora símbolo de una crisis silenciosa que erosiona los hábitos más básicos de alimentación.
Panaderos y consumidores están de acuerdo en algo: no es un tema de abusos ni especulación, sino de una cadena de aumentos que ya no se puede contener. Y aunque las panaderías intentan mantener su papel social, sin medidas estructurales, el bolillo podría convertirse pronto en un producto inaccesible para muchos.
Mientras la inflación general parece moderarse, el pan sigue subiendo. Y eso, en un país donde comer bolillo es parte de la vida diaria, debería encender todas las alertas.
Canasta Básica costará 910 pesos durante seis meses
Según el nuevo acuerdo del Paquete contra la Inflación y la Carestía (PACIC), el precio de la Canasta Básica Mexicana de 24 productos esenciales quedará fijado en 910 pesos durante los próximos seis meses,. El convenio fue firmado en Palacio Nacional por la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo y el secretario de Hacienda, Edgar Amador Zamora, junto con 19 agroindustrias y 11 tiendas de autoservicio del país.
Este acuerdo busca mantener el acceso a productos de primera necesidad a un costo accesible para las familias mexicanas, sin recurrir a controles de precios, sino mediante acuerdos voluntarios entre el gobierno y el sector privado. El objetivo central es contener la inflación y promover el bienestar económico de los ciudadanos.
¿Qué medidas extras se contemplan?
Además del precio fijo, el gobierno federal se comprometió a mantener estables los costos de combustibles y electricidad. También atenderá casos específicos de fluctuaciones abruptas en precios de insumos, tipos de cambio desfavorables o problemas derivados de competencia desleal.
Por su parte, las compañías ferroviarias conservarán sin cambios sus tarifas para granos y fertilizantes, facilitando la distribución de alimentos a bajo costo. Asimismo, continuará el impulso a la producción nacional de granos en los que México presenta déficit.
Los firmantes aseguran que esta estrategia ya presenta resultados positivos. Por ejemplo, el precio promedio de la Canasta Profeco descendió de 886 pesos en noviembre de 2024 a 845 pesos en abril de 2025, lo que representa una disminución del 4.6 %.
Entre las tiendas de autoservicio firmantes se encuentran Walmart, Chedraui, Soriana, La Comer, HEB, Casa Ley, Smart, Superkompras, Calimax-Aprecio, Merza y Super Aki. Estas cadenas se comprometen a mantener el suministro, promocionar los productos y armar paquetes especiales.
Las agroindustrias participantes incluyen nombres como Grupomar, Minsa, Lala, Bimbo, SuKarne, Kimberly Clark, Bachoco, Sigma y Alpura, entre otras. Entre los productos incluidos están el huevo, pollo, carne de res, tortilla, arroz, leche, pan de caja, atún en lata, papel higiénico, y diversas frutas y verduras.
Este nuevo acuerdo busca que más mexicanos puedan adquirir alimentos básicos a precios accesibles, mientras se mantiene un entorno económico estable.











