No es falta de previsión, inundaciones son culpa de la naturaleza, asegura la 4T
Miguel Ángel Rivera, Opinión miércoles 4, Jun 2025
CLASE POLITICA. Miguel Ángel Rivera
En este país de fantasía generado por la llamada Cuarta Transformación, en donde una abstención de casi el 90 por ciento significa una gran manifestación democrática, no es de extrañar que severas inundaciones se conviertan mágicamente en simples encharcamientos.
Claro, en los casos en que los daños ocasionados por las lluvias no se puedan minimizar, siempre queda el recurso de culpar a la naturaleza (al fin que es muda y no tiene acceso a las redes sociales), pues de ninguna manera se puede responsabilizar a las autoridades que han pospuesto o simplemente no han ejecutado obras preventivas, como el desazolve.
Sólo como referencia, se debe recordar el caso de las “mordidas” pagadas por el empresario argentino-mexicano Carlos Ahumada, quien sigue libre a pesar de (¿todavía es considerado prófugo de la justicia mexicana?) denuncias de corrupción derivadas de la contratación de tareas de limpieza del drenaje que, al decir de los enterados, nunca fueron ejecutadas, pero sí pagadas.
El panorama se presenta especialmente difícil a la actual jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Clara Brugada, pues cualquier referencia a deficiencias u omisiones del anterior gobierno le generaría un mayor distanciamiento respecto del gobierno federal, en particular con su titular, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, con la que ya tiene “cuentas pendientes”, desde que una revuelta dentro de las filas de la llamada Cuarta Transformación la llevó a su actual cargo, desplazando a quien era el seleccionado por la ahora primera mandataria para sucederla al frente del gobierno de la capital del país, el ahora secretario federal de Seguridad, Omar García Harfuch.
Sin tomar en cuenta posibles rencillas, la jefa de Gobierno, Clara Brugada, presentó ayer un balance en donde las únicas culpas se atribuyeron a la naturaleza. Eso sí, con mucho optimismo.
La mandataria capitalina aseguró que, para las 11 horas del martes, se resolvió el tema y ya no hay encharcamientos.
De acuerdo con esta visión “apenas” transcurrieron un poco más 12 horas desde lo más intenso de la tormenta y sus consecuencias, y el momento en que se declaró el fin de la emergencia. Sin presumir de esmerada formación científica, aquí se aplica la teoría de la relatividad, pues para la gobernante medio día no es nada, pero para las víctimas se trata de una eternidad, aunque su padecimiento no se extendiera las doce horas, sino que fuese de unos pocos minutos.
Como ejemplo, basta referir la angustia que vivieron los conductores y pasajeros de los automóviles atrapados en el Viaducto La Piedad. Para ellos no fue un simple encharcamiento, fue algo cercano al diluvio universal.
Bueno, pero la jefa de Gobierno nos presentó un panorama casi idílico que hace recordar el viejo dicho marinero: “después de la tormenta viene la calma”.
“Ya no tenemos encharcamientos o inundaciones, solo quedan pocos temas de limpieza. Quiero agradecer a todas las instituciones que el día de ayer atendieron la lluvia que enfrentamos”, declaró la mandataria capitalina, en conferencia de prensa.
En particular destacó la efectividad del plan para enfrentar emergencias por parte de su administración que, denomina protocolo Tlaloque. “El programa que consiste en la coordinación interinstitucional para garantizar la operación que salvaguarda a la ciudadanía, durante las lluvias”, precisó.
Brugada detalló que la metrópoli enfrentó 73 milímetros de precipitación pluvial y el agua cubrió 10.2 millones de metros cúbicos a lo largo de la CDMX, lo que resultó en 143 encharcamientos (ojo, no inundaciones). “77 fueron atendidos por la Secretaría de Gestión Integral del Agua, 53 fueron atendidos por el Heroico Cuerpo de Bomberos y más de 20 por la Secretaría de Protección Civil, aunado con el apoyo de las alcaldías”, informó.
También reveló que la Línea A del Metro, que tuvo que suspender el servicio la noche del lunes mientras se sacaba el agua de los cajones de las vías, volvió a entrar en operación con normalidad a las 10:45 horas (de ayer martes). Es decir, los usuarios se quedaron sin servicio toda la noche, aliviados por el envío de autobuses de RTP.
“No habíamos enfrentado una lluvia tan fuerte en toda la Ciudad y hoy se tiene prevista otra lluvia muy fuerte, en la tarde, así que vamos a prepararnos”, advirtió Brugada.
No menos optimistas fueron los reportes dados a conocer por la presidenta (con A) Sheinbaum.
En su conferencia mañanera de ayer, martes, la presidenta Sheinbaum dio a conocer la fecha de inicio de operaciones del Nuevo Colector Solidaridad, ubicado en la zona de Chalco en el Estado de México (Edomex), una obra fundamental para disminuir los riesgos de inundaciones en el oriente del Valle de México, en particular en los municipios de Chalco y de Chalco Solidaridad. Este último, ejemplo del fracaso de fantasioso programas aplicado por el gobierno del ex presidente Carlos Salinas de Gortari, por lo que, como sello distintivo, le impuso el apellido Solidaridad, así como el actual régimen le agrega el remoquete Bienestar a todos sus proyectos.
Efectivamente, Bienestar es el segundo nombre del colector que en esa zona recoge y lleva fuera del Valle de México gran parte de las aguas negras que atraviesan la gran mancha urbana de la Ciudad de México. Está conectado con el antiguo colector Solidaridad, pero la llamada Cuarta Transformación no desperdició la oportunidad de rebautizar esa parte con su sello: “Bienestar”.
Luego de las desastrosas inundaciones registradas el año pasado en esa región del oriente del Valle de México se anunciaron obras de ampliación que incluyen la construcción de un cárcamo de bombeo y la rehabilitación de 3.5 kilómetros del Colector Solidaridad, infraestructura que tiene más de 30 años, además de que se construiría una derivación del drenaje Solidaridad.
En una vista de supervisión en abril del presente año, la gobernadora del Edomex, Delfina Gómez, indicó que el sistema anterior fue severamente afectado, obviamente, por la falta de mantenimiento de “administraciones pasadas”.
La mandataria dijo que esa situación provocó constantes inundaciones en Chalco, especialmente durante el año pasado. Debido a esto, las autoridades priorizaron la rehabilitación del drenaje como una medida urgente.
“Gracias a las vecinas y vecinos que nos mostraron su apoyo. Con nuestra presidenta, seguiremos trabajando juntas para lograr ese Chalco que queremos, mejorando la calidad de vida de la gente”, expresó.
Ayer, Sheinbaum precisó que el próximo lunes 9 de junio se abrirá este colector.
La mandataria destacó que se trabaja para evitar este tipo de situaciones, aunque se enfrentan dificultades a causa de los hundimientos en la zona.
La mandataria también indicó que llovió antes de lo planeado, en pocos días cae mucha agua, son casi cinco o seis meses de lluvia, el problema es que hay episodios donde cae demasiada”, explicó.
Aunado a esto, la jefa de Estado señaló que desde el primer momento de las inundaciones, personal de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) estuvo presente apoyando tanto a la gente de la CDMX como del Edomex, pues sí hubo afectaciones considerables.
Además, explicó que la calzada Ignacio Zaragoza se inunda con frecuencia, pero resaltó que no es porque esté mal pavimentada, sino que hay zonas de la metrópoli que presentan más hundimientos que otras, lo que se ha considerado como parte de las problemáticas que hay en la capital.
Señaló que la Ciudad de México se hunde por la sobreexplotación de acuíferos que se da más en la zona oriente, que es donde se encuentra la calzada Zaragoza. Como consecuencia, la zona del aeropuerto se hunde 25 centímetros al año.
“Imagínense, en cuatro años pues es un metro de hundimiento, entonces tienen que haber obras permanentes para estar desalojando agua», finalizó.
Por otra parte, a sabiendas que su demanda no prosperará, el dirigente nacional del PRI, Alejandro Moreno, anunció que su partido presentará denuncias ante los órganos electorales competentes para solicitar la nulidad de la elección judicial por falta de legitimidad y de participación, ruptura de principios democráticos e intromisión del gobierno e inducción al voto.
“Fue la farsa más grande que hicieron” y un “cochinero”, acusó el también diputado.











