Opioide nitazeno acecha a México
* Destacadas, Nacional jueves 10, Jul 2025- Más fuerte que el fentanilo
- En narcolaboratorios, los cárteles de las drogas ya lo mezclan con heroína y cocaína para potencializar efectos mortales

El nitazeno suele mezclarse con heroína, fentanilo, benzodiacepinas u otras drogas sintéticas para aumentar su potencia y abaratar el costo.
El nitazeno, una potente droga sintética que supera al temido fentanilo en cuanto a efectos y toxicidad, se abre camino en el mercado ilegal, tanto de Norteamérica como de Europa.
Ya se han registrado muertes en Estados Unidos relacionadas con el uso de estos opiáceos que han encendido las alarmas sobre el impacto devastador de estas sustancias, que están cobrando vidas con rapidez y discreción.
A diferencia del fentanilo, cuyo avance hacia la muerte se puede frenar con naloxona – que“revive” a quienes sufren una sobredosis–, el nitazeno no tiene antídoto debido a que no hay relación estructural con otros grupos de opioides. Por ahora, si alguien tiene una reacción adversa, los profesionales de la salud sólo pueden suministrarle oxígeno en espera de que no aparezca ese ronquido que anuncia el deceso.
Los nitazenos no se emplean como fármacos ni están aprobados como tales. Esta es una de las diferencias principales: los nitazenos son sustancias que se han diseñado sólo como adulterantes. Algunos nitazenos son 50 y 100 veces más potentes que la propia heroína, incluso más potentes que los propios fentanilos y derivados.
Químicos y médicos aún estudian los niveles de pureza del nitazeno en las drogas callejeras y cuáles son los factores de riesgo para sus consumidores, por ejemplo, la obesidad, la edad y su combinación con otras drogas. El retraso en sus hallazgos se debe, en parte, a que nunca se hicieron ensayos clínicos sobre los efectos de los nitazenos en seres humanos.
Producción más barata que la del fentanilo
Mientras que las autoridades en el mundo intentan contener su producción masiva con poco éxito, pues no está controlada en ninguna ley o regulación sanitaria, se han comenzado a ubicar megalaboratorios clandestinos en Asia que están surtiendo a las mafias globales, quienes han calculado que es mucho más barato comprar precursores químicos para hacer nitazeno que fentanilo.
La Oficina de las Naciones Unidas para la Droga y el Delito calcula que 10 kilos de nitazeno equivale, en la actualidad, al valor económico de una tonelada de cocaína.
Quienes están detrás de la producción de nitazenos en el continente americano y algunos países de Europa son los mismos que crearon la crisis de fentanilo en la Unión Americana: el Cártel de Sinaloa y el Cártel Jalisco Nueva Generación.
La formulación de grupos delictivos mexicanos es macabra: un poco de fentanilo por acá, un poco de nitazeno por allá. A la mezcla se le suman tranquilizantes veterinarios, anestésicos disociativos, inhibidores de apetito, estimulantes del sistema nervioso central y todo va a los lotes de heroína y cocaína que circulan por la calle. La adicción se adhiere al instante y el usuario se vuelve cliente frecuente del dealer hasta que fallece.
Debido a que la política de drogas difícilmente cambiará en el gobierno de Donald Trump y los cárteles no dejarán de percibir ganancias por el millonario mercado negro que son los opioides sintéticos, por el momento la única esperanza está puesta en los científicos: que desarrollen un antídoto que dé probabilidades de vida a quienes consuman, intencionalmente o por accidente, el nitazeno.
¿Cómo se consumen y cuál es su efecto en el cerebro?
La OEA resalta que, tal y como ocurre con el fentanilo, una de las principales formas de consumo es involuntaria, a través de combinaciones con otras drogas, formuladas en el mercado ilegal con el fin de potenciar sus efectos y maximizar ventas.
“Los nitazenos suelen mezclarse con otras drogas o falsificarse como tales (por ejemplo, heroína, fentanilo, benzodiacepinas u otras drogas sintéticas) para aumentar su potencia y abaratar el costo”, explica.
Este factor, aunado a su potencia, que puede ser hasta 40 veces mayor a la del fentanilo, aumenta los riesgos de sufrir una sobredosis potencialmente mortal.
Como el fentanilo y otros opioides sintéticos, cuando el nitazeno entra al organismo viaja a través del torrente sanguíneo y alcanza el sistema nervioso central, donde se unen a los receptores opiáceos. Entonces producen un efecto de sedación y aletargamiento mientras apagan las señales que transmiten el dolor, ralentizando la actividad de las células nerviosas.
Tratándose de una droga ilícita, no existe una dosis controlada o margen de seguridad. Se trata de una línea muy delgada que apenas divide la frontera entre experimentar su efecto relajante y sufrir una sobredosis que suprima funciones motoras, como la respiración.
Aunque la Comisión Interamericana para el Control del Abuso de Drogas de la OEA explica que no se dispone de información sobre el alcance del consumo de nitazeno en México, a inicios de junio de 2025, el ISSSTE mencionó la circulación este opioide en una publicación en X, junto con uno de los spots de la campaña gubernamental contra el consumo de fentanilo.
A finales de enero de 2025, una investigación del Departamento de Justicia estadounidense acusó a una empresa farmacéutica china de importar nitazeno a México y Estados Unidos; no obstante, el informe de la OEA afirma que el alcance de estas cadenas de suministro y su papel en la producción mundial de nitazeno es aún desconocido.
¿Qué es el nitazeno?
El nitazeno se desarrolló originalmente en la década de 1950 como analgésicos opiáceos. Pero nunca se aprobó su uso en medicina humana o veterinaria. Las drogas sintéticas, como el nitazeno y el fentanilo, no crecen de forma natural ni se cultivan como la heroína o el cannabis, sino que son fabricadas artificialmente por el ser humano mediante sustancias químicas.
Empezaron a aparecer como sustancias ilícitas en torno a 2019 en el Reino Unido, Estados Unidos y los países bálticos, aunque algunos informes sugieren que varias muertes por drogas ocurridas en Rusia en 1998 también estuvieron relacionadas con los nitazenos.
Son drogas psicoactivas, lo que, según una definición de la Organización Mundial de la Salud, significa que «afectan a los procesos mentales, incluida la percepción, la conciencia, la cognición o el estado de ánimo y las emociones».
Se consumen inyectados, inhalados o ingeridos. Mezclarlos con otras drogas y alcohol es extremadamente peligroso porque aumenta significativamente el riesgo de sobredosis y muerte.











