Empresa pausa obra de cuarto muelle de cruceros en Cozumel
Quintana Roo miércoles 23, Jul 2025DERECHO DE REPLICA José Luis Montañez
- La decisión se dio tras un diálogo con la Semarnat

Muelles del Caribe anunció oficialmente una pausa técnica en la construcción del cuarto muelle en Cozumel.
En medio de una creciente presión social y ambiental, la empresa Muelles del Caribe anunció oficialmente una pausa técnica en la construcción del cuarto muelle de cruceros en la isla de Cozumel. La decisión se dio tras un diálogo sostenido con la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), autoridades locales y representantes de la sociedad civil.
El cuarto muelle forma parte de los 39 proyectos del Acuerdo para la Reactivación Económica impulsado por la administración federal anterior. Con una inversión estimada de 1,000 millones de pesos, el proyecto contemplaba una estructura en forma de “L” sobre 1.16 hectáreas, con capacidad para embarcaciones de hasta 362 metros de eslora y un edificio de dos niveles para recepción de pasajeros, además de una plaza comercial y áreas de espera para tours.
Desde su aprobación en 2022, el proyecto ha enfrentado múltiples cuestionamientos por su posible impacto sobre el arrecife de coral Villa Blanca, ubicado frente a las costas de la isla. Colectivos como Selvame y ciudadanos organizados han impulsado el movimiento #NoAlCuartoMuelle, argumentando que la obra representa una amenaza directa a la biodiversidad marina y promueve un modelo turístico depredador.
Incluso la titular de Semarnat, Alicia Bárcena, declaró en su visita a Cancún que el proyecto “implica más problemas que soluciones” y sugirió que, de realizarse, debería considerarse en otro punto del país.
En su comunicado, Muelles del Caribe enfatizó que no renuncia al proyecto, sino que buscará reforzar las medidas ambientales y atender las inquietudes de la comunidad cozumeleña. La empresa reiteró su compromiso con el desarrollo económico sostenible y expresó su disposición a mantener un diálogo abierto y continuo con autoridades de los tres niveles de gobierno.
“Esta pausa representa una oportunidad para generar beneficios sostenibles y de largo plazo para Cozumel, a través del fortalecimiento de medidas ambientales que respondan a las legítimas inquietudes sociales”, señaló la compañía.
La decisión se dio un día después de que el senador Gino Segura entregara más de 12 mil firmas ciudadanas a Semarnat, junto con documentos técnicos y sociales en contra del proyecto. El legislador destacó la necesidad de “llevar justicia ambiental y promover un modelo turístico sustentable que beneficie realmente a las familias de Cozumel”.
Aunque la empresa no ha definido un calendario para retomar las obras, el proyecto permanece en fase de evaluación. Las autoridades ambientales revisan los estudios de impacto presentados, mientras la comunidad espera que se priorice un modelo de turismo que respete el entorno natural y la vocación ecológica de la isla.
Greenpeace se pronuncia
La organización ambientalista Greenpeace, publicó un comunicado de las razones llamando a que Cozumel debe ser considerado una prioridad en materia de conservación.
De manera textual indicaron lo siguiente:
Esta isla es un paraíso natural, un laboratorio viviente de evolución y biodiversidad que podría estar en riesgo, si se construye un cuarto muelle en Cozumel. Por ello se hace un llamado urgente a las autoridades estatales y federales para que Cozumel se convierta en una prioridad ambiental en México.
Desde la campaña “México al grito de ¡Selva!”, Greenpeace exige justicia ambiental y respeto para quienes viven, cuidan y aman Cozumel, una isla cuyo corazón late al ritmo del arrecife.
Activistas remarcan que la existencia de los tres muelles que actualmente están en operación en la isla, son suficientes para operar de manera simultánea. Mientras que datos de la Secretaría de Turismo de Quintana Roo, destacan que la derrama económica proveniente de los cruceros es mucho menor que la de los turistas que se hospedan en la isla.
Otro riesgo importante es la presión sobre los recursos hídricos, pues se estima que el muelle atraerá hasta 18 mil visitantes diarios, lo que requeriría más de 2,300 metros cúbicos de agua potable al día. Esto colocaría a la isla -ya en estrés hídrico- en una situación crítica, según una entrevista publicada en el medio local Jaltun, basada en el análisis del Atlas de Riesgo de Cozumel.
Ante la polémica construcción de un cuarto muelle en Cozumel, ambientalistas, ciudadanos y Greenpeace México alzaron la voz y exigieron la revisión de la autorización ambiental del cuarto muelle en Cozumel, que busca destinar un espacio público de altísimo valor ecológico al uso turístico y comercial.
La construcción del cuarto muelle pone en riesgo especies únicas y ecosistemas vitales.
Cozumel posee una combinación única de selvas, manglares, arrecifes de coral, lagunas y playas. De acuerdo con crónicas locales, el desarrollo comenzó en septiembre de 1957 con la llegada del primer grupo de turistas.
Originalmente era una villa agrícola, pero se transformó en un importante destino turístico, gracias al buceo, actividad que impulsó otro atractivo único de la isla: sus arrecifes. Cozumel forma parte del Sistema Arrecifal Mesoamericano (SAM), la segunda barrera de coral más grande del mundo.
Cozumel es parte del SAM, un ecosistema marino de gran biodiversidad que se extiende desde México hasta Honduras. Este sistema incluye más de 60 áreas naturales protegidas, alberga más de 3 mil especies marinas y proporciona hábitats críticos para especies en peligro de extinción.
El SAM actúa como barrera natural contra huracanes, sustenta actividades económicas como el turismo y la pesca, y posee un gran valor científico y cultural. Sin embargo, este ecosistema es altamente vulnerable debido al aislamiento geográfico de la isla.
“Las playas son del pueblo”
Por otro lado, ante rumores sobre una supuesta privatización de Playa Marlín, la presidenta municipal de Benito Juárez, Ana Patricia Peralta, lanzó un enérgico mensaje a la ciudadanía: “Las playas son del pueblo y así se van a quedar”. La declaración se dio en respuesta a versiones que circularon en redes sociales y medios locales, las cuales sugerían que el gobierno municipal contemplaba vender o concesionar espacios costeros emblemáticos.
Durante una reciente sesión de pre-cabildo, se realizó una revisión técnica y jurídica del patrimonio municipal, como parte de un ejercicio de transparencia y planeación responsable. Sin embargo, algunos sectores interpretaron esta revisión como una intención de venta, lo que generó inquietud entre activistas, ciudadanos y medios de comunicación.
Ana Paty Peralta aclaró que no existe ninguna propuesta de venta ni privatización de playas públicas, y calificó los rumores como parte de una campaña de desinformación con tintes políticos. “Revisar no significa vender”, subrayó, explicando que el análisis busca mejorar el uso de los espacios públicos en beneficio de la comunidad.
La alcaldesa destacó la importancia de Playa Marlín, no solo como acceso público certificado con el distintivo Blue Flag, sino también como zona de anidación de tortugas marinas, lo que refuerza su valor ambiental y turístico. “Tenemos ahí uno de los corrales más grandes de anidación de tortugas. Es un espacio que debemos proteger, no privatizar”, afirmó.
Ana Paty Peralta reiteró que su administración no permitirá prácticas opacas del pasado, y que su gobierno está comprometido con la defensa del patrimonio público. “Los tiempos de las estafas maestras ya quedaron atrás. Nosotros no somos esa clase de gente, ni ese estilo de gobierno”, enfatizó.
Además, hizo un llamado a la ciudadanía a informarse por canales oficiales y no dejarse llevar por rumores que, según dijo, “sirven a intereses ocultos”.
La presidenta municipal aseguró que las playas seguirán siendo espacios libres, seguros y equitativos para todas y todos los cancunenses. “Mi compromiso es claro: protegerlas y garantizar que sigan siendo espacios públicos. Ese ha sido siempre nuestro principio, y no va a cambiar”, concluyó.
Se esperan en Cancún otras 1,650 tons de sargazo este mes
- El fenómeno se agravó con la llegada de la canícula
La temporada de sargazo en el Caribe mexicano continúa intensificándose, y las autoridades municipales de Benito Juárez estiman que más de mil 650 toneladas de esta macroalga podrían recalar en las playas de Cancún durante el mes de julio, superando las cifras registradas en junio.
De acuerdo con Antonio De la Torre Chambé, director de Servicios Públicos del municipio, tan sólo en las primeras dos semanas de julio se han retirado mil 478 toneladas de sargazo. A diferencia del mes anterior, cuando se registraban días de tregua entre los recales, en julio la llegada ha sido diaria en al menos una playa de la zona hotelera.
El fenómeno se ha agravado con la llegada de la canícula, que reduce la circulación del aire y provoca que el agua permanezca estática, lo que impide la dispersión natural del sargazo. Esta situación ha generado acumulaciones masivas, como la observada entre Playa Delfines y Playa Marlín, donde el personal municipal tuvo que ingresar al mar para retirar manualmente una gran mancha de alga.
Las playas más impactadas en las últimas semanas han sido Delfines, Ballenas, Marlín y Chac Mool, mientras que arenales como Perlas, El Niño, Caracol y Langosta presentan menor presencia de sargazo debido a su ubicación geográfica.
El gobierno municipal mantiene una estrategia de limpieza diaria, en la que participan brigadas de la Dirección de Servicios Públicos, la Zona Federal Marítimo Terrestre (Zofemat), Protección Civil y Bomberos. Además, se han impulsado jornadas sabatinas bajo el lema “Todos contra el sargazo”, con la participación activa de ciudadanos y trabajadores municipales.
Aunque el monitoreo oficial aún no ha emitido cifras definitivas, las autoridades locales prevén que el pico de recale podría presentarse entre mediados de agosto y principios de septiembre, lo que pondría a prueba la capacidad operativa de limpieza y conservación de las playas.











