Desarrollos inmobiliarios solicitan permiso ambiental ante Semarnat
Quintana Roo miércoles 23, Jul 2025- Trámite de la MIA
- Son 4 y están ubicados en Bacalar, Isla Mujeres, Othón P. Blanco y Tulum

La Semarnat informó que cuatro proyectos inmobiliarios han iniciado el trámite de MIA ante la Dirección General de Impacto y Riesgo Ambiental.
Por redacción DIARIOIMAGEN
Chetumal.- En medio de crecientes preocupaciones por el impacto ambiental en la región, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) informó que cuatro proyectos inmobiliarios en Bacalar, Isla Mujeres, Othón P. Blanco (OPB) y Tulum han iniciado el trámite de Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) ante la Dirección General de Impacto y Riesgo Ambiental (DGIRA).
Los desarrollos, actualmente en etapa de integración de expediente, incluyen:
Casa Xul-Ha – OPB, promovido por Banco Azteca S.A. a través de un fideicomiso.
– Proyecto: vivienda turística de tres niveles con cinco villas y un muelle de madera con palapa.
– Ubicación: orillas de la laguna Xul-Ha.
– Superficie total: 467.79 m².
Hotel Villas Mandarina – Bacalar promovido por José Luis Minguer Alcocer.
– Proyecto: tres edificios con habitaciones, alberca, sanitarios, muros de contención, biodigestor y un muelle en forma de “T”.
– Ubicación: zona norte de la laguna Bacalar.
– Superficie total: 1,129.66 m².
Complejo residencial Salinas I – Isla Mujeres, promovido por Banco Actinver S.A., fiduciario del fideicomiso.
– Proyecto: dos torres de departamentos (32 unidades en total) y una torre de bodegas.
– Superficie total: 7,583.10 m².
Condominio Neró – Tulum, promovido por de Incentivos México S.A. de C.V.
Proyecto: 45 departamentos, local comercial, áreas comunes, terraza y alberca.
– Ubicación: zona Tankah IV.
– Superficie total: 1,099.61 m²; construcción sobre banqueta: 6,171.11 m².
Estos proyectos están sujetos a revisión por parte de Semarnat, que deberá determinar si cumplen con los criterios de sustentabilidad y mitigación de impacto ecológico. La evaluación incluye aspectos como conservación de cuerpos lagunares, manejo de aguas residuales, preservación de áreas verdes y compatibilidad con el entorno urbano y natural.
La solicitud de permisos ocurre en un contexto de creciente presión sobre los ecosistemas de Quintana Roo, especialmente en zonas como Bacalar y Tulum, donde el turismo y la urbanización han generado tensiones entre desarrollo económico y conservación ambiental.
Amparo para frenar Catedral de Cancún
En una acción legal sin precedentes, el colectivo ambiental “Salvemos Juntos el Ombligo Verde” presentó un juicio de amparo para suspender las obras de ampliación de la Catedral de Cancún, alegando daños ecológicos irreversibles en uno de los últimos pulmones urbanos de la ciudad.
La ampliación del templo, ubicado en la Supermanzana 33, ha generado preocupación entre vecinos y especialistas, quienes denuncian:
– Tala de especies protegidas como palma chit, caoba y guayacán.
– Remoción de suelo kárstico y desplazamiento de fauna silvestre.
– Ausencia de permisos ambientales y falta de transparencia por parte del Ayuntamiento de Benito Juárez.
La abogada ambientalista Katherine Ender, representante legal del colectivo, afirmó que se busca no solo la suspensión inmediata de las obras, sino también la revocación del comodato del predio otorgado a la Diócesis Cancún-Chetumal.
Expertos como la bióloga Graciela Saldaña han subrayado que el Ombligo Verde alberga un ecosistema más exclusivo que el Parque Kabah, con especies únicas y funciones clave como regulación de temperatura urbana, captura de carbono y espacio de amortiguamiento frente al crecimiento urbano.
El juicio de amparo también denuncia violaciones al artículo 130 constitucional, que prohíbe la mezcla de intereses entre Iglesia y Estado. Se dencuncia omisión del Programa de Manejo de la Reserva, lo que ha permitido obras sin regulación ambiental y la colusión entre autoridades municipales y la Diócesis, al permitir trabajos sin exhibir licencias ni estudios de impacto.
El colectivo ha convocado a la ciudadanía a sumarse a la defensa del Ombligo Verde, advirtiendo que, de no obtener respuesta legal, podrían recurrir a acciones directas, como el cierre simbólico de accesos al predio.











