Vacaciones, un periodo crítico para la violencia doméstica, alerta especialista

• Playa del Carmen enfrenta repunte de casos
• Un 80 por ciento de los reportes están relacionados con el consumo de bebidas alcohólicas

Prevén un incremento significativo en los reportes por violencia familiar durante las vacaciones de verano.

Por redacción DIARIOIMAGEN

Playa del Carmen.- Lo que debería ser una temporada de descanso y convivencia familiar se ha convertido en un periodo crítico para la violencia doméstica en Playa del Carmen. Así lo alertó Aurelia Amador Morales, titular del Grupo Especializado de Atención a la Violencia Familiar y de Género (Geavig), quien anticipa un incremento significativo en los reportes por violencia familiar durante las vacaciones de verano.

Desde octubre de 2024 hasta la fecha, Geavig ha atendido 2,700 casos de violencia familiar, realizando más de 11,500 acciones de atención, entre asesorías jurídicas, contención psicológica y canalización a otras instancias. De estos, 1,600 involucran a menores de edad, quienes han sido víctimas de agresiones físicas, verbales y negligencia por parte de sus cuidadores.

La funcionaria municipal subrayó que el 80% de los reportes están relacionados con el consumo de alcohol, lo que convierte momentos de convivencia en entornos de riesgo. “Lo que debería ser una sana convivencia se convierte en un entorno de violencia, el cual podría aumentar con el periodo vacacional”, expresó Amador.

El fraccionamiento Villas del Sol y los asentamientos irregulares en la periferia concentran la mayor incidencia de casos.

Recientemente, un menor de edad mató a su padre para defender a su madre en el fraccionamiento Paseos de Xcacel, un hecho que cimbró a la comunidad y evidenció el entorno violento en el que vivía el adolescente.

Geavig ha reforzado su protocolo de actuación con un equipo multidisciplinario —abogados, psicólogos y trabajadores sociales— que atienden los reportes desde el primer contacto. Además, se han habilitado espacios lúdicos para la atención de infantes víctimas de violencia, con apoyo emocional y materiales básicos.

Este repunte en los reportes no solo refleja una mayor incidencia, sino también una creciente confianza ciudadana en las instituciones. Sin embargo, el desafío persiste: ¿cómo garantizar entornos seguros para las familias en temporadas de alta vulnerabilidad? Playa del Carmen enfrenta una encrucijada que exige acción coordinada entre autoridades, sociedad civil y comunidad.

Refuerzan protección de tortugas 

En plena temporada de anidación de tortugas marinas, más de 150 voluntarios se han desplegado a lo largo de los litorales de Tulum para resguardar los nidos de especies en peligro de extinción. Esta movilización comunitaria, en alianza con autoridades ambientales, asociaciones civiles y el sector turístico, convierte al municipio en uno de los principales bastiones de conservación en el Caribe mexicano.

Actualmente operan ocho campamentos tortugueros distribuidos en más de 80 kilómetros de costa, donde se realizan patrullajes nocturnos, monitoreo de nidos y acciones de sensibilización. Entre las organizaciones participantes destacan Flora, Fauna y Cultura de México, Centro Ecológico Akumal, Fundación Ecobahía, Amigos Bahía Soliman, Save Akumal y la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp)

Además, el programa municipal Kanan Áak coordina esfuerzos con prestadores de servicios turísticos y comercios locales para capacitar a más de 300 personas como vigilantes comunitarios.

Hasta mediados de julio, se han registrado más de 650 nidos protegidos, y se espera que la cifra supere los 10,000 al cierre de la temporada en octubre. Las especies que arriban incluyen la tortuga blanca (Chelonia mydas), caguama (Caretta caretta), carey (Eretmochelys imbricata) y laúd (Dermochelys coriacea).

Los principales desafíos incluyen:

– Contaminación por plásticos y residuos sólidos

– Iluminación artificial que desorienta a las crías

– Obstrucción de playas por mobiliario turístico

– Saqueo de huevos, considerado delito federal

Las autoridades han aplicado sanciones a hoteles que incumplen normas ambientales, con multas de hasta 300 UMAs, y han retirado camastros que bloqueaban el paso de las tortugas.