“Drácula: Un Homenaje al Arte de Cibrián y Mahler”
* Destacadas, Espectáculos domingo 3, Ago 2025- Este 15 de agosto en el Foro Majestic de Tlalnepantla
- El regreso de una leyenda teatral con alma inmortal a nuestro país

Por Arturo Arellano
En una apuesta por revivir el esplendor del teatro musical argentino, la puesta en escena Drácula: Un Homenaje al Arte de Cibrián y Mahler ha llegado a México con una producción que honra el legado de Pepe Cibrián Campoy y Ángel Mahler, creadores de uno de los musicales más emblemáticos de habla hispana.
Esta versión, presentada por GoVal Productions, no solo recupera la esencia del clásico, sino que la reinterpreta con una estética renovada y una carga emocional que trasciende generaciones.
Augusto Castro, quien da vida a Drácula en este ambicioso montaje, compartió con DIARIO IMAGEN “Es un personaje que hemos visto muchísimas veces, con interpretaciones distintas: en series, cómics, películas, incluso en el cine mexicano. Entonces, lograr que mi Drácula sea distinto de los demás fue un proceso complicado. Tomé inspiración de muchos Dráculas y otros personajes. Por ejemplo, el de Castlevania, en Netflix, por su historia triste y melancólica con su esposa. Siempre ha sido una historia de amor gótico que enternece el corazón de la audiencia. Esa versión explora ese drama, y por eso me encanta”.
Castro también destacó los aspectos del personaje original en la novela de Bram Stoker, que suelen pasar desapercibidos “Del Drácula del libro tomé varios elementos. Ahí él es abierto, ameno, amistoso, extrovertido y gracioso, pero eso no se muestra tanto en otras adaptaciones. Quise rescatarlo”.
Además, reconoció una fuente inesperada de inspiración “La influencia más fuerte fue Viego, de League of Legends. Su historia es muy similar a la de Drácula: una figura poderosa que sufre por amor”.
Sobre el espíritu del espectáculo, el actor subraya el homenaje a Cibrián y Mahler “Ellos tomaron la figura de Drácula y la adaptaron a un musical cantado con técnica operística. No hay mejor forma de expresar emociones—melancólicas, alegres, tristes—que a través de una canción. Es algo que te libera. Y hacerlo con el príncipe de las tinieblas… es maravilloso”.
En su interpretación, Castro quiso humanizar al vampiro “Drácula se ve como una figura omnipotente, y lo es, pero antes fue humano. Yo quise diferenciarme mostrando ese lado afectivo y vulnerable. El modo en que acaricia y cuida a Mina, su esposa, refleja todo lo que he sentido y volcado en este personaje. Es difícil ser vulnerable hoy; serlo frente a cientos de personas y en la piel de alguien como Drácula, lo es aún más”.
La producción cuenta con aproximadamente diez actores en escena, todos entrenados en técnica operística clásica italiana. Además de cantantes, el elenco incluye actores, improvisadores y bailarines. La puesta en escena, ubicada a finales del siglo XIX, se enriquece con un vestuario meticulosamente cuidado y una escenografía que integra mobiliario real de época, gracias al patrocinio del mercado de chacharitas.
Uno de los momentos más impactantes del espectáculo es el número de los gitanos “Ocurre cuando Jonathan ha cumplido su función y decide dejar a Drácula. Pero no puede irse así de fácil… se convierte en su ‘última cena’. Es una escena que combina sensualidad, miedo y atrevimiento. Invitan a Jonathan a unirse a este mundo de tinieblas que, a su vez, tiene un encanto seductor”.
Sinopsis:
La figura del Conde Drácula vuelve a cobrar vida en una puesta en escena que no solo revive el mito, sino que rinde tributo al legado artístico de Pepe Cibrián y Ángel Mahler, creadores del icónico musical argentino. Esta versión, presentada por GoVal Productions, transporta al público a la Europa de 1890, donde una transacción inmobiliaria desencadena una historia de amor, venganza y sed de sangre.
Este homenaje no solo revive una historia gótica, sino que celebra el poder del teatro como vehículo de emociones profundas. La obra se convierte en un espejo de pasiones humanas, donde el amor trasciende la muerte y el arte se convierte en legado.
El vampiro como espejo de la humanidad
Más allá del terror, Drácula ha sido históricamente un símbolo de los miedos colectivos: la enfermedad, la sexualidad reprimida, el poder y la inmortalidad. Esta puesta en escena se inscribe en una tradición teatral que utiliza el mito para explorar las pasiones humanas, los vínculos imposibles y la lucha entre el deseo y la moral. En el contexto mexicano, el montaje adquiere una dimensión íntima, donde el vampiro no solo seduce, sino que interpela.
Drácula en cine, teatro y televisión: un legado inmortal
Desde su nacimiento literario en 1897, el personaje ha sido reinterpretado en múltiples formatos:
Cine clásico:
-Nosferatu (1922), de F.W. Murnau, fue la primera adaptación no autorizada.
-Drácula (1931), con Béla Lugosi, definió la estética del vampiro aristocrático.
-Drácula de Bram Stoker (1992), dirigida por Francis Ford Coppola, ofreció una visión romántica y gótica.
Teatro:
-La obra de Hamilton Deane y John L. Balderston (1924) fue pionera en llevar al vampiro a las tablas.
-En Argentina, el musical de Cibrián y Mahler (1991) se convirtió en fenómeno cultural, con más de 1.5 millones de espectadores.
Televisión:
-Drácula (2020), miniserie de BBC y Netflix, protagonizada por Claes Bang, modernizó al personaje con humor negro y crítica social.
-Hotel Transylvania (2012–2018), saga animada, reimaginó al conde como padre protector en clave cómica.
Curiosidades que muerden
-Más de 100 actores han interpretado a Drácula en cine y televisión, desde Christopher Lee hasta Luke Evans.
-México también tiene su Drácula: Germán Robles lo encarnó en El vampiro (1957), marcando un hito en el cine de horror nacional.
-El nombre “Alucard”, usado en varias adaptaciones, es “Drácula” al revés, símbolo de dualidad y transformación.
La obra se presentará el 15 de agosto en el Foro Cultural Majestic de Tlalnepantla, a las 20:09 horas. Posteriormente visitará el Teatro Asunción en San Luis Potosí, en septiembre, y cerrará su gira los días 30 y 31 de octubre en Guadalajara.










