Nueva alerta terrorista de EU pegará a turismo e inversión extranjera
* Destacadas, Mundo domingo 17, Ago 2025- Aviso preventivo genera nerviosismo
- Muchos paseantes admiten que modificarían sus planes si la seguridad empeora en destinos

La nueva alerta de viaje de EU hacia México se suma a otro factor que genera división entre los estadounidenses, que es la presencia de la Guardia Nacional en destinos turísticos del Caribe mexicano.
De acuerdo con la encuesta “Retrato de los Viajeros Estadounidenses”, de la agencia de marketing MMGY Global, tres de cada 10 se sienten nerviosos ante la idea de salir de la Unión Americana rumbo a México, por lo que la reciente alerta de viaje llega en un momento delicado.
Un 88% de turistas en la Unión Americana planea viajar en los próximos 12 meses a diversos destinos, pero según la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros, cuatro de cada 10 admiten que modificarían sus planes si la seguridad empeora en alguna región destino.
Analistas financieros y de la industria turística coinciden en que la alerta podría disminuir el flujo de visitantes estadounidenses y dañar la economía turística. “La alerta de viaje emitida por el gobierno de Estados Unidos… generó preocupación inicial por su potencial impacto en el turismo y la inversión extranjera”, explicó Felipe Mendoza, analista de mercados en ATFX LATAM.
Pamela Mitchell, analista de seguridad de Global Guardian, que “cuando el Departamento de Estado añade ‘terrorismo’ a una alerta de viaje, significa que tiene información de inteligencia sobre amenazas creíbles, aunque no siempre sean públicas”. Para ella, este lenguaje “no se utiliza de forma ligera” y busca enviar un mensaje preventivo, tanto a viajeros como a autoridades locales.
Presencia militar en playas
La alerta se suma a otro factor que genera división entre los estadounidenses: la presencia de la Guardia Nacional en destinos turísticos, como Cancún, Playa del Carmen y Tulum. Mientras para algunos es algo que añade seguridad, a otros les genera miedo.
“Ver a los soldados en la playa no necesariamente genera tranquilidad. Si estoy sentado mirando a los militares armados, ¿realmente me voy a relajar?”, cuestionó recientemente Michael Brown, exagente de la Agencia Antidrogas (DEA).
De acuerdo con reportes periodísticos estadounidenses, entre 2022 y 2023 se reportaron 307 ciudadanos estadounidenses asesinados en México y más de 700 desaparecidos. Si se amplía el horizonte, desde 2006 más de mil estadounidenses han sido reportados como desaparecidos y casi 500 siguen sin ser localizados.
Brown advierte que si bien el turismo estadounidense no se detendrá de la noche a la mañana, el impacto se sentirá con el tiempo. Y que, asesinatos públicos de figuras locales, como los ocurridos recientemente en la capital mexicana y otros estados del país, y que han tenido eco en los medios de Estados Unidos, son un recordatorio constante de la violencia que azota a México.
Mediciones turísticas mexicanas reportan que entre enero y marzo de 2025 arribaron a territorio mexicano, por vía aérea, más de 3.9 millones de estadounidenses, 5.1% más que en el mismo periodo de 2024 y 35% por encima de 2019. Según el reporte del National Travel and Tourism Office, en julio, el tráfico aéreo bilateral creció 2.2% interanual; pero todas estas cifras “son irrelevantes en relación a la alerta dada, ya que son decisiones de viajeros que se hicieron antes de que saliera todo esto” dice el politólogo Pablo Salas.
“El efecto real de esta advertencia se sentirá en las reservas para la temporada de invierno 2025-2026, cuando las decisiones se tomen bajo la influencia de este nuevo clima de riesgo” confirmaron a este diario varios especialistas en viajes turísticos.
“Un cambio a no viajar a México va a tomar semanas para que se refleje; pero dadas las circunstancias va a suceder, eso es un hecho” advierte Salas.
Pasa a ser un asunto de seguridad nacional
Robert Bunker, del Institute for Strategic Studies, sostiene que “el crimen organizado en México no es solo un problema policial; tiene implicaciones estratégicas para Estados Unidos. Cuando impacta a ciudadanos estadounidenses, pasa a ser un asunto de seguridad nacional -en Estados Unidos-”. En su lectura, la etiqueta de terrorismo podría formar parte de una estrategia más amplia de presión política y operativa.
Mike Vigil, ex director de la oficina de la DEA en México, recuerda que “aunque la mayoría de los viajes a México se realizan sin incidentes, hay áreas donde el riesgo es real y constante. Las alertas son como mapas: te muestran dónde el terreno es más peligroso”. Scott Stewart, exanalista de Stratfor, añade que “las alertas de viaje no siempre reducen el turismo de inmediato, pero sí influyen en la toma de decisiones de empresas, congresos y eventos internacionales”.
Eric Farnsworth, del Consejo de las Américas, subraya que “el turismo es un activo estratégico para México y cualquier deterioro en su imagen de seguridad afecta también a Estados Unidos”. Para él, la cooperación en seguridad y la protección de visitantes son inseparables de la agenda económica.
Este contexto, la alerta se vuelve aún más relevante a menos de un año del Mundial de Futbol 2026, que México coorganizará con Estados Unidos y Canadá. El torneo atraerá a cientos de miles de visitantes internacionales que esperan condiciones óptimas de seguridad. La percepción de amenaza podría afectar la venta de boletos e itinerarios hacia sedes mexicanas como Ciudad de México, Guadalajara y Monterrey.
En términos logísticos, la advertencia impone retos: las zonas de riesgo señaladas por el Departamento de Estado de Estados Unidos se superponen con rutas, estadios y alojamientos de la FIFA. Esto obliga a revisar protocolos de acceso, transporte y protección para jugadores, árbitros, prensa y aficionados. La coordinación entre cuerpos de seguridad de los tres países será esencial y México, alertan los expertos, se enfrenta a una carrera contrarreloj para reforzar la seguridad, proyectar confianza y evitar incidentes que puedan definir, para bien o para mal, su papel en el Mundial y, en general, para sus rutas turísticas.











