Logran el examen perfecto, nueve aspirantes a bachillerato
* Destacadas, Educación jueves 21, Ago 2025- Asignados a planteles de la UNAM
- Ejemplo de preparación, constancia y esfuerzo

Eduardo Martínez, Camila Ramírez, Hugo Hernández y Vanessa Bolaños coincidieron en que el examen de selección para bachillerato requiere preparación, constancia y esfuerzo, pues haber obtenido 128 puntos “no fue gratuito”.
Este año, nueve aspirantes lograron 100 por ciento de aciertos en la prueba del Espacio de Coordinación de Educación Media Superior, el nuevo modelo de ingreso al bachillerato, los cuales fueron asignados para estudiar en planteles de la UNAM.
Cuatro de ellos, Eduardo Martínez, Camila Ramírez, Hugo Hernández y Vanessa Bolaños coincidieron en que este concurso de selección, que por primera vez fue en línea, requiere preparación, constancia y esfuerzo, pues haber obtenido 128 puntos “no fue gratuito.
Disciplina y esfuerzo
Eduardo Alonso Martínez presentó su examen por segunda ocasión. Aunque en la primera no logró ser seleccionado, reconoció que la preparación que tuvo en este segundo intento fue mayor y eso le ayudó a obtener un examen perfecto.
“En esta ocasión me preparé durante todo un año. Lo hice de forma individual, con apoyo de clases de regularización y de mucha disciplina. Todos los días estudié dos horas; también me apoyé de tutoriales, apuntes y videos”, explicó.
Es el segundo miembro de su familia que estudia una carrera en la UNAM; anteriormente su tía cursó una licenciatura. “En lo personal, elegí dos carreras que, aunque no tienen algo en común, me gustaría poder estudiar alguna en esta casa de estudios, que son música y psiquiatría”.
Uno de los obstáculos que enfrentó, fue atravesar por una depresión mientras estudiaba para el examen. “En ese tiempo tuve que acudir a terapias, me costó mucho, pues hubo días en los que sólo quería dormir y no hacer nada”.
No obstante, la idea de entrar a la UNAM siempre lo motivó, y eso le ayudó a enfocarse en el estudio, al mismo tiempo que atendía su salud mental.
Compromiso con el estudio
Camila Ramírez Plata refirió que tiene la certeza de lo que desea ser en un futuro: dedicarse a la medicina. Por ello, haber entrado a la UNAM implicó el inicio del camino para su preparación profesional y seguir el legado motivada por algunos familiares, quienes también estudiaron en esta casa de estudios.
“Me preparé desde inicios de año, ingresé a un curso al que acudía todos los días y también estudié por mi cuenta, consulté varios videos de asesoría y realizaba algunos ejercicios de práctica”.
Lo más difícil fue comprometerse con el estudio, aunque comprendía que la desidia no era buena para ese momento y debía esforzarse más al estudiar algunas materias que se le complicaban, como historia.
Cuando llegó el día de conocer los resultados, pese a su nerviosismo, confió en que su esfuerzo valdría la pena para ingresar al bachillerato. “Recuerdo que al enterarme que los resultados ya estaban publicados, corrí a la computadora junto con mis padres y quedé en shock cuando vi que había sido seleccionada”.
Se sorprendió demasiado “al pensar que no me equivoqué en ninguna respuesta, pero lo que más me reconfortó fue la felicitación de mis padres”.
Sueño de Hugo Hernández
Hugo Hernández fue uno de los alumnos que alcanzó el puntaje perfecto para ingresar a la Preparatoria 6. Su logro fue doble porque Diego Hernández, su hermano gemelo, también aplicó, y aunque tuvo un acierto menos logró quedarse en el mismo plantel.
Estudiar en la UNAM es para Hugo un privilegio por la calidad académica de sus profesores, y porque varios amigos y familiares estudiaron ahí.
Su padre es comerciante de tortillas y su madre licenciada; él y su hermano ayudan en las tortillerías debido a que a su padre se le complica realizar algunas actividades, como cargar. “Me enseñó a cambiar fusibles, instalar tuberías y preparar la masa; disfruto mucho apoyarlo y me gustan las actividades que hago en las tortillerías”, compartió.
Para presentar su examen, Hugo comenzó a prepararse desde octubre, con estudio constante, un curso de lunes a sábado y también se apoyaba de los temas que le enseñaban en la escuela.
Contó que una forma de despejar su mente y evitar sentirse abrumado por el estudio “fue jugar futbol con primos y amigos; yo era el portero, mientras que mi hermano el delantero”.
Al conocer su resultado, sintió alivio y felicidad. “Mi familia siempre confió en mí y fue mi mayor motivación, especialmente mi hermana, quien estudia Medicina en la UNAM y me ayudó a resolver muchas dudas”.
Expectativas superadas
Desde pequeña, Vanessa Bolaños tenía como sueño estar en esta casa de estudios y anhelaba estudiar en la Preparatoria 6, para conocer nuevos lugares y amigos.
Además por la motivación de sus padres, quienes la alentaron para no rendirse y continuar estudiando.
“Acertar de forma correcta a todas las preguntas me hizo superar las expectativas que tenía de mí misma, ya que había personas que no creían en mí y al final me felicitaron por haberlo logrado”.
Asimismo, su esfuerzo al cursar sus estudios de educación media superior en una preparatoria la harán acreedora a una licenciatura en la UNAM, que es para ella una de las mejores universidades de Latinoamérica.
Recordó que cuando se enteró del resultado, su mamá lloró de felicidad, ya que es la primera de su familia que ingresará a esta Universidad.











