Un nuevo atractivo turístico en la capital: las ceremonias “prehispánicas” de al SCJ
Miguel Ángel Rivera, Opinión lunes 1, Sep 2025CLASE POLITICA Miguel Ángel Rivera
Tiene razón la presidenta (con A) Claudia Sheinbaum Pardo al rechazar las censuras de la oposición, pues luego de escuchar su elogioso mensaje con motivo de la presentación de su informe anual de labores ante el Congreso, los mexicanos deberíamos estar convencidos de que vivimos “en el mejor país” de todo el mundo.
A pesar de que el país crece a poco más del uno por ciento anual –bastante lejos del ofrecido cuatro y hasta seis por ciento al arranque del actual régimen– la mandataria se despidió con un “vamos bien y vamos a ir mejor”.
Como era de esperar, la mandataria destacó en su discurso de Palacio Nacional, ante medio millar de seleccionados invitados especiales, pero transmitido a todo el país por la red de radio y televisión oficial, destacó el éxito de la llamada Cuarta Transformación al rescatar a millones de personas de la pobreza.
Sheinbaum aseguró quye este logro se inició en el gobierno de su antecesor y caudillo, Andrés Manuel López Obrador, al que insistió en llamar “presidente” y cotinuó durante su propia administración, pero se le olvidó mencionar que esas prestaciones están consagradas en la Constitución, con el respaldo de todas las fuerzas políticas, así que no es una donación ni una conquista de la llamada Cuarta Transformación, ni tampoco puede ser cancelada por un solo partido o por un gobierno surgido de otra corriente política, como amenaza Morena para asegurarse el voto de los beneficiarios de esos programas sociales y de sus familias.
Por lo demás, los especialistas han advertido que esa numerosa reducción de la cantidad de pobres se debe a un cambio de la metodología para medir la pobreza. El excandidato presidencial José Antonio Meade Kuribreña advirtió que, con la nueva metodología aplicada por el actuall régiemn, la mayor caída del porcentaje de la población en pobreza extrema, fue entre los años 2014 y el 2016, no entre el 22 y el 24.
O sea, en este escenario, la medalla de oro sería para el expresidente priista Enrique Peña Nieto y no para el “movimiento” del que se jacta encabezar la presidenta (con A).
“Trabajamos todos los días para el abasto gratuito de medicamentos”.
Esa fue otra de las expresiones triunfales de la presidenta Sheinbaum, en referencia a otra de las grandes fallas de la llamada Cuarta Transformación, el desabasto de medicinas y las deficiencias en el sistema nacional de salud desde que el caudillo López decidió cancelar el Seguro Popular y sustituirlo por un fallido Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) que tuvo tantas fallas que fue necesario eliminarlo y trasladarle la carga el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), que ahora debe soportar el denominado IMSS Bienestar.
El problema más grave, aparejado a ese cambio de instituciones, fue el desabasto de medicinas, pues supuestamente el gobierno del caudillo de la 4T canceló todos los contratos para la adquisición de esos productos mediante un probado sistema de concurso mediante el cual se concedían las licencias a las empresas que ofrecieran mejores precios y condiciones de entrega. El gobierno actual (estamos en el segundo piso) recurrió a sus allegados y hasta a un organismo de las Naciones Unidas (ONU), pero hasta la fecha no ha podido ofrecer suficientes medicamentos ni para los afiliados al IMSS, por no hace referencia a quienes no están afiliados a alguna institución de seguridad social.
Por eso son las manifestaciones de protesta de quienes no reciben sus medicamentos, sector en el que, lamentablemente, destacan los padres de los niños con cáncer. Tampoco los adultos los tienen, por lo que sus familias tienen que afrontar el alto valor de esos productos, el cual no se puede cubrir con las pensiones otorgadas por el gobierno por mandato constitucional.
Por eso, la expresión de la presidenta Sheinbaum de que “todos trabajamos para el abasto de medicamentos” no se puede interpretar como una declaración de que se surten todos los productos requeridos por los enfermos.
Al respecto, cabe recordar que según reportes oficiales, el IMSS dejó de surtir un total de 11,575,307 piezas de medicamentos durante el año 2024, de acuerdo con datos del colectivo Cero Desabasto, que documenta el desabasto de medicinas en el sistema de salud mexicano.
Para no variar, los medicamentos más afectados por esta falta de abastecimiento incluyen aquellos para el tratamiento de enfermedades oncológicas, además de diabetes, hipertensión y salud mental.
Cabe mencionar que, según la organización civil mencionada, el desabasto no solo afecta a pacientes del IMSS, sino también a quienes se atienden en el IMSS-Bienestar, así como a derechohabientes de la Secretaría de Salud (Ssa) y la Secretaría de Marina (Semar).
Entonces, hay que trabajar todavía más para satisfacer las necesidades de la población objetivo que son muchos millones.
En el terreno político lo peor que, desde una noche antes de su mensaje, la presidenta Sheinbaum fue presentada como una intransigente no dispueta a aceptar opiniones o propuestas de la oposición.
Esta crítica no viene de la oposición, sino de sus propias filas, pues la mayoría o, por lo menos, un sector numeroso de la bancada de Morena en la Cámara de Diputados se negó a aceptar a un diputado del PAN como presidente(a) de su Cámara para el año legislativo que se inició ayer,
Los propuestos por la bancada de Acción Nacional fueron Kenia López Rabadán, Margarita Zavala (exprimera dama, sexenio de su esposo Felipe Calderón), Federico Doring y Germán Martínez Cázares (que ha pasdao del Pan a Morena y de regreso), pero ninguno de ellos fue aceptado por el oficialismo, por lo que el “moreno” Sergio Gutiérrez Luna (esposo de la diputada que se hizo famosa como “dato protegido”, pero cuyo nombre oficial es Diana Karina Barreras) se mantendrá al frente de ese órgano legislativo por lo menos hasta el cercano día 5.
Los legisladores de Morena intentaron presentar su inconformidad como un rechazo a la posibilidad de que la presidencia de su Cámara quede durante un año encabezada por un integrante de Acción Nacional y en particular contra los panistas propuestos, todos los cuales han dado evidencia de combatividad en contra del actual régimen. Pero también ha circulado la versión de que se trató de una instrucción recibida desde Palacio Nacional, pues supuestamente la presidenta Sheinbaum no desea que su primer informe de gobierno sea recibido por un miembro del partido azul, al que todavía no le “perdonan” el supuesto fraude que impidió que su caudillo de Tabasco llegara a la Presidencia de la República.
De ser cierta esta última versión, significaría que la mandataria está alineada con el sector de los “duros” de su partido que no quieren ningún trato con la oposición y retener todo el poder, en todos los ámbitos de la vida nacional, como lo evidenciaron al maniobrar para tener un Poder Judicial a modo.
Esto debería definirse al término de la sesión general del Congreso convocada para ayer tarde-noche (después del cierre de esta columna), cuando se convoque a la siguiente asamblea de la Cámara de Diputados, en la que ya se elegirá al nuevo presidente(a). Mientras, la secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez, entregará el texto del informe presidencial, sin que haya discursos, pero entre miembros de Morena, pues Gutiérrez Luna encabezará la comisión legislativa encargada de recibir el documento.
Lo que sí, se mantiene, el apartado en donde los partidos fijarán sus posiciones respecto al informe presidencial que, salvo detalles, se puede anticipar: Morena y sus satélites PT y PVEM, con elogios, contra las críticas de PAN y PVEM y la única incógnita de MC que unas veces se inclina ante el gobierno y otras se mantiene como verdadero partido de oposición.
La jornada política terminará con la instalación de la nueva Suprema Corte, la cual puede contribuir a aumentar los atractivos turísticos de la capital del país, si abre las puertas de sus instalaciones para repetir nuevas representaciones de supuesta ceremonias heredadas de los pueblos originarios.
Ayer, además de estrenar toga con adornos supuestamente prehispánicos, el presidente de la nueva Corte, el “indígena” Hugo Aguilar, se “estrenó” con una ceremonia de entrega de bastones de mando a los nuevos ministros vigente siglos antes de que se aprobara la Constitución que prometieron respetar.











