Chicago, “zona de guerra” por el terror migratorio de Trump
Seguridad martes 7, Oct 2025- Protestas por redadas
- Agentes del ICE hace uso excesivo de la fuerza contra ciudadanos que denuncian abusos

Decenas de personas han resultado heridas o arrestadas en los enfrentamientos entre las fuerzas federales y los manifestantes que protestan contra el operativo de detención de migrantes en ciudades democratas como Chicago y Portland.
Chicago se ha convertido en un campo de batalla, luego de que el presidente estadounidense Donald Trump le “declarara la guerra” a las ciudades demócratas por su rechazo al endurecimiento de las políticas migratorias contra personas indocumentadas.
Numerosas personas han resultado heridas y varias arrestadas en los enfrentamientos ocurridos entre las fuerzas federales y los manifestantes que protestaron el fin de semana contra el operativo de detención de migrantes que el gobierno puso en marcha en la ciudad el mes pasado.
Los agentes de inmigración usaron gases lacrimógenos e hicieron uso excesivo de la fuerza contra los ciudadanos que denunciaban los abusos cometidos contra los migrantes y las deplorables condiciones en las que los mantienen en los centros de detención.
La llamada Operation Midway Blitz, iniciada a principios de septiembre, ya se ha saldado con cientos de detenciones de migrantes, según datos del Gobierno. Las protestas en contra del operativo se han ido multiplicando en las últimas semanas, lo que ha llevado al presidente Trump a autorizar la movilización de cientos de efectivos de la Guardia Nacional para contener las manifestaciones.
Las autoridades de Chicago y del Estado de Illinois respondieron con una demanda contra la Administración para bloquear el despliegue en sus calles, pero una jueza federal declinó, por ahora, frenarlo.
El gobernador de Illinois, J. B. Pritzker, ha acusado al Gobierno de querer “crear una zona de guerra” para justificar la movilización de la Guardia Nacional. “Están usando todos los recursos a su disposición para impedir que mantengamos el orden”, ha asegurado.
La violencia se recrudeció el fin de semana pasado en los encuentros de manifestantes y agentes del orden frente al centro de detención de Broadview, un suburbio cercano al oeste de Chicago donde la mayoría de la población es negra y latina. Vídeos que se difundieron rápidamente en las redes sociales mostraron la agresividad utilizada por los agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE).
Zonas “libres del ICE”
En respuesta al caos en la ciudad, el alcalde de Chicago, el demócrata Brandon Johnson, anunció que establecería “zonas libres del ICE”, lo que impediría que los agentes federales se presentaran sin orden judicial. Además, varios ciudadanos, medios de comunicación y representantes del clero interpusieron una demanda este lunes denunciando la violencia policial en las manifestaciones de los últimos días.
“Nunca en la era moderna el gobierno federal ha socavado las protecciones constitucionales fundamentales a esta escala, ni ha usurpado el poder policial de los Estados al ordenar a agentes federales que lleven a cabo una misión ilegal contra el pueblo para su propio beneficio”, afirma la demanda, que defenderá, entre otros, la Unión para la Defensa de las Libertades Civiles (ACLU).
La organización denuncia que “esta violencia desenfrenada por parte del Gobierno federal es un intento flagrante de interferir con los derechos más preciados y fundamentales consagrados en la Primera Enmienda de la Constitución de los Estados Unidos: la libertad de expresión, la libertad de prensa, la libertad de creencias religiosas y el derecho a reunirse pacíficamente y expresar su desacuerdo con el Gobierno”.
En el documento judicial figuran las experiencias vividas por varios de los demandantes. “Durante ese tiempo, al menos cuatro de nuestros empleados o trabajadores independientes me han dicho que agentes federales los atacaron con balas de pimienta y gas lacrimógeno en Broadview”, señala Stephanie Lulay, editora ejecutiva y cofundadora de Block Club Chicago, en la demanda.
Las ciudades demócratas se rebelan
Las ciudades demócratas, y los Estados de los que forman parte, quieren plantar cara a Donald Trump y sus intentos de imponer el control en sus calles por la vía militar. Mientras el presidente de Estados Unidos intensifica su estrategia y trata de aumentar el despliegue de tropas en urbes como Portland y Chicago, ambas ciudades, y los Estados, han recurrido a los tribunales para bloquearlo.
La noche del domingo, una jueza dio la razón a la capital de Oregón, Salem, y ordenó que no se despliegue de momento ningún efectivo de la Guardia Nacional allí; este lunes, ha sido Illinois, el Estado donde se encuentra Chicago, el que ha presentado una demanda con el mismo objetivo.
La demanda de Illinois quiere bloquear la decisión del presidente este fin de semana de poner bajo su control y desplegar en Chicago a 300 soldados de la Guardia Nacional local durante 60 días, y 400 del mismo cuerpo militar de Texas, pese a que el gobernador demócrata, J.B. Pritzker, está en contra de esa movilización. “Estos pasos en la guerra declarada desde hace tiempo por Trump contra Chicago e Illinois son ilegales y peligrosos”, asegura la demanda.
En total, son ya cinco las ciudades demócratas a las que Trump ha impuesto, o ha intentado imponer, un trágala militar, en un contexto de creciente militarización de la política migratoria y de seguridad dentro del país: además de Chicago y Portland, el presidente también ha federalizado a las tropas en Los Ángeles -la primera y donde el despliegue llegó a ser de ,800 soldados de la Guardia Nacional y la Infantería de Marina, el más numeroso hasta el momento-, la capital, Washington, y Memphis.
Invocaría Trump Ley de Insurección
El presidente Donald Trump se plantearía invocar la Ley de Insurrección para desplegar a las fuerzas armadas en las ciudades demócratas si los jueces le prohíben activar como pretende a la Guardia Nacional para tareas de protección de la seguridad en las calles de Chicago y de Portland, según ha afirmado, mientras se disparan las tensiones sobre esas órdenes de movilización.
Trump ha comparado la situación en Portland, la mayor ciudad del Estado de Oregón, con una “insurrección”. “Portland está en llamas. Ha estado en llamas desde hace años”, aseguraba. El presidente alega que esa localidad está tomada por el movimiento antifascista -que él ha declarado como organización terrorista- y que noche tras noche desde hace meses se suceden protestas violentas en torno a las oficinas de la Agencia de Control de la Inmigración (ICE), el organismo encargado de hacer cumplir su dura política de deportaciones. Por ello considera imprescindible desplegar allí a la Guardia Nacional. “Y sin embargo tienes a una jueza descarriada que intenta fingir que no hay ningún problema”, agregó el mandatario.











