Mixquic: tradición y turismo se unen
Cultura, Nacional domingo 26, Oct 2025

Este fin de semana, como cada año, miles de personas de todo el mundo acuden a San Andrés Mixquic, donde tiene su punto álgido la celebración por el Día de Muertos y que, pese a la masiva afluencia, consigue mantener intactas sus tradiciones centenarias.
Este pueblo, situado en la alcaldía de Tláhuac, es conocido por la belleza de los panteones que los habitantes de la comunidad dispone para la visita del público, tanto en la iglesia y el cementerio como en casas particulares, donde fabulosos altares decorados con flores nube, alhelí y la famosa cempasúchil hacen la delicia de los visitantes.
Toda la comunidad se vuelca en la celebración y se ofrece al turista un sinfín de opciones culinarias, hay puestos de comida de todo tipo en las calles que rodean el panteón principal y la música de las cumbias populares no deja de sonar en todo el trayecto desde la periferia hasta el centro del pueblo.
Cientos de familias que invitan a los turistas a entrar en sus casas donde hay altares de todo tipo, grandes y pequeños, modestos y ostentosos, pero donde no falta nunca café o comida que ofrecer a quien viene desde fuera.
“Yo pongo esto con mucho amor, trato de hacerlo más alegre, a lo mejor no tanto para lucirme, sino para sentirme bien con mis seres queridos, que ya no están aquí, pero que los llevo aquí dentro y que tenemos la creencia de que ellos están aquí ahorita y a ellos les gustaba mucho también que hubiera mucha gente”, explica Abel.
Tradición de los campaneros
Los niños del pueblo, en grupos conocidos como ‘campaneros’, visitan los distintos altares privados y públicos que hay en la localidad y realizan ofrendas en ellos, por el camino se mezclan con los miles de turistas nacionales e internacionales que inundan el pueblo atraídos por sus singulares tradiciones.
Los visitantes podrán apreciar la colocación de estrellas luminosas a lo largo de todo el pueblo “para que no se pierdan las ánimas” y encuentren el camino a su altar como nos explica Diana Calderas, quien este año ha decidido abrir el precioso panteón de su casa para que sea visitado.
“En el pueblo se cree que solo muere quien es olvidado y para mí mis seres queridos jamás serán olvidados, entonces para mí es como si ellos regresaran en vida y para mí es como una fiesta, que ellos se encuentren lo que fue y su hogar lleno de alegría, de lo que a ellos les gustaba y con mucho amor”, cuenta Diana, quien como tantos de sus vecinos se encarga de mantener viva esta tradición que fascina al mundo











