Cuadro de Kahlo rompe récord al ser subastado por 54.7 mdd en solo 5 minutos
* Destacadas, Espectáculos lunes 24, Nov 2025- Autorretrato El sueño, de 1940
- El precio de venta más alto para una obra de cualquier artista femenina

El autorretrato El sueño, de 1940, de la famosa artista mexicana Frida Kahlo se vendió por 54.7 millones de dólares en una subasta de arte de Sotheby’s Nueva York, convirtiéndose en el precio de venta más alto para una obra de cualquier artista femenina.
La cifra final superó el récord previo para una artista femenina, que pertenecía a la estadounidense Georgia O’Keeffe, cuya pintura Jimson Weed/White Flower No. 1 alcanzó 44.4 millones de dólares en 2014.
También rebasó el monto pagado en 2021 por la obra Diego y yo, de la propia Kahlo, que se vendió en 34.9 millones de dólares, entonces el precio más alto para una obra latinoamericana. Se informa que sus pinturas se han vendido de manera privada por incluso más.
Sotheby’s detalló que El sueño formó parte central de una subasta integrada por más de 80 piezas surrealistas de artistas como Salvador Dalí, René Magritte, Max Ernst y Remedios Varo.
La pintura proviene de una colección privada, cuyo propietario no ha sido revelado, y es legalmente elegible para la venta internacional.
La pintura presenta a Kahlo recostada en una cama colonial mientras un esqueleto cargado con pirotecnia se eleva sobre ella, elemento que alude a las figuras tradicionales del Sábado de Gloria. La obra combina elementos simbólicos, como enredaderas y hojas que cubren parcialmente a la artista, y un cielo que cambia de tonalidad para sugerir movimiento y transición.
El autorretrato es una de las pocas piezas de Kahlo que ha permanecido en manos privadas fuera de México, donde su obra ha sido declarada monumento artístico. Sus obras en colecciones públicas y privadas dentro del país no pueden ser vendidas al extranjero ni destruidas.
El sueño se exhibió públicamente por última vez a finales de la década de 1990, la pintura fue la estrella de la venta de más de 100 obras surrealistas de artistas como Salvador Dalí, René Magritte y Max Ernst.
La muerte elemento constante en su trabajo
La muerte fue un elemento constante en el trabajo de Kahlo, marcada por el accidente que sufrió a los 18 años, sus múltiples padecimientos e incluso intentos de suicidio. Sin embargo, su visión tendía más a la reflexión que al temor.
Comenzó a pintar mientras estaba postrada en cama, se sometió a una serie de dolorosas cirugías en su columna vertebral y pelvis dañadas, y luego usó corsés hasta su muerte en 1954, a los 47 años.
Durante los años en que Kahlo estuvo confinada a su cama, llegó a verla como un puente entre mundos mientras exploraba su mortalidad.
Kahlo resistió ser etiquetada como surrealista, un estilo de arte que es onírico y se centra en una fascinación por la mente inconsciente.
“Nunca pinté sueños”, dijo una vez. “Pinté mi propia realidad.”
En su nota de catálogo, Sotheby’s dijo que la pintura “ofrece una meditación espectral sobre la porosa frontera entre el sueño y la muerte”.
“El esqueleto suspendido a menudo se interpreta como una visualización de su ansiedad por morir en su sueño, un miedo muy plausible para una artista cuya existencia diaria estaba moldeada por el dolor crónico y el trauma pasado”, señala el catálogo.
Además de El sueño, este tema aparece en obras como La mesa herida y Niña con máscara de muerte. En la cabecera de la recámara donde dormía también tenía un esqueleto de papel maché como elemento decorativo, que se encuentra actualmente en el Museo Frida Kahlo, la casa en la que vivió y murió, en Coyoacán, Ciudad de México.
Algunos historiadores del arte han examinado la venta por razones culturales, mientras que otros han expresado su preocupación de que la pintura podría desaparecer nuevamente de la vista pública tras la subasta. Ya ha sido solicitada para próximas exposiciones en ciudades como Nueva York, Londres y Bruselas.
La pintura ya fue solicitada para una amplia itinerancia internacional
El historiador del arte mexicano Luis Martín Lozano explicó que la obra mostraba originalmente un carácter íntimo, ya que estaba destinada a su amigo Nickolas Muray. Sin embargo, Kahlo informó en 1939 que debió venderla a través del galerista Alberto Misrachi debido a complicaciones económicas, las cuales no concluyó hasta el año siguiente.
La pieza salió de México antes de que en 1984 el Gobierno declarara la obra de la artista como Monumento Artístico, disposición que prohíbe exportar cualquier pintura que permanezca en territorio nacional. A raíz de su circulación previa, El sueño (La cama) quedó fuera del marco legal que impide su salida del país.
Sotheby’s indicó que la pintura ya fue solicitada para una amplia itinerancia internacional que se llevará a cabo antes de que su nuevo propietario la reciba. El recorrido incluirá su exhibición en Frida y Diego: El último sueño, en el Museo de Arte Moderno de Nueva York entre marzo y septiembre de 2026, y posteriormente en Frida: La creación de un ícono, en la Tate Modern de Londres.
La obra también viajará a la Fondation Beyeler en Basilea en 2027 y continuará su presentación en la Bundeskunsthalle de Bonn, además del Kunstmuseum de Basilea, el Museo de Arte Moderno de Espoo en Finlandia y el BOZAR de Bruselas, donde permanecerá entre diciembre de 2027 y julio de 2028.











