El pastor de los diputados oficialistas se convierte en capitán de porras
Miguel Ángel Rivera, Opinión jueves 4, Dic 2025CLASE POLITICA Miguel Ángel Rivera
A partir de ayer, el ex gobernador de Zacatecas Ricardo Monreal Ávila, aumentó uno más a los muchos cargos y atribuciones que tiene en la Cámara de Diputados, al convertirse en capitán de porra.
Este personaje es coordinador de la bancada de Morena y al mismo tiempo presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo), el verdadero órgano de gobierno de esa Cámara. En su ficha en la enciclopedia electrónica Wikipedia se le describe como académico, abogado y político.
En su carrera política ha sido cuatro veces diputado, dos veces por el PRI, una por el que ahora se conoce como Movimiento Ciudadano (MC) y actualmente por Morena. Además, ha sido tres veces senador, una (como suplente) por el PRI; otra más por el Partido del Trabajo (PT), de cuya bancada fue coordinador, y la tercera por Morena, de cuyo grupo parlamentario fue coordinador. En esa trayectoria multilateral para ser gobernador de Zacatecas, fue postulado por el ahora casi extinto PRD.
En esa extensa y variada carrera política, destaca que en dos ocasiones ha competido con la ahora presidenta (con A) Claudia Sheinbaum Pardo. Primero por la postulación para la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México y la segunda nada menos que por la Presidencia de la República.
Precisamente como resultado de esta última contienda, ganó como premio de consolación ser el líder de la Cámara de Diputados, de acuerdo con las condiciones fijadas por el caudillo de la llamada Cuarta Transformación, el ex presidente Andrés Manuel López Obrador, quien marginó al impresentable Gerardo Fernández Noroña a pesar de que en las encuestas (no conocidas por nadie más) lo ubicaron por encima del zacatecano, pero esto se justificó porque el ex dirigente de los deudores de la banca no militaba en Morena, sino en el PT, partido al que posteriormente renunció para dar el salto al organismo oficial.
Por estos antecedentes, Monreal es calificado en medios políticos cercanos al oficialismo como una imposición del caudillo tabasqueño, lo cual a su vez sustenta versiones en el sentido de que el ex presidente López ha creado un nuevo maximato y mantiene el control sobre la Presidenta (con A).
Para contrarrestar tales versiones interesadas, el zacatecano Monreal se ha esforzado por dejar constancia de su sumisión a Sheinbaum, por lo cual ha procurado dar celeridad a la aprobación de cualquier asunto que se considere de interés para la inquilina de Palacio Nacional.
En estas circunstancias llegamos a la tramitación de la controvertida iniciativa de reformas a la Ley Nacional de Aguas, repudiada por los productores agropecuarios, quienes han realizado diversas protestas, en las que sobresalen los bloqueos a las principales carreteras y autopistas del país.
En lo que los hombres del campo y los dirigentes de los partidos opositores califican de simulación, el oficialismo convocó a foros de negociación, supuestamente para incorporar a la iniciativa las propuestas de los trabajadores del campo.
En esta fase, el oficialismo, en particular el mencionado Monreal, destacaron haber introducido 50 cambios a la iniciativa original, con lo cual suponían cumplir con las exigencias de los productores agropecuarios, quienes recibieron el respaldo de los transportistas aquejados por los imparables atracos en las carreteras nacionales, inclusive en las que se suponen más vigiladas. Esto, sin contar que muchas veces los atracadores son los presuntos agentes del orden que deberían cuidarlos. Para ponerlo en términos comunes, son víctimas, también, de los “mordelones”.
Las exigencias de los productores agropecuarios fueron asumidas por los legisladores de oposición, quienes presentaron centenas de mociones suspensivas que fueron discutidas, pero ninguna aprobada. Sólo prosperaron las propuestas de los legisladores del oficialismo que, se presume, responden a las inconformidades de los productores agropecuarios.
La parte estelar le correspondió al coordinador de los “morenos”, el referido Ricardo Monreal, quien presentó en tribuna no una ni dos propuestas de corrección sino 18 de golpe, las cuales ya fueron aprobadas en lo particular.
Estas correcciones se sumaron a cerca de 50 cambios previos realizados al dictamen original, que según los argumentos del oficialismo pretenden principalmente aclarar y dar certeza jurídica sobre las concesiones existentes de aprovechamiento del agua, especialmente para los sectores agrícola y ejidal.
Las 18 modificaciones, presentadas en bloque y respaldadas por los partidos Morena, PT y PVEM, abordan varios puntos sensibles que generaron preocupación entre productores y campesinos, como la transmisión de concesiones. Para ello, se ajustó la redacción para dar mayor claridad y certeza jurídica a los mecanismos de transmisión de derechos de agua (herencias, compra-venta) entre particulares y ejidos, evitando interpretaciones que pudieran sugerir su prohibición o expropiación.
Además, se precisaron las definiciones relacionadas con el uso del agua en actividades agrícolas y ganaderas y los procedimientos para la reasignación de volúmenes, respondiendo a las demandas de los productores. También se incluyeron ajustes relativos al funcionamiento del Registro Público de Derechos de Agua (RPDA) y su vinculación con los padrones agrarios y sistemas comunitarios.
Las modificaciones reafirman el objetivo principal de la ley de garantizar el agua como un derecho humano y no como una mercancía, dijeron los legisladores del bloque oficialista, que no perdieron la oportunidad de acusar a la oposición de intransigencia.
La consecuencia de las diferencias entre oficialistas y oposición fue que la sesión, iniciada el miércoles 3 de diciembre se prolongara 24 horas, lo que la convirtió en una de las de más duración en la Cámara de Diputadas, aunque sin llegar a los casi tres días que se extendió la asamblea en la que, en el sexenio de Enrique Peña Nieto, se validaron las leyes reglamentarias de la reforma energética, todas las cuales quedaron anuladas por la llamada Cuarta Transformación. Pero esa es otra historia.
El hecho es que al término de la más reciente jornada maratónica, en la que se aprobaron las reformas en materia de agua, el coordinador de Morena, Ricardo Monreal, aprovechó una última intervención en tribuna para destacar los supuestos beneficios de los cambios aprobados, que todavía no tienen valor de ley, pues deberán ser ratificados por el Senado.
El zacatecano subió a tribuna rodeado de una buena parte de los integrantes de la bancada oficialista y no se limitó al recuento de los supuestos avances aprobados con el respaldo de sus satélites del PT y PVEM, sino que se erigió en jefe de porra.
“Quiero felicitar a mis compañeros de Morena, les puedo decir que me siento muy orgulloso de ustedes porque hicieron un gran papel en la tribuna y en las comisiones. Y me siento muy halagado de ser su compañero de lucha y ser su coordinador que me enaltece”, manifestó el legislador zacatecano, paro luego concluir como conductor del coro formado por los diputados que le rodeaban:
“Que viva Morena, viva México, viva la presidenta Claudia Sheinbaum”, arengas repetidas por el coro. “Los invito, los invito a que nos acompañen de manera respetuosa a ser testigos del gran movimiento que va a acompañar a la presidenta Claudia Sheinbaum el sábado a las 10 de la mañana. Ahí nos vemos en el Zócalo”, agregó el coordinador.
El “gran movimiento” al que hizo referencia Monreal es a la concentración que el régimen prepara para mañana, sábado 6, para retacar el Zócalo de la Ciudad de México con miles de acarreados, procedentes de todos los rumbos de la República.
No se trata de ningún infundio, el acarreo fue exhibido no sólo por los críticos del gobierno de la llamada Cuarta Transformación, sino también por sus propios integrantes.
Allí está, por ejemplo, un video de Viridiana Román, titular del Centro de Empoderamiento y Protección para la Mujer en el estado de Baja California, quien denunció públicamente la cancelación de una ceremonia de graduación organizada por su dependencia, debido a una instrucciones para movilizar personas para participar en la manifestación preparada por Morena para la mencionada fecha del 6 de diciembre en la capital del país.
Sin embargo, eso no es motivo para acallar las porras ¿o sí?











