Día de gobernadores
Ramón Zurita Sahagún miércoles 19, Oct 2011De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Pareciera ser que el trabajo de los diputados es sumamente extenuante, tanto que requieren de reposo constante y de descargar la presión del trabajo fuera del recinto.
No es la primera ocasión en que el presidente de la mesa directiva tiene que dar por terminada la sesión, declarar recesos, convocar a que la sesión continúe al día siguiente, ante la falta de quórum.
Unas veces por estrategia, otras porque los diputados atienden asuntos personales o las más de ellas por pereza, pero el salón de sesiones se muestra regularmente vacío.
Por eso, el reglamento se aplica, según el criterio del presidente en turno o a petición de algún diputado que hace la petición de recuento de la asistencia.
Los días recientes son una muestra del desorden que priva entre las fracciones de diputados que conforman la LXI Legislatura.
Como todos los años, la concurrencia de gobernadores, alcaldes, secretarios del gabinete y directores de empresas públicas, convierten San Lázaro en una romería.
Los gobernantes acuden, algunos de ellos, respaldados por una feria de artesanías, otros llevan platillos de su entidad y convocan a comidas masivas que distraen la gestión de los diputados.
Todos van con un mismo propósito, conseguir mayor presupuesto que el preestablecido, aunque pocos lo consiguen.
Pero eso sí, se celebran reuniones de todo tipo, donde los gobernante son atenidos por la cúpula de los diputados que forman la fracción del partido en que militan los mandatarios estatales.
Lo mismo son los priístas, que los panistas o los perredistas. Francisco Rojas, Francisco Ramírez Acuña y Armando Ríos, se reúnen en forma privada con los gobernantes en las sedes de sus respectivas fracciones, a las que acuden los diputados de ese estado y lo más granado de su militancia.
Al margen de ello, los gobernadores son recibidos en sendas sesiones de trabajo por las comisiones camarales que representan las áreas en las que pretenden dirigir el presupuesto solicitado.
Por eso, los gobernadores pasan uno hasta dos días en la Cámara de Diputados en el mes de octubre y otros realizan visitas varias para sensibilizar a los legisladores sobre la necesidad de esos recursos dirigidos a las áreas prioritarias en las que desean proyectar el esfuerzo administrativo del año siguiente.
Ayer fue un ejemplo de ello, César Duarte, gobernador de Chihuahua, regresó a la Cámara de Diputados en busca de esos recursos extras que requiere para aplicar en las áreas sensibles de su estado, especialmente en los rubros de seguridad, educación y campo.
Ivonne Ortega Pacheco, mandataria de Yucatán, hizo lo propio, aunque las noticias no resultaron tan agradables para ella, ya que Alfonso Navarrete Prida, presidente de la Comisión de Presupuesto, le notificó que se reducirá el presupuesto en cerca de mil millones de pesos, aunque todavía se puede modificar la cifra, según sean los métodos de convencimiento por parte de la priísta.
También estuvo el popular “Malova” (Mario López Valdez), gobernador de Sinaloa, quien llevó consigo una comida típica de su estado, consistente en mariscos, ofrecida al término de sus negociaciones.
El ex priísta, con su tono campechano, tiene buenas relaciones en los tres principales partidos, ya que militó por décadas en el PRI y luego fue respaldado por Acción nacional y el de la Revolución Democrática en su camino al gobierno estatal.
Otro que asistió ayer mismo fue el gobernador panista de Baja California, José Guadalupe Millán, solamente que éste es menos conocido que sus colegas y le prestaron también menos atención los diputados.
Y aunque los diputados se encontraban distraídos con sus gobernantes y preferían placearse con ellos por todo el edificio de San Lázaro, fue de nuevo Gerardo Fernández Noroña uno de los ingredientes adicionales que llevaron a la suspensión de la sesión que prometía ser atractiva.
El diputado del PT subió a tribuna para expresar su negativa a la aprobación de un tema ecológico, referente a los mamíferos marinos, cuando expresó que en realidad se encontraba a favor de la iniciativa y que su participación se debía a que quería mostrar pruebas de la doble moral panista.
Mostró documentos en los que se asienta una averiguación previa levantada en contra del diputado panista de Colima, Leoncio Morán, quien en el pasado atropelló a una persona y la dejó abandonada a su suerte y arremetió nuevamente contra el presidente Calderón.
La réplica de Leoncio encendió la chispa y la sesión hubo de ser concluida.
Pero eso no fue todo, ya que en pleno pasillo se encontraron frente a frente y como dos gallos de pelea, Leoncio y Gerardo se retaron y lanzaron acusaciones fuertes, mediante puyas lacerantes.
El pretexto fue ese, pero la realidad es que la falta de quórum existía desde mucho antes y se avecinaba una batalla verbal entre priístas y panistas, sobre el tema de las declaraciones del presidente Felipe Calderón en torno al riesgo de que los tricolores (si ganan la Presidencia de la República) se sienten a negociar con el crimen organizado.
La discusión se antojaba interesante, por las posiciones de unos y otros, aunque ese debate se pospuso, pero no se canceló, ya que en la siguiente sesión, en la que, supuestamente, se deberá sacar la Ley de Ingresos, podrá dedicarse parte de la sesión al tema
NUEVO DRAMA EN TABASCO
Como sucede cada año, el estado de Tabasco se encuentra bajo el agua, producto de las inundaciones, poniendo en situación de damnificados a más de 120 mil personas.
El Plan Hídrico sigue siendo un proyecto del gobierno federal que no logra aterrizar y el desbordamiento de los ríos tiene anegado gran parte del territorio, mientras que las autoridades federales escatiman la ayuda.