Lo de Coahuayana ¿es o no terrorismo?
Opinión, Roberto Vizcaíno lunes 8, Dic 2025
TRAS LA PUERTA DEL PODER Roberto Vizcaíno
“El terrorismo es el uso sistemático de la violencia y la intimidación (asesinatos, secuestros, atentados) por parte de grupos o individuos para infundir miedo en una población o gobierno, buscando objetivos políticos, religiosos o ideológicos al desestabilizar el orden social, político o económico, y suele ser cometido por actores no estatales o incluso estatales, definiéndose como una sucesión de actos criminales que persiguen fines de alarma social y subversión”
Tal cual lo define el diccionario de la lengua española.
Por eso la Fiscalía General de la República (FGR), ahora bajo el mando de Ernestina Godoy, indicó en sus comunicados del sábado que el ataque con coche bomba a un destacamento de la policía comunitaria en La Coahuayana, Michoacán había sido un acto terrorista.
Este atentado atrapó a la presidenta Claudia Sheinbaum -y a su equipo interno- no solo en el llamado jet-lag (la descompensación y desconexión con tu realidad provocados por la falta de sueño y la alteración del ritmo circadiano que ocurre por viajar rápidamente a través de diferentes zonas horarias, causando fatiga, insomnio, irritabilidad y otros muchos problemas porque tu reloj interno no coincide con la hora local, lo que impacta en el estado de ánimo y el rendimiento debido a su rápido viaje a Washington para estar con Donald Trumpo y Mark Carney en la ceremonia de la FIFA y estar de regreso el sábado para encabezar su marcha y mitin en el Zócalo para celebrar los 7 años cumplidos de la 4T en el poder) y no pudo evaluar los efectos que tendría para su gobierno admitir que en el México administrado por ella existen ya actos terroristas.
De entrada, admitirlo sería darle pie a Trump para arreciar su demanda de que la presidenta Sheinbaum acepte el ingreso de militares de EU a ayudar en el combate directo en México contra carteles terroristas.
Otro efecto sería aceptar por primera vez en México la existencia de grupos terroristas.
Por eso un día después rectificaron y calificaron lo del coche bomba como un acto de delincuencia organizada, no de terrorismo.
Lo cierto es que ni la presidenta Sheinbaum, ni su inquieto antecesor recluido en Palenque, ni nadie en su 4T pueden ya negar que vivimos en un estado de narco-guerra-terrorista.
Antecedentes
Mire usted:
– El viernes 21 de noviembre anterior, apenas rebasadas las 7 de la mañana, una avanzada de vigilancia de “Los Murciélagos”, parte de un comando militar de elite para operaciones extremas, bajo el mando del secretario de Seguridad, Omar García Harfuch, detectó una columna de 22 vehículos blindados del Cártel Jalisco Nueva Generación sobre la autopista de cuota de Uruapan al puerto de Lázaro Cárdenas.
La instrucción inmediata fue cérquenlos y extermínenlos. La batalla -en que participó un helicóptero del Ejército fuertemente artillado y el resto de “Los Murciélagos”- duró 8 horas a lo largo de 30-40 kilómetros y en poblados aledaños. El reporte final fue: 87 sicarios muertos, ninguno más sobrevivió, y cero bajas ni heridos entre las fuerzas del gobierno. “Los Murciélagos” encontraron 22 vehículos blindados, 120 armas, 63 AK47, 42 AR15, 8 Barrets calibre 50, 3 lanzagranadas, 2 ametralladoras calibre 50, 80 mil cartuchos y 14 cohetes.
De los sicarios, unos cayeron en combate directo o abatidos por francotiradores y las ráfagas mortales lanzadas desde el helicóptero a lo largo de la carretera, otros en los campos de cultivo circundantes a donde corrieron y unos más fueron cazados uno a uno en pequeñas rancherías y poblados a donde quisieron resguardarse.
Días antes, los mismos “Murciélagos”, dentro de la misma zona, habían derribado 4 helicópteros del CJNG y abatido o capturado a un total de otros 63 sicarios.
En Michoacán es donde asesinaron hace mes y medio al alcalde de Uruapan, Carlos Manzo, y donde se ha desarrollado muy rápidamente el uso de narco-drones con combas y explosivos.
Existe la versión de medios informativos de EU que indican que el CJNG envió desde el año pasado a jóvenes técnicos expertos en fabricación y uso de drones a Ucrania a capacitarse en el desarrollo de drones de guerra para usarlos en México.
¿Con todos estos elementos nos pueden seguir intentando negar que estamos ya en medio de acciones narcoterroristas?
¿Dónde están senadores y diputados?
Ayer, ya repuesta del jet-lag provocado por el tremendo ajetreo en que se vio envuelta a fines de la semana, la presidenta Claudia Sheinbaum pidió a su fiscal Ernestina Godoy explicar por qué se pasó de calificar lo del auto bomba a un ataque de delincuencia organizada.
Hay quienes creen que en este punto es donde -como ocurre en otros muchos países, en EU de entrada-, intervienen sus Congresos, y donde las comisiones de Seguridad del Senado y Diputados exigen la comparecencia de los funcionarios, alcaldes y gobernadores para aclarar y definir los hechos.
Sería importante que Adán Augusto Lopez (ya a salvo de las indagatorias de lo de La Barredora), junto a Ricardo Monreal, den el paso adelante y encabecen una comparecencia del llamado Gabinete de Seguridad, formado por el titular de Seguridad, Omar García Harfuch, y los secretarios de Marina y Defensa, almirante Raymundo Pedro Morales Ángeles y general Ricardo Trevilla Trejo, ¿no?
¿O los opositores Ricardo Anaya, del PAN; Alejandro Alito Moreno y Rubén Moreira, del PRI, que se la pasan gritando en sus cámaras?
¿Hay o no terrorismo en México?, es la pregunta.
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