Tras un pleito de vecindad, Morena aprobó sin resistencia el presupuesto para la capital
Opinión lunes 15, Dic 2025CLASE POLIITICA Miguel Ángel Rivera
Con todo respeto a las personas que viven en vecindades, la expresión que se ajusta a lo ocurrido ayer en el mal llamado Congreso de la Ciudad de México es la de que se trata de un pleito de vecindad.
Se presume que el Congreso, también denominado Cámara de Diputados, es una de las más altas instancias del gobierno de un país o un estado y que al mismo llegan ciudadanos que se han distinguido por sus virtudes académicas o profesionales, por lo cual reciben la representación de sus vecinos para aprobar o reformar leyes que permiten conducir de manera ordenada el comportamiento de toda la sociedad.
Además, en lo político, les corresponde fiscalizar al gobierno, ratificar nombramientos (magistrados, secretarios) y aprobar presupuestos; debatir y acordar sobre temas importantes para el estado y la nación, siendo la voz de la ciudadanía, y revisar las cuentas públicas para asegurar el buen uso de los recursos públicos.
En ninguna parte, ni a nivel teórico ni en las leyes reglamentarias, se establece que esos cuerpos colegiados son o deben ser oficialías de partes dar trámite a las demandas, peticiones, solicitudes u órdenes, del Poder Ejecutivo
Precisamente por la trascendencia de los asuntos que les corresponde revisar y por los diferentes conceptos (las ideologías parecen ser cosa del pasado) de los diputados surgidos de partidos enfrentados entre sí, es lógico que se susciten encendidas polémicas.
La historia del Congreso Mexicano, unas veces con una sola Cámara y desde la reinstalación del Senado, en el papel desde 1874, pero cuya primera sesión ordinaria fue el 17 de septiembre de 1875, con dos cámaras, está plagada de distinguidos oradores que debatían enconadamente, pero que durante el resto de las sesiones y al término de las mismas convivían con todo respeto y hasta con manifestaciones de amistad.
En la sede del Congreso se han dado situaciones trágicas, como el suicidio del diputado oaxaqueño Jorge Meixueiro Hernández, quien se asestó un tiro de pistola en la boca en plena tribuna de la entonces Cámara de Diputados, como alegato definitivo en contra de un fraude del que se consideraba víctima.
Antes de ser sede parlamentaria, el predio de la esquina de Bolívar y Donceles acogió un teatro, originalmente llamado de Iturbide, en honor al consumador de la Independencia de México, que fue destruido totalmente por un incendio la noche 23 de marzo de 1909, cuando ya era sede de la Cámara de Diputados, la cual volvió a operar allí mismo luego de ser reconstruido el edificio.
Con todo y haber sido lugar para el teatro de comedia, el histórico edificio no había sido degradado a estadio del pancracio o lucha libre, hasta ayer en que se dio el mencionado pleito de vecindad.
De acuerdo con los varios videos que circularon ayer en las redes y, de conformidad con los relatos de los periodistas presentes, la que desató el aquelarre fue la diputada que fungía como secretaria de la Mesa Directiva, Yuriri Ayala Zúñiga, de Morena, quien le dio un golpe (zape o sape en el relato original) a la diputada panista Daniela Álvarez Camacho.
La legisladora panista anunció que su bancada iba a tomar la tribuna en protesta porque Morena pretendía violar un acuerdo previo acerca de la integración del Instituto de Acceso a la Transparencia y Protección de Datos Personales local (INFO). Le acompañaron a la tribuna América Rangel Lorenzana y Laura Álvarez Soto.
No obstante, el presidente de la Cámara, Jesús Sesma Suárez, del PVEM, aliado de Morena, decidió continuar con la sesión, por lo cual ordenó abrir los micrófonos en curul a los legisladores que hablarían a favor y en contra del dictamen, a lo cual se opuso el grupo parlamentario del PAN y las diputadas inconformes se mantuvieron en la tribuna y confirmaron que no se moverían para impedir la aprobación de la modificación constitucional que pretendían imponer los legisladores del oficialismo.
En respuesta, la mencionada legisladora “morena” Yuriri Ayala y otras integrantes de su bancada, entre las cuales sobresalía la ex presidenta de la Cámara, Martha Ávila Ventura, les exigieron abandonar la tribuna y luego pasaron a los hechos, empujones y jalones de cabello. Las panistas respondieron a la agresión.
En el barullo, volvió a aparecer el “verde” Sesma, de quien no se podía distinguir bien a bien si trataba de separar a las legisladoras o contenía a las panistas mientras dejaba en libertad a las “morenas”.
En resumen, la más importante tribuna de la capital del país convertida en “quinto patio” de un vecindario.
El fondo del escándalo fue el intento del oficialismo, Morena y sus satélites, de acabar con el mencionado Instituto de Acceso a la Transparencia y Protección de Datos Personales local (INFO), el equivalente en la Ciudad de México al Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI), ya sacrificado por el gobierno federal en aras de una supuesta austeridad que no se confirma en los hechos.
En el dizque Congreso capitalino se había pactado, por demanda de la bancada del PAN, que el INFO no desapareciera, sino que se mantuviera como un cuerpo colegiado, reducido a tres magistrados, pero se mantendrían sus funciones de vigilancia acerca de la forma como se ejerce el presupuesto.
Ese acuerdo fue aceptado por la bancada oficialista, pero de última hora recibieron instrucciones “de arriba” para que se anulara el acuerdo. La maniobra se pretendió ocultar mediante una reforma de última hora en aras de la supuesta austeridad, pues el organismo seguiría “vivo”, pero con un solo magistrado, el cual a su vez estaría sometido o acorralado por el Ejecutivo.
El engaño no fue aceptado por los legisladores panistas, quienes han sostenido que la desaparición de esos órganos autónomos no responde al alegado ahorro, sino a un recurso para mantener la opacidad en torno al manejo del dinero público.
El diputado federal panista Ernesto Sánchez Rodríguez expresó que el “cártel de Morena” busca “robar a gusto” el presupuesto de la capital en total opacidad, sin rendición de cuentas ni información alguna.
“Así operan ya estas mafias de la 4T y poco a poco irán minando las evaluaciones, los indicadores de gastos y la manera de fiscalizar el dinero público, es más claro que Morena ya está perdiendo la cabeza y votos desde luego”.
El también diputado y vocero del GPPAN, Federico Döring, dijo que al desaparecer el INAI en el ámbito federal, la nueva ventanilla de transparencia, solo ha contestado el .4 por ciento de todas las solicitudes. “Ha rechazado el 99.6 por ciento de toda la información que han solicitado los ciudadanos, a esa mazmorra de opacidad y corrupción, nos quiere llevar Morena y Clara Brugada”.
La diputada local del PAN, Claudia Pérez Romero, dijo que Morena y sus satélites en el Congreso CDMX, quieren ayudarle al Gobierno central a que este sexenio sea el “Año de Hidalgo”.
Luego de la confrontación en Congreso de la CDMX, la jefa de Gobierno Clara Brugada comentó que la discusión formaba parte del esfuerzo de la oposición para evitar que se aprobara el presupuesto 2026.
“Me preocupa que sea un pretexto el tema de transparencia por el asunto del presupuesto porque ese es el tema más importante de discusión el día de hoy”, declaró la mandataria capitalina.
Explicó que la discusión legislativa comenzó por el propósito de adecuar las reformas generales sobre el instituto de transparencia el INFO, pero señaló que la toma de tribuna busca aplazar la aprobación presupuestal.
“Yo no veo mucha discusión en ese tema, se va a mantener como lo marcan las leyes federales y vamos a seguir garantizando la mayor autonomía posible a este instituto de transparencia”, agregó Brugada Molina.
Finalmente hizo un llamado a los legisladores para que debatan de manera pacífica y aseguró que “tenemos todas las condiciones para que el paquete financiero salga bien”. “Hay todas las condiciones de diálogo y condenó la violencia en el Congreso para detener cualquier aprobación, me imagino que es por el presupuesto”, concluyó la jefa de Gobierno.
Lo cierto es que el presupuesto para el gobierno capitalino quedó aprobado en ese sometido Congreso, luego del receso decretado por el presidente Sesma, con ausencia de los diputados del PAN, todas sus inconformidades fueron rechazadas, pues no hubo quien las defendiera.











