Más clase media, menos pobreza: el giro social de México
Hans Salazar, Opinión domingo 21, Dic 2025Hans Salazar
Los datos del Banco Mundial confirman que la Cuarta Transformación revirtió décadas de desigualdad y colocó a la justicia social como eje del desarrollo nacional.
Que hoy México tenga más clase media que personas en pobreza no es un dato menor ni una consigna política: es un indicador estructural que habla de un cambio profundo en la orientación del Estado.
Los datos del Banco Mundial, retomados por la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, colocan al país ante una realidad inédita en décadas: millones de personas dejaron la pobreza y accedieron a condiciones de vida más estables.
Durante años, el discurso neoliberal sostuvo que el crecimiento económico, por sí solo, generaría bienestar. La evidencia demostró lo contrario: se podía crecer y, aun así, ensanchar la desigualdad. Entre 1982 y el año 2000, la clase media mexicana se redujo dramáticamente, mientras la pobreza se convirtió en un rasgo estructural del país. El resultado fue un México fragmentado, vulnerable y profundamente injusto.
Lo que muestran hoy las cifras —un aumento de la clase media de 27.2 a 39.6 por ciento y una reducción de la pobreza de 35.5 a 21.7 por ciento— no es producto de la inercia ni del mercado, sino de una decisión política: poner al Estado al servicio de la redistribución del ingreso y del bienestar social. Programas concebidos como derechos, el aumento sostenido del salario mínimo y la expansión del gasto social rompieron con la lógica asistencialista y restituyeron la función social del gobierno.
El concepto de prosperidad compartida, reiterado por la Presidenta, apunta al corazón del debate: no basta con que el país crezca si ese crecimiento se queda en “unos poquitos”. La consolidación de una clase media más amplia significa mayor estabilidad social, menor vulnerabilidad ante crisis económicas y un tejido comunitario más fuerte.
Sin embargo, el reto no es menor. Sostener y profundizar este avance exige blindar la política social, evitar retrocesos fiscales y garantizar que la movilidad social sea permanente, no coyuntural.
La clase media que hoy emerge no puede volver a caer en la precariedad frente a choques externos, inflación o pérdida del empleo.
En este contexto, las decisiones en materia comercial y productiva —como la aplicación de aranceles a países sin tratado y el impulso al Plan México— deben leerse como parte de una estrategia más amplia: fortalecer el mercado interno, proteger la producción nacional y consolidar cadenas de valor que generen empleo digno.
La transformación no se mide sólo en cifras, sino en certezas de vida. Que más familias mexicanas puedan cubrir sus necesidades básicas, planear el futuro y dejar atrás la sobrevivencia cotidiana es, quizá, el logro más relevante del periodo reciente.El desafío para el nuevo gobierno es claro: convertir este avance histórico en una tendencia irreversible y demostrar que el desarrollo con justicia social no es una excepción, sino el nuevo piso de la nación.
Los desafíos de Claudia Sheinbaum en 2026
– ¿Cómo cierra su primer año de gobierno?
– ¿Qué viene?
Antes de entrar en el análisis de los próximos desafíos de la presidenta Claudia Sheinbaum para el año 2026, es necesario comentar los puntos referenciales y los logros alcanzados durante su administración, que ya suma más de un año y dos meses.
Quizá la primera gran muralla que logró salvar la presidenta, con inteligencia, entereza, sensibilidad y aplomo, ha sido saber portar la investidura presidencial con un nivel de auténtica estadista, pregonando una justicia en igualdad para todas y todos, mujeres y hombres .
Ha abonado y perfilado una nación unida; ha mantenido un diálogo respetuoso entre el pueblo y el gobierno; ha sabido diferenciar entre el poder político y el poder económico, y ha respetado de manera irrestricta la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
En segundo lugar, la primera Presidenta de México ha logrado mantener la unidad al interior del país y ha sabido defender los intereses de la nación, incluso frente a discursos injerencistas como los del presidente Donald Trump. Destaca, en particular, la exaltación del nacionalismo y la defensa de nuestra soberanía, refrendada al menos en cuatro ocasiones por la población, que se dio cita de manera masiva para expresar su respaldo, como ocurrió en la concentración del pasado 6 de diciembre en el Zócalo capitalino, a la que asistieron más de 600 mil personas. Una concentración histórica, llena de entusiasmo y alegría, para acompañar a la primera mandataria.
En tercer lugar, es importante destacar su liderazgo para coordinar la aprobación —por mayoría y, en otros casos, por consenso— de las 20 iniciativas enviadas al Congreso de la Unión.
Entre ellas, el rescate de la industria petrolera y energética, al decretarlas como empresas públicas propiedad del Estado mexicano; así como otras reformas de gran calado, como la del Poder Judicial y, próximamente, la reforma política y de los procesos electorales, además de las relacionadas con el agua y otros recursos naturales.
También sobresalen las iniciativas en materia de salud —atención médica, hospitales y distribución gratuita de medicamentos—; los apoyos a mujeres de 60 a 64 años; la creación de los primeros centros de atención y educación para la primera infancia; y elrespaldo integral al sector educativo, desde el nivel básico hasta el superior, con el objetivo de garantizar una educación gratuita y con incentivos que impulsen el desarrollo pleno de las y los estudiantes.
Por último, debe mencionarse el avance en la recuperación económica a través del Plan México, la creación de 12 polos de desarrollo, la atracción de inversión extranjera directa y el control de la inflación.
El tema migrante ha sido una constante en su gobierno, el cual ha defendido “hasta con el alma” a las y los connacionales, acompañando su regreso al país y ofreciendo seguridad, apoyos económicos y atención jurídica a quienes han sido retenidos o deportados. La cifra de paisanos deportados no rebasa los 200 mil, una cifra histórica tratándose de un tema tan sensible y longevo.
En materia de seguridad, la estrategia de atender las causas y enfrentar los delitos con coordinación e inteligencia está ofreciendo resultados, al registrarse una reducción del 33% en los delitos dolosos, de acuerdo con el último informe de seguridad de 2026, así como una baja sostenida en los índices de violencia.
7 Años de Transformación en cifras:
En síntesis, se pueden anotar los siguientes datos por rubros, que ilustran parte del intenso trabajo en la construcción del segundo piso de la Cuarta Transformación:
– El salario mínimo pasó de 88 pesos diarios en 2018 a 315 pesos a partir del 1 de enero de 2026.
– La inflación se mantiene controlada, con una tasa de 3.57%.
– La inversión extranjera directa alcanzó los 40 mil millones de dólares.
– En 2025 se crearon 551 mil empleos formales.
– Las reservas del Banco de México alcanzaron la cifra récord de 250 mil millones de dólares.
- La recaudación llegó a 5 billones de pesos, sin aumentar impuestos.
– Se creó el Fondo de Pensiones para el Bienestar, para garantizar que la pensión no sea menor al salario medio.
– Los programas de bienestar llegan a 35 millones de familias y, en términos presupuestarios, alcanzarán un billón de pesos el próximo año.
– Las y los jóvenes, en sus distintas etapas, reciben apoyos económicos, ya sea mediante becas en universidades públicas o desde el nivel preescolar y primariapública, además de los 3.5 millones incorporados al programa Jóvenes Construyendo el Futuro.
– Uno de los mayores logros es haber sacado de la pobreza a 13.5 millones de mexicanas y mexicanos.
– En vivienda, se construyen 300 mil casas de un total de 1.2 millones proyectadas para el sexenio.
– Destaca el avance del 10 % en la construcción de los trenes de la Ciudad de México hacia el norte del país, así como el progreso en los trenes de carga del Tren Maya y del Corredor Transístmico.
– En política exterior, se mantiene una línea de diálogo y paz, con una firme defensa de la soberanía y la autodeterminación de los pueblos.
Los desafíos para 2026
En relación con los desafíos que ya forman parte de la agenda de la presidenta Claudia Sheinbaum, destacan:
– Mantener y fortalecer la relación institucional con el gobierno de los Estados Unidos en todos los ámbitos de la relación bilateral, con especial énfasis en la vigencia y actualización del T-MEC.
– Avanzar en la disminución de los homicidios dolosos y la violencia a nive nacional, mediante estrategias de coordinación, investigación, inteligencia y cooperación interinstitucional.
– Incentivar la inversión mexicana directa para que empareje a la inversión extranjera directa, en el marco del Plan México.
– Supervisar y coordinar, conforme al calendario previsto, la construcción del proyecto del tren de pasajeros hacia el norte del país y el Pacífico, con el objetivo de cubrir 3 200 kilómetros.
– Consolidar la infraestructura económica y garantizar su flujo financiero para que los programas de bienestar sigan vigentes en 2026 y se fortalezcan de manera permanente hacia 2030.
– Concluir de forma exitosa la reforma política del Estado, que busca eliminar burocracias, reducir gastos superfluos en los procesos electorales y fortalecer la autonomía del órgano electoral y de sus árbitros.
– Empatar las políticas públicas de educación media superior y superior con el Plan México y los polos de desarrollo, para generar empleos directos e indirectos que refuercen la estructura financiera regional, eviten el desplazamiento de la mano de obra y aseguren una retribución acorde con estándares internacionales.
– Consolidar el programa de cero corrupción y sancionar a quienes infrinjan las leyes, tanto en el ámbito económico como ético.
– Mantener y ampliar las políticas de apoyo a las mujeres en todas sus etapas de vida —niñas, jóvenes y adultas mayores— para fortalecer y ampliar sus derechos.
– Consolidar el diálogo y los escenarios de paz como forma de gobernar, contrario al autoritarismo de los regímenes pasados de derecha.
– La organización y celebración del mundial en el torneo FIFA 2026, también como un acto cultural y llevarlo a la ciudadanía mexicana en una visión horizontal que contribuya a destacar los valores deportivos y alejar a los jóvenes de los ambientes de violencia y drogadicción











