La disputa por Miguel Hidalgo
José Antonio López Sosa miércoles 26, Oct 2011Detrás del Poder
José Antonio López Sosa
La delegación Miguel Hidalgo es sin lugar a duda, una de las que capta la mayor inversión en la ciudad de México, así como un escenario de contrastes; se pueden encontrar en sus calles viviendo a las personas más ricas y poderosas del país, así como a las más pobres y desprotegidas.
El enorme bastión panista le ha permitido a este partido conservar la jefatura delegacional por años, a pesar de las controvertidas y escandalosas administraciones como la de Fernando Aboitiz (hoy secretario de Obras capitalino) o la de Gabriela Cuevas (hoy diputada federal).
El voto duro del PAN ha transformado a la militancia delegacional panista, en el reflejo de las tribus perredistas que dominan al Distrito Federal, creyendo que la gente votará en automático por ellos.
Demetrio Sodi llegó con mucho impulso a gobernar, recorrió las calles durante su campaña pero quizá abusó de su experiencia como político, precisamente es lo primero que echa por delante cuando alguien le señala algún error o inconformidad.
La experiencia y trayectoria política de Demetrio Sodi no le ha bastado para convencer a sus vecinos, terminó rompiendo las pláticas en una comparecencia ciudadana.
Extraviado ahora en el pequeño círculo de poder que otorga una delegación política ha puesto en vilo la continuidad del Partido Acción Nacional en la demarcación.
Quizá audazmente fue parte de su advertencia cuando era candidato, “yo soy ciudadano, no panista” nos aseguró a quienes integramos la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión (ANPERT) en una reunión durante su campaña en el piso 51 de la Torre Mayor.
Hoy la sucesión está en puerta. Del lado panista está el trabajo arduo de la diputada local Lía Limón, cuyo enemigo principal –considero yo—es el propio Demetrio Sodi al hundir cada vez más al PAN en la zona.
Por otro lado otro hombre de trabajo, el diputado local Víctor Hugo Romo, perredista que ha permanecido (al igual que Lía Limón) cerca de los ciudadanos en los últimos años.
Cualquiera de las dos opciones en caso que llegaran a ser candidatos me parecen gente joven y de trabajo, tanto Lía Limón (PAN) como Víctor Romo (PRD) tienen el espíritu y trabajo de dirigir los destinos de una delegación.
Lo bueno de la administración de Demetrio Sodi es que cada día falta uno menos para que concluya.
El PRI pretende rearmarse en Miguel Hidalgo, cosa que resulta muy complicado por sus propias contradicciones como partido en el DF.
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