La firma más inútil del mundo
¬ Juan Manuel Magaña jueves 26, Jul 2012Política Spot
Juan Manuel Magaña
Ya los senadores habían calificado de “acto cobarde”, el de la firma de Calderón al Acuerdo Comercial Contra la Falsificación (el ACTA, por sus siglas en inglés).
En efecto, el ACTA había sido firmado en lo oscurito y pasándose por el arco del triunfo las recomendaciones del Senado y de gente y organismos calificados en este asunto.
Pero ayer, afortunadamente, los legisladores le desbarataron el jueguito.
La Comisión Permanente del Congreso rechazó ratificar el ACTA, por considerarla “una restricción” significativa a derechos fundamentales como la libertad de expresión y el debido proceso en el país.
Se decidió por unanimidad la no adhesión a ese tratado por considerarse que podría derivar en la imposición de censuras indebidas en la red.
Fue el pasado 11 de julio cuando este firmó el ACTA en Japón, con lo cual México se unía a Australia, Canadá, Corea del Sur, Estados Unidos, Japón, Marruecos, Nueva Zelanda y Singapur en su respaldo.
Aquí dijimos entonces que oficialmente se decía que el ACTA era para combatir la piratería, pero no han sido pocos los que temen que en realidad busque controlar la información en Internet, donde interactúan 40 millones de internautas mexicanos. ¿Se imaginan?
El Senado se lo dijo: no hay que firmar ese tratado porque viola garantías incluidas en la Constitución para los mexicanos. Pero a Calderón le valió.
Calderón estaba actuando como operador de grupos de interés, particularmente de los monopolios de Estados Unidos que intentan limitar el acceso a nuevas tecnologías de la información y la comunicación a amplios sectores de las sociedades en México y el mundo.
Esos intereses están en línea con los de la élite que sentó a Calderón en la silla: el ACTA podría limitar la universalidad del acceso a Internet, ahondar la brecha digital en el país y abrir la posibilidad de intromisiones en la privacidad de los usuarios.
Algo muy de Calderón: una mentalidad policiaca, que es la de prohibir para luego esculcar, reprimir y criminalizar. Y que esperemos que ya esté de salida.
Un dato más: El pasado 4 de julio el Parlamento Europeo rechazó por amplia mayoría el ACTA aduciendo que se entrometía en los derechos fundamentales de los internautas. El hecho fue calificado de “ triunfo para la democracia en Europa “.
Acá no puede decirse lo mismo, pues Calderón y compañía han llevado a este país en sentido contrario. Y todavía hay que seguirse cuidando.