El fantasma del secuestro
Augusto Corro viernes 7, Sep 2012Punto por punto
Augusto Corro
El número de secuestros en México crece incontenible.
Las cifras que se manejan oficialmente sobre los plagios son una referencia importante, pero no definitiva. La realidad es que esos delitos van en aumento: en 2007 se registraron 496 averiguaciones previas.
En los primeros meses del presente año, la Procuraduría General de la República ha tramitado 580 denuncias.
Cabe señalar que existe una “cifra negra” sobre el número de esos hechos delincuenciales que no se denuncian.
En el presente, el secuestro se aplica sin distinguir a la víctima. Los delincuentes ya no se detienen a investigar si los plagiados son ricos o no.
Basta con que la persona tenga algún pequeño negocio o refleje alguna holgura económica. Con esto es suficiente para aparecer en la lista de secuestrables.
Claro, por otro lado se encuentran los “levantamientos”, la otra forma de privación ilegal de la libertad que se da entre los hampones para cobrar venganzas o aplicar ajustes de cuentas.
Los cárteles de las drogas ampliaron y encontraron en el secuestro una manera de incrementar sus ingresos económicos. Por ejemplo, los indocumentados que pasan por México son privados de la libertad por los narcos, con el fin integrarlos a sus filas o simplemente para que paguen algún rescate.
Aunque las autoridades informan sobre las capturas de bandas de plagiarios, son innumerables los casos en que los delincuentes logran burlar a la justicia.
La impunidad es un factor que permite el incremento de los secuestros. Sin lugar a duda que se trata de un problema social que parece interminable.
Si lo anterior se suma al número de muertos por la guerra anticrimen de Calderón, el saldo nos da un México caótico.
El resultado de la inseguridad y la violencia frenan el progreso de nuestro país. Así se considera nuestra situación ante los ojos del mundo.
POBREZA DE INGRESOS
Entre los renglones que afectan considerablemente a la sociedad mexicana es el de la pobreza. Según el especialista José Luis de la Cruz, del Tecnológico de Monterrey, Campus Estado de México, es altamente probable que al final del presente año, México reporte más de 60 millones de personas en situación de pobreza.
Lo anterior obedece a que la economía informal, el subempleo y la inflación han deteriorado el nivel de ingresos de unos 31 millones de mexicanos. Esto es, hay que recalcar, en pobreza de ingresos.
Dijo De la Cruz que aunque a nivel macroeconómico las cifras son positivas, la situación en el mercado laboral es precaria debido a que el crecimiento no ha repercutido en una reducción de las condiciones de pobreza.
Explicó que hasta 2010, el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), medía la pobreza por ingresos en tres niveles: la patrimonial, que abarcaba a 57,7 millones de personas, incluyendo a quienes estaban en pobreza extrema (alimentaria), con 21.2 millones, y la de capacidades, con 30 millones.
(De acuerdo con el Coneval, la pobreza alimentaria se mide por la incapacidad del ingreso para adquirir productos básicos (canasta básica); la de capacidades incluye también la incapacidad para cubrir necesidades de salud y educación, y en la patrimonial el ingreso no alcanza para el gasto del vestido, vivienda y transporte).
En fin, México se encuentra inmerso en la pobreza. Eso de la macroeconomía positiva parece formar parte de un chiste que nadie alcanza a comprender. De ahí la gran paradoja de ser un país rico y pobre al mismo tiempo. ¿Quién entiende?
Por lo pronto no hay manera de erradicar la economía informal, el subempleo y la inflación. Con el paso del tiempo, el asunto de la macroeconomía parece un cuento chino.
Feliz fin de semana.