Y ahora, el cochinero de Javier Lozano
¬ Juan Manuel Magaña viernes 21, Dic 2012Política Spot
Juan Manuel Magaña
No se sabe qué se hizo con el parque vehicular de la Secretaría, hay un altísimo porcentaje de empleados contratados por honorarios, casi no hay inspectores y con la novedad de que son 30 y no 14 los millones de mexicanos que se encuentran trabajando en la informalidad.
Así de pulcra le dejaron la Secretaría del Trabajo al priísta entrante Alfonso Navarrete Prida, quien de entrada afirma: recibo una dependencia con múltiples problemas.
¿Y no piensa reclamar o demandar?
Ya vimos el cochinero de García Luna, el de Marisela Morales, falta poco para ver el de Permex, el de la CFE, el de Sedesol, pero por ahora apareció el cochinero de hoy: el de Javier Lozano y quien le siguió en el encargo durante este año.
Y es criminal el ocultamiento informativo.
Nomás nos escondieron 16 millones de trabajadores informales. Nomás. Cómo se le puede atender a un país al que se le miente. Así de grande, el cochinero que se va viendo cada vez más completo que deja Calderón.
Ha dicho Navarrete Prida en una entrevista: “Una de las labores fundamentales en la administración será ajustar muchas cifras que se manejaban en esta secretaría y que, con el dato del INEGI de la semana pasada, se constató que no son 14 millones los informales, sino 30 millones, es 60 por ciento del mercado laboral en el país”.
Para el nuevo secretario esto tiene que cambiar, el reto se multiplica, “lo califico de muy grave porque parece que esta es una cifra mágica, que apareció de la noche a la mañana, cuando ahí están, desde hace años, esos informales, con lo que ha crecido el mercado informal en México.”
Durante la administración de Javier Lozano Alarcón, en 2007, se compraron 19 vehículos con quemacocos, seis velocidades y frenos de última generación, mismos que fueron asignados a los directores generales.
Se dijo que era más barato invertir 3.9 millones de pesos en éstos, que mantener 128 autos, 30 de los cuales ya estaban muy viejos.
Pero ahora Navarrete Prida desconoce el destino de ese parque vehicular. “Pues yo no sé qué se le hizo. Lo que sí sé es que hay carencias enormes en materia de vehículos”.
¿Acaso esto no es como para meter a alguien al bote? El recién llegado fue procurador y sabe de eso.
Pero por lo pronto Navarrete parece querer responder a esto más bien políticamente.
Aclara que no pretende calificar o descalificar lo hecho por sus antecesores, sino simplemente señalar que los retos para el gobierno evidentemente se incrementaron, lo que significa crear una real política laboral que permita la creación de por lo menos un millón de empleos anuales formales. Luego entonces para qué se queja.