Tlaxcala, la aduana difícil
Ramón Zurita Sahagún jueves 6, May 2010De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
De los tres estados que no gobierna el PRI y que irán a las urnas el próximo 4 de julio, Tlaxcala es la plaza en la que enfrentará mayores resistencias para reconquistarla.
Aguascalientes y Zacatecas se aprecian con grandes posibilidades de triunfo de los priístas, con todo y que durante doce años han sido gobernados por panistas y perredistas, respectivamente.
Los gobiernos de Felipe González y Luis Armando Reynoso en Aguascalientes no enfrentaron gran oposición de los adversarios del panismo, con todo y el carácter especial de militante del segundo de ellos.
Y es que los panistas perdieron hace tres años la mayoría en el Congreso local y los principales ayuntamientos que detentaron por doce años, aunque se dice que el propio gobernador no fue ajeno a la derrota de los panistas.
Igual sucede en esta ocasión, donde se asegura que el todavía gobernador apoya la campaña del priísta Carlos Lozano de la Torre y fue el principal instrumentador para que Martín Orozco fuese descalificado como abanderado del partido blanquiazul.
En Zacatecas el domino perredista se difumina también y la recuperación del estado para las huestes priístas es un hecho, si es que no sucede un imponderable en el tiempo que resta de campaña electoral.
La fragmentación del partido del sol azteca y el respaldo de algunos de estos grupos al candidato priísta son las principales razones que advierten de la pérdida de la plaza que durante dos sexenios controlaron, mediante los sucesivos gobiernos de Ricardo Monreal Ávila y Amalia García Medina, aunque la intención de uno y otro en prolongar su domino estiró demasiado la cuerda hasta reventarla.
Poco es lo que se aprecia que podrán hacer los candidatos del PAN en Aguascalientes y del PRD en Zacatecas para revertir esta espectacular caída libre.
En Tlaxcala, las cosas son distintas y aunque el PRI muestra un repunte, la tarea de recuperación no será sencilla, con todo y que cuenta con un buen candidato en la persona del contador Mariano González Zarur, quien hace seis años perdió por una diferencia mínima ante el actual gobernador Héctor Ortiz.
Se dice que en aquella ocasión la pérdida del priísta se debió de gran manera a su distanciamiento de quien está considerada como el poder tras el trono en esa entidad desde hace cuando menos cuatro lustros.
Los candidatos ganadores de las últimas dos elecciones de gobernador en el estado han estado bajo la tutela de la hoy presidenta del PRI y, se afirma, que contaron con su bendición para, primero renunciar al PRI y después encabezar opciones distintas a este partido, luego de que el organismo político tricolor les negara la candidatura.
Alfonso Sánchez Anaya había sido secretario de Finanzas del gobierno de Beatriz Paredes Rangel y se había desempeñado también como dirigente estatal del PRI. Héctor Ortiz había sido rector de la Universidad de Tlaxcala, presidente municipal de la capital y presidente del PRI.
Mariano mantuvo distancia de la gobernadora, aunque al final buscó acercamiento, las cosas ya no fueron igual.
El hoy candidato priísta fungió como secretario de Finanzas durante dos administraciones estatales, la de Emilio Sánchez Piedras y la de Tulio Hernández Gómez, antecesores de Paredes Rangel.
Durante la pasada candidatura el distanciamiento de Beatriz y Mariano fue evidente, con todo y que acudió a la toma de protesta como candidato del segundo y comprometió su voto a favor de él.
Incluso durante el tiempo de campaña, los priístas produjeron un spot en el que se evocaba la condición de traidores que le han dado algunos historiadores a los indígenas tlaxcaltecas y se les conminaba a dejar atrás esas historias, por lo que no debían hacer caso a los supuestos llamados de Beatriz para votar a favor de su favorito, el candidato del PAN, Ortiz Ortiz.
Los spots radiofónicos fueron desautorizados por el candidato González Zarur, aunque entre los colaboradores cercanos de Beatriz quedó clavada la espinita sobre quien los patrocinó.
Hoy se dice que las asperezas entre Beatriz y Mariano están subsanadas y que trabajan conjuntamente en busca del triunfo del priísta y en la recuperación del territorio para el partido tricolor, bajo la base que eso reivindicaría a la presidenta nacional del PRI.
Sin embargo, las cosas ya no son tan fáciles y no basta con las buenas intenciones de Beatriz y sus seguidores para expresar su voto a favor del candidato priísta, ya que esa entidad es la más fiel representante de la alternancia entre partidos políticos.
Esa pudiera ser la razón de que el priísta triunfara, ya que los tlaxcaltecas saben ya lo que es ser gobernados por un perredista, como fueron los seis años de Alfonso Sánchez Anaya y seis años de hegemonía panista con la victoria de Héctor Ortiz Ortiz, por lo que podrían darle la oportunidad al priísta González Zarur de mostrar como es la administración priista, con todo y que durante 69 años dominó la entidad.
Ninguno de los otros estados en donde se produjo alternancia en el poder, le dio oportunidad a los tres partidos de mostrar sus formas de gobierno, aunque en el caso particular de Tlaxcala los dos últimos gobernadores y en el caso de que gane Mariano mostrarán la particularidad de haber presidido el Partido Revolucionario Institucional en el estado.
*Preguntaba alguien el por qué de la importancia de la Batalla del 5 de Mayo de 1862, si al poco tiempo los franceses se recuperaron de esa derrota y conquistaron Puebla y avanzaron sobre la ciudad de México.
La razón es simple, se trata de la única batalla ganada por el Ejército Mexicano ante las tropas enemigas que tanto han mancillado el territorio nacional en épocas distintas.