La herencia
¬ Augusto Corro viernes 10, May 2013Punto por punto
Augusto Corro
Poco a poco aparecen los grandes errores del gobierno de Calderón, quien no tuvo empacho en manejar la justicia a su antojo.
Si ya era un problema participar en una guerra en desventaja frente el enemigo, lo peor fue enfrentarlo con divisiones internas.
La lucha fallida contra la delincuencia permitió al panista aparentar que todo lo hacía bien en el combate, apoyado entre otros por el Genaro García Luna, el todopoderoso titular de la Secretaría de Seguridad Pública federal.
Conforme pasa el gobierno peñista, se conocen las fallas, voluntarias o involuntarias, de Calderón.
A nivel federal, las policías estaban divididas por los intereses de propios y extraños, a tal grado, que la Policía Federal y la PGR tuvieron conflictos.
El procurador general de la República, Jesús Murillo Karam, explicó: “no había interacción y hoy estamos viendo el efecto de esa cuestión; consignaciones que han venido cayendo una tras otra porque no hubo la investigación suficiente para poderla integrar”.
En palabras castizas: la policía hacía lo que quería y la Procuraduría lo que podía.
En esas condiciones, Calderón nunca ganaría la guerra que inició para justificar el fraude electoral que lo llevó al poder.
¿Cómo se podía ganar una guerra con una división interna tan acentuada?
Ahora, Murillo Karam tendrá que reorganizar las actividades de la PGR que consisten en la aplicación exacta de la justicia, ni más ni menos.
EL DESEMPLEO JUVENIL
Otra parte de la herencia negativa se centra en el problema del desempleo que atañe directamente al sector juvenil.
Según datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) la tasa de jóvenes desocupados se disparó 44.7 por ciento.
En el 2006, cuando empezó el segundo gobierno panista había entre 6 y 7 jóvenes que no tenían trabajo.
Hacia el final del 2012, entre 9 y 10 jóvenes estaban desempleados.
En términos generales un millón 308 mil mexicanos de 14 a 29 años carecían de trabajo.
Por cierto, si le interesa el dato, la OIT que este año el número de jóvenes desempleados en el mundo será de 73.4 millones.
UN PANISTA HITLERIANO
Por cierto, los panistas fueron derrotados en las elecciones pasadas y no precisamente por la guerra fallida de Calderón.
También influyó el hecho de que el Partido Acción Nacional (PAN) perdiera el rumbo ideológico. Los panistas se convirtieron en mercenarios de la política y de admiradores de dictadores.
Tal es el caso del líder panista en el Estado de México (Edomex), Oscar Sánchez Juárez, quien se declaró fanático del nazismo.
Con esos antecedentes era suficiente para que echaran del partido al citado Sánchez Juárez, pero este ha logrado sostenerse como líder blanquiazul, a pesar de que sus propios compañeros lo repudian.
A pesar de las pugnas internas derivadas de la lucha por el poder, el Tribunal Electoral del Estado de México (TEEM) ratificó como presidente de ese partido en la entidad mexiquense.
Sánchez Juárez confesó, en una entrevista periodística, su admiración por Hitler. Con ese militante en el seno panista, el partido no necesita buscar enemigos.
Feliz fin de semana.