El oso de Camacho
Ramón Zurita Sahagún miércoles 10, Jul 2013De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Nadie entendió cuál fue el propósito del dirigente nacional del PRI, César Camacho, de salir a hacer el ridículo el domingo por la tarde-noche y anunciar un triunfo del que no había constancia alguna.
Los rostros sombríos de Manlio Fabio Beltrones, Fernando Castro Trenti y el propio de Camacho no reflejaban esa supuesta victoria en las urnas, con lo que el partido rescataba un territorio perdido 24 años antes.
Camacho levantó el brazo del supuesto triunfador, aunque Manlio se abstuvo de hacer lo propio.
El madruguete de César Camacho no funcionó, pero tampoco un discurso deshilvanado, lleno de incoherencias y mentiras.
Las palabras de Camacho se sumían en la improvisación y aseguraba que Luis Donaldo Colosio había reconocido de inmediato el triunfo del PAN en la primera entidad que perdía el partido tricolor en su historia.
Nada más alejado de la verdad, los priístas salieron aquella tarde-noche, de negros recuerdos a manifestar el triunfo de Margarita Ortega Villa y fue hasta dos días después, cuando un reacio Luis Donaldo Colosio salió a manifestar que las tendencias no le eran favorables a su partido.
Pero el nombre de Colosio fue usado como estrategia fallida por un César Camacho angustiado por no dar pie con bola dentro del partido que preside y lo hizo en la misma ciudad donde fue masacrado el entonces candidato presidencial de su partido.
No lo hizo como un homenaje, sino como una salida fácil, para provocar falsas expectativas entre los seguidores de Fernando Castro Trenti, los que al ver el rostro de su abanderado sabían que la derrota era inminente.
Con su madruguete, César Camacho trató de lavar la imagen de una dirigencia nacional que dejó aislado a su candidato al gobierno del estado y que no supo contener la furia de Jorge Hank Rhon.
Es cierto que Fernando Castro Trenti no era un buen candidato, pero tampoco tenía mucho de donde elegir el PRI en aquella entidad. Jorge Hank proyectaba mala imagen y ya había perdido seis años antes.
Carlos Bustamante, alcalde de Tijuana, es uno de los hombres más ricos del estado, pero se nota cansado y sin ilusiones.
Francisco Pérez Tejada, alcalde de Mexicali, se veía falto de experiencia y fue objeto de una brutal campaña sucia.
Con ese panorama la mejor elección era Castro Trenti, por lo que únicamente se tenía que negociar con Hank Rhon, que lo había vetado: cualquiera, menos Castro, había dicho Hank.
Fernando Castro Trenti contaba con el apoyo de Manlio Fabio Beltrones y logró alianzas significativas en Baja California como la anexión del PT a su campaña, y mantenía copados el Congreso local y la dirigencia estatal del partido con sus alfiles, aunque su grave error fue la selección de candidatos a diputados y alcaldes.
Entregó la candidatura de Tijuana a Jorge Astiazarán un buen candidato que obtuvo buen resultado, pero se empecinó en llevar por Mexicali a Eli Topete Robles una pésima selección, marginando a Fernanda Schroeder Verdugo, quien contaba con amplio respaldo, como daba cuenta su triunfo en un distrito federal electoral.
La mala selección de candidatos, una pésima campaña, una figura hosca, soberbia y poco atractiva del candidato hacia el electorado y la orfandad decretada desde el centro del país, fueron veneno en la campaña que se convirtió en áspera y difícil de remontar.
Castro Trenti arrancó como favorito, pero careció de buenos operadores y los que lo eran fueron desdeñados y marginados, mientras que Francisco (Kiko) Vega, hizo el gran cierre, viniendo de atrás en los momios.
El golpeteo al que fue sometido unas semanas antes de los comicios, con la exhibición de una serie de lujosas propiedades, pegó en la línea de flotación del candidato.
Otro de los obstáculos que enfrentó el priísta fue la nula participación del menor de los Hank Rhon en su campaña y solamente accedió a ir al cierre de campaña, con todo y que varios de sus empleados fueron incorporados a tareas de campaña.
Jorge Hank se mantuvo al margen y cuando acudió a las urnas expresó “mi voto fue por la transición”, aunque no aclaró cuál era esta. Ahora a los priístas no les queda más que recurrir a tribunales, presentar impugnaciones y ver si alguna de ellas pega y puede revertir la tendencia negativa de votos, derivada de la expresión popular en las urnas.
Pero César Camacho deberá pensar mejor las cosas, ya fue exhibido públicamente como un mentiroso.
COAHUILA
Uno de los gobernadores que asumió rápidamente los resultados electorales fue Rubén Moreira Valdez, quien se comprometió a trabajar con los nuevos alcaldes de su estado, independientemente de la filiación política de cada uno de ellos.
Moreira felicitó a los ganadores de la contienda del pasado domingo, donde el PAN obtuvo triunfos en tres de las principales ciudades del estado: Saltillo, capital; la fronteriza Ciudad Acuña y la industrial Monclova.
Los priístas retuvieron Torreón, el ayuntamiento con mayor población en el estado.
MOVIMIENTO CIUDADANO
El Movimiento Ciudadano fue uno de los partidos que mayor crecimiento registró en los comicios del pasado domingo, ganando posiciones de mayoría y sin contar, como antaño, con alianzas con los otros partidos de izquierda.
Según María Elena Orantes, secretaria general de ese organismo, el MC se consolidó como una opción válida en los procesos electorales. Entre los principales ayuntamientos ganados se encuentran San Pedro Cholula, Puebla y Huatulco, Oaxaca. Su candidata en San Dimas, Durango, obtuvo el triunfo, lo que resulta loable, ya que ella tomó el sitio de su padre, quien fue asesinado unos días antes de la jornada electoral.