¿Para qué las prisas?
Ramón Zurita Sahagún martes 16, Jul 2013De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
El 4 de julio del 2010 fue la primera ocasión en que se homologaron los comicios en 12 estados del país para la elección de igual número de gobernadores.
Antes de ello, las diferentes entidades tenían procesos electorales escalonados, de acuerdo a los tiempos en que debían realizarse las tomas de posesión, siendo desde julio hasta noviembre, quedando tiempo para quejas, protestas e impugnaciones de los inconformes con sus derrotas.
Sin embargo, a partir del 2010 se decidió que los comicios se realizaran todos en la misma fecha y que se fueran ajustando a las fechas de procesos electorales federales, para hacerlos concurrentes en una sola fecha.
En algunos estados se recortaron los sexenios, quedando, por única ocasión, en trienios, cuatrienios o de menos tiempo, según sea su alejamiento de los comicios federales. De esa forma, Michoacán, Hidalgo, Guerrero y Puebla, entre otras entidades del país, tendrán gobernantes de corto tiempo, para emparejar sus ciclos con los procesos electorales federales.
Pero no todos siguieron esa propuesta, aunque sí lo hicieron en el terreno de juntar las fechas de la elección en una sola jornada.
De esa manera, en 2010, los ciudadanos de Aguascalientes, Sinaloa, Puebla, Tamaulipas, Hidalgo, Quintana Roo, Durango, Zacatecas, Veracruz, Tlaxcala, Oaxaca y Chihuahua, acudieron a las urnas el 4 de julio, para designar a sus nuevos gobernantes.
Lo que sucedió el 4 de julio de aquel año tuvo su conclusión desde el mes de septiembre del 2010, hasta el mes de abril de 2011, en que el último de los gobernadores electos el 4 de julio asumió funciones. Es decir, nueve meses después de haber sido electo en las urnas.
Demasiado tiempo, según consideran muchos, ya que en ese lapso, se provoca una inactividad de las administraciones estatales, al contar con un gobernador en funciones y otro electo, situación que se colapsa aún más, cuando ocurre transición, con el triunfo de un candidato surgido de un partido distinto al que gobierna.
Si en 2010 existieron gobernadores como Rafael Moreno Valle (Puebla); Roberto Borge Angulo (Quintana Roo) y Francisco Olvera Ruiz (Hidalgo) que asumieron sus cargos entre febrero y abril del 2011, es decir entre siete y nueves meses más tarde de la fecha de su elección, en los comicios de 2012 sucedió algo similar, ya que el gobernador de Jalisco, Jorge Aristóteles Sandoval, electo el 1 de julio de ese año, tomó posesión hasta marzo del 2013, ocho meses más tarde.
Antes que él, Rolando Zapata (Yucatán), Graco Ramírez (Morelos), Miguel Márquez (Guanajuato), asumieron en los meses de septiembre y octubre, respectivamente, fecha cercanas a los tiempos electorales.
No sucedió lo mismo con Miguel Mancera (Distrito Federal), Manuel Velasco (Chiapas) y Arturo Núñez Jiménez, los que hubieron de esperar a diciembre y enero del mismo año y del año siguiente.
En todos los casos anteriores fueron electos gobernadores, aunque en el proceso electoral del pasado 7 de julio solamente fue uno de ellos, el de Baja California que asume el 1 de noviembre.
De los demás, alcaldes y diputados locales esperarán un poco más, en algunos casos, como sucederá con los presidentes municipales de Puebla, que tomarán posesión el 15 de febrero, aunque fueron electos, por esta única ocasión, para un período de cuatro años ocho meses. Igualmente, sucederá con los diputados al Congreso local que asumen un mes antes, el 15 de enero de 2014, es decir seis y siete meses después de la elección, respectivamente. No se entiende el porqué de la premura de juntar los procesos electorales, sin considerar acortar los tiempos entre elección y toma de posesión.
De los estados que fueron a las urnas el pasado 7 de julio, los alcaldes y diputados locales de Durango asumen el 1 de septiembre del presente año. Los diputados y alcaldes de Chihuahua toman posesión el 1 y 10 de octubre, respectivamente. En Quintana Roo sí se acortaron las fechas y harán lo propio diputados y alcaldes el 14 y 30 de septiembre. Zacatecas tendrá nuevos diputados y alcaldes el 7 y 15 de septiembre del presente año.
En Tamaulipas tomarán posesión los nuevos presidentes municipales y diputados locales el 1 de octubre los primeros y el 30 de septiembre los segundos.
Baja California estrenará gobernador el 1 de noviembre, mientras que los diputados lo harán un mes antes (1 de octubre) y los nuevos alcaldes lo harán el 1 de diciembre. Los diputados locales de los restantes estados asumirán funciones antes de que termine el año, con excepción de la mencionada Puebla.
Aguascalientes será el 15 de noviembre cuando tendrá nuevos integrantes del Congreso; en Oaxaca se harán cargo el 13 de noviembre; Sinaloa el 1 de diciembre; Tlaxcala el 31 de diciembre y Veracruz el 5 de noviembre.
No sucede lo mismo con los alcaldes que se irán hasta el año próximo en esas entidades:
Aguascalientes, Sinaloa, Oaxaca, Tlaxcala y Veracruz tendrán nuevos presidentes municipales hasta el 1 de enero del año próximo (2014) seis meses después de que fueron electos, con los consabidos problemas que ello acarrea entre alcaldes en funciones y los electos.
INVERSIÓN DE 4 BILLONES
Durante el presente sexenio se considera tener una inversión, entre pública y privada, de 4 billones de pesos.Fue el presidente Enrique Peña Nieto quien anunció dicha inversión, la que, dijo, se podría incrementar de ser aprobada la reforma hacendaria, prevista en el Pacto por México.
Dicha reforma será presentada ante el Congreso en el próximo mes de septiembre.
Al presentar el Programa de Inversiones en Infraestructura de Transporte y Comunicaciones 2013-2018, el Presidente dijo que se espera detonar 1.3 billones de pesos en transporte y comunicaciones, donde al renglón telecomunicaciones se destinarán 700 mil millones de pesos.