BC, seis años más de PAN
Ramón Zurita Sahagún martes 5, Nov 2013De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Francisco (Kiko) Vega de Lamadrid se convirtió en el quinto panista consecutivo en gobernar Baja California, la primera entidad del país administrada por un partido distinto al PRI. De esa forma, los habitantes del estado fronterizo tendrán otros seis años gobernados por Acción Nacional, con lo que mostrarán a la ciudadanía que se encuentran listos para disputar la supremacía política a los otros partidos en la contienda federal y estatal del 2015.
Acción Nacional mostró nuevamente que en Baja California conquistaron al electorado, el que cíclicamente refrendó su respaldo a este partido desde que Ernesto Ruffo Appel se convirtió en el primer gobernador surgido de las filas de un partido opositor al gobierno en turno.
Cinco sexenios después, los ciudadanos de esa entidad continúan votando copiosamente por el mismo partido como han dado cuenta los triunfos en las urnas del mencionado Ruffo Appel, Héctor Terán Terán, Eugenio Elorduy Walther, José Guadalupe Osuna Millán y ahora Vega de Lamadrid.
Baja California se puede considerar como el laboratorio del panismo, desde donde se lanzó la ofensiva del partido de la derecha para conquistar el poder político en México.
Es cierto que los dos presidentes de la República surgidos de las filas del panismo procedían de la región centro del país (Guanajuato y Michoacán), pero también lo es que Baja california es el único estado del país en el que los panistas pueden decir que llegaron para quedarse.
Las otras entidades gobernadas por Acción Nacional regresaron indistintamente a las manos de priistas, luego de malas administraciones que los electores consideraron como suficientes para retirarles la confianza.
Sin embargo, en Baja California eso no ha pasado, con todo y los esfuerzos priístas por reconquistar esa plaza una y otra vez, durante 24 años consecutivos. Ahora corresponde a Francisco (Kiko) Vega mostrar que los electores no se equivocaron a la hora de sufragar a su favor, con todo y que las encuestas llegaron a favorecer en algún momento a su adversario Fernando Castro Trenti.
La toma de posesión del nuevo gobernador de Baja California fue una gran fiesta para el panismo, la primera alegría para los militantes y dirigentes de este partido, luego del papelazo realizado por Josefina Vázquez Mota en los comicios presidenciales de julio del 2012, cuando fue relegada hasta el tercer lugar de las preferencias electorales, con todo y que se trataba de la candidata del partido en el poder.
Pero esos tiempos de pesimismo parecen haber quedado atrás, ya que Acción Nacional se prepara para la contienda por la presidencia nacional del partido, la que deberá efectuarse en los primeros meses del año próximo.
Y uno de los aspirantes ya quedó liberado con la toma de posesión del nuevo gobernador de Baja California.
Se trata de José Guadalupe Osuna Millán, quien una vez finiquitado su compromiso con el pueblo de Baja California, deberá decidir si entra o no a la contienda.
Hay varios cuadros de peso que le aconsejan hacerlo, ya que la polarización que impera entre los altos mandos del partido y de algunos de sus principales militantes hace posible que un tercero en discordia, pueda obtener el respaldo de los militantes para presidir al partido y tratar de unir esfuerzos que eviten un rompimiento o fractura dentro del organismo político.
La idea de encontrar un personaje, sea hombre o mujer, que pueda frenar el enrarecimiento que se percibe desde fuera del partido, es una alternativa bien vista por varios de los principales grupos.
Con esta idea, algunos ex gobernadores buscaron a la ex candidata presidencial, Vázquez Mota, aunque su nombre pronto recibió el rechazo de algunos cuadros que consideran que su figura no llena lo suficiente a la militancia, pero que tampoco es factor de unidad. Los panistas tienen, hasta el momento, dos grupos formados alrededor de un par de personajes que han dado pie a la polarización: Gustavo E. Madero Muñoz y Ernesto Cordero Arroyo.
Hasta el momento son las dos únicas figuras visibles que podrían participar en la disputa del liderazgo panista el año próximo, con todo y que asoman los nombres de otros aspirantes, los que, aparentemente, no cuentan con el respaldo suficiente para contender con posibilidades de éxito.
Los ex gobernadores de Guanajuato, Juan Carlos Romero y Juan Manuel Oliva, se manifiestan en posibilidades de competir, aunque los propios militantes los ven demasiados pequeños. Como ellos existen más aspirantes que muestran interés por competir o presentar como tercera opción, alejados de las riñas que mantienen los otros dos grupos.
Es aquí, donde algunos ven a Osuna Millán con amplias posibilidades, ya que se trata de un personaje alejado de las pugnas internas y con un bagaje interesante entre los que se encuentran rendir buenas cuentas como gobernante, ya que mantuvo la plaza en poder de su partido.
RIESGO EN MICHOACÁN
Para quienes desestiman los grandes riesgos que vive la población michoacana en el día a día y lo peligroso que resulta esa entidad para la inversión, la situación es tan complicada e incierta que el gobierno federal puso en marcha un operativo conjunto en Lázaro Cárdenas, para coadyuvar con el restablecimiento de las condiciones de paz, legalidad y seguridad en ese puerto.
Ese puerto michoacano tiene un papel fundamental en el comercio exterior del país, donde en lo que va del año se han realizado 91 mil 296 operaciones, es decir un promedio de 9 mil 130 al mes, según cifras del Servicio de Administración Tributaria.
De ahí que se haya determinado la participación de las dependencias que conforman el gabinete de seguridad pública, para preservar la tranquilidad de sus habitantes y de quienes realicen operaciones de negocios.