Certidumbre en materia tributaria
¬ Alejo Sánchez Cano lunes 3, Mar 2014Como veo, doy
Alejo Sánchez Cano
- ¿Luege, al PAN?
- Cafeticultores piden ayuda
Para nadie es un secreto que los dos principales retos del gobierno de Enrique Peña Nieto son los problemas relacionados con la seguridad y la economía de las familias mexicanas. En el primer caso existe la percepción ciudadana de que las cosas están cambiando para bien y para muestra sólo dos botones: el programa integral de desarrollo del estado de Michoacán y la captura de “El Chapo”.
En cuanto a la economía familiar, y la del país, la percepción ciudadana es diferente, sin que ello signifique que exista parálisis o algo así, no, es diferente porque aunque se han sentado las bases para que México tenga un mejor desempeño en el ámbito económico y que sus beneficios se vean reflejados en la economía familiar, es un hecho que esos resultados se verán en diferentes etapas: a corto, mediano y largo plazos. Y en esa dinámica de crecimiento, todos quisiéramos ver las bondades de esas propuestas desde ya.
A corto plazo, hemos visto que el Ejecutivo federal, los partidos políticos y el Congreso de la Unión en su conjunto han impulsado importantes cambios en materia legal para hacer de nuestro país un México con más oportunidades en su desarrollo económico, competitivo, con generación de empleos y en todos los sentidos, más próspero. A mediano plazo serán las primeras acciones, una vez que se apliquen las leyes secundarias de las referidas reformas y los empresarios tengan un campo fértil para la inversión con más dividendos para las familias mexicanas, y a largo plazo estarán todos esos capitales que sigan generando empleos, capacitación a la mano de obra e infraestructura con mejores y más servicios, pero sobre todo, de más empleos con mejores ingresos para la economía familiar.
Es cierto, en la imaginaria colectiva hay quien opina que las cosas van a seguir igual porque hasta ahora no hay visos de crecimiento y que por ese motivo ven riesgos en el sentido de que habrá más aumentos de impuestos, no habrá empleos y mucho menos los productos de la canasta básica dejarán de seguir aumentando en sus precios, y piensan así porque en los dos últimos sexenios de gobierno todo fueron puras promesas y falsas expectativas en materia de crecimiento y reactivación económica del país.
Pues ante ese escenario de escepticismo, es justo echar una mirada a todas esas medidas y acciones que nunca antes ninguna administración gubernamental se había atrevido a poner en marcha desde al inicio de su periodo sexenal, y tampoco nunca antes las medidas adoptadas habían tenido el respaldo de las principales fuerzas políticas del país, representadas en lo que se llamó el Pacto por México. Un pacto político, que al parecer tuvo una mutación y hoy se ha transformado en Acuerdo Económico, sólo que ahora el acuerdo no únicamente tiene buena opinión entre la clase política, sino que cuenta con el respaldo de empresarios y los principales sectores productivos.
¿De qué estamos hablando? pues del anuncio que el secretario de Hacienda y Crédito Público, Luis Videgaray, hizo hace unos días en el sentido de que en lo que resta de la actual administración no habrán nuevos impuestos, ni cambio de tasas. En específico, el funcionario dijo que el “Ejecutivo federal se compromete ante la sociedad mexicana a no proponer al Congreso de la Unión nuevos impuestos, a no proponer al Congreso de la Unión aumentar las tasas de los impuestos existentes y a no proponer al Congreso de la Unión reducciones o eliminación de beneficios fiscales o exenciones existentes”.
Se le denominó Acuerdo de Certidumbre Tributaria, el cual se compone de ocho puntos y busca generar certeza de cuáles serán las reglas en materia fiscal que tendremos en los próximos años los mexicanos.
Por lo pronto, la noticia ha sido bien recibida en diversos sectores productivos de la población y lo menos que ha dicho es que reformas hacendaria y fiscal, así como el reciento acuerdo, son un aliciente más para lo que verdaderamente esperan la mayoría de las familias mexicanas: que las medidas adoptadas se traduzcan en más dinero para sus bolsillos, más empleo y mejor remunerados. Ojalá.
PASO SIN VER.- En el ya de por si complicado proceso de renovación de dirigencia que vive el Partido Acción Nacional, donde acaba de declinar la siempre indecisa Josefina Vázquez Mota y donde la guerra de lodo no termina entre los grupos que apoyan a Gustavo Madero y a Ernesto Cordero, llama la atención el interés que tiene el ex titular de la Conagua, José Luis Luege Tamargo, de querer inscribirse en dicha contienda.
Y es que a don José Luis muy pocos panistas le conocen dotes de dirigente y por ese motivo lo ven con muy pocos tamaños como para ser dirigente nacional del blanquiazul, pero donde si lo recuerdan muy bien es en el sureste, allá en Tabasco, donde sus pobladores dicen que solapó diversas irregularidades en las obras del Plan Hídrico Integral, entre ellas la construcción de la presa El Macayo.
Y como dicen los abogados, “suponiendo sin conceder” que Luege no haya tenido responsabilidad en las irregularidades del manejo de recursos para construcción de dichas obras, lo que sí es cierto es que hizo diversos compromisos con los tabasqueños y no cumplió… como seguramente no cumplirá su propósito de inscribirse en la sucesión por la dirigencia panista, porque dicen que es puro bluff…
VA MI RESTO.- En medio de solicitudes de precios justos para los granos del café, en la Cámara de Diputados se habla de que en las próximas semanas los cafeticultores recibirán buenas noticias de parte de la Sagarpa.
Se trata de un programa especial que beneficiará a los productores del grano, que bueno porque ese sector no ha visto últimamente la suya, ya que si no son afectados por los fenómenos climatológicos son las plagas, y en estas últimas están incluidos los intermediarios que actúan con similares resultados.