Corrupción endémica
¬ Juan Manuel Magaña martes 4, Mar 2014Política Spot
Juan Manuel Magaña
El procurador general de la República, Jesús Murillo Karam, precisó ayer que las investigaciones a la empresa contratista Oceanografía, por un fraude a Citigroup Banamex, a través de Petróleos Mexicanos, están tipificando el delito de lavado de dinero.
Explicó que “estamos ante lavado de dinero, recordemos que lavado de dinero debe tener como inicio un delito primigenio que es el fraude, pero no se queda en el fraude, en el momento que ese dinero después es utilizado de otra manera se convierte en lavado de dinero. Un dinero que tenga un origen ilícito, y origen no se refiere al propio dinero, sería una actividad ilícita más que un origen”.
Las investigaciones se derivaron de la denuncia presentada por Banamex, luego de que se encontraron documentos falsos relacionados con préstamos solicitados para el pago de finanzas.
Es decir, todo viene de un problema en cuanto al pago de una fracción de fianza que son las que protegen los préstamos que se le hacen a Oceanografía para lo que podría parecer un poquito de pago provisional mensual respecto a las estimaciones de Pemex.
“En cuanto entramos al análisis, fue cuando nos encontramos con el problema más serio de todos, que era la falsificación de algunas estimaciones, que las estimaciones son las cuentas que se le presentan a Pemex, para que Pemex las apruebe y con base en estas estimaciones el banco le presta dinero a Oceanografía”, detalló el procurador general de la República.
Como Pemex no reconoció algunas de las estimaciones presentadas por Oceanografía, al presentar documentos falsos, se originó una investigación por parte de Banamex, primero, y ya después por la Procuraduría General de la República y la propia Secretaría de Hacienda, “que nos empiezan a determinar que hay serios problemas, y que es cuando entramos de lleno a la investigación, viene un denuncia del banco y en función de eso intervenimos”.
El funcionario reiteró que, hasta el momento, las investigaciones no han arrojado la responsabilidad de una persona en particular, entre ellos los hijos de Martha Sahagún de Fox, Jorge y Manuel Bribiesca Sahagún. “Todavía no. Hemos sido muy cuidadosos de tener todos los elementos para empezar a fijar las responsabilidades de quienes las tengan. Todavía no he fijado cuáles son los presuntos, no hemos terminado el trabajo de fijación de responsabilidad. Hasta este momento no tenemos fijada la responsabilidad de nadie, no podría yo decir que sí ni que no”, afirmó.
Por lo pronto, los bienes de Oceanografía quedaron a disposición del Servicio de Administración y Enajenación de Bienes, y a las pesquisas se sumaron las iniciadas por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV). Si bien no han surgido nombres, como dice el procurador, tampoco parece difícil tenerlos. Lo que le ha pasado a Pemex es una corrupción sistemática.
La paraestatal ha estado capturada por una red de encubrimiento y tráfico de influencias. Es decir, desde el propio gobierno. Y los primeros que tendrían que explicar por qué en estos términos se llegaron a firmar contratos por miles de millones de dólares con la paraestatal son Vicente Fox y Felipe Calderón. El asunto debería incluir los negocios de Juan Camilo Mouriño.
En el caso de Oceanografía sobra la información en la que los hermanos Bribiesca Sahagún, hijos políticos del ex presidente, aparecen como los traficantes de influencias que aprovecharon su cercanía con el poder presidencial para gestionar millonarios contratos a favor de Oceanografía. Ahí está toda la información obtenida por la comisión especial de la Cámara de Diputados que investigó el caso a finales de la década pasada, que ojalá la PGR ahora tome en cuenta. Si en el pasado la investigación no prosperó, ahí están más nombres: César Nava, Germán Martínez, que hasta fue secretario de la Función Pública.