Certeza
Ramón Zurita Sahagún martes 11, Mar 2014De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
No son pocos los que se cuestionan sobre si en realidad, ahora si cayó abatido Nazario Moreno “El Chayo”, cabecilla del grupo delincuencial de “Los Templarios”.
Por qué ahora sí debemos creer que es él, se preguntan, al tiempo que otros responden hace 39 meses también anunciaron su deceso y resultó una noticia falsa.
En esta ocasión, la certeza de su muerte la proporciona la exhibición de su cadáver.
Sin embargo, persisten dudas, algunas de ellas relativas a la manera en que se filtra o proporciona la información sobre este tipo de asuntos. Es cierto que el gobierno mexicano está actuando con cautela, para evitar caer en el triunfalismo de los gobiernos pasados, cuando se anunciaron detenciones importantes y muertes de delincuentes que finalmente no ocurrieron.
Hasta ahora, la precaución tomada por las autoridades federales ha rendido frutos, ya que se verificó que el detenido en Mazatlán si era Joaquín Guzmán Loera “El Chapo” y el abatido en Michoacán sí resultó ser Nazario Moreno “El Chayo”. El desfasamiento de varias horas entre el momento de sucedido el hecho y el anuncio oficial por parte del gobierno mexicano y la filtración de la información desde el extranjero no han impactado demasiado entre el sentir popular. Con todo y ello persisten dudas, mismas que se arrastran desde el pasado, cuando la información no fue veraz.
Es por eso que ahora se actúa con parsimonia, para confirmar cada uno de los puntos necesarios, antes de soltar una noticia, que en lugar de bomba resulte ser un globo inflado. Con las acciones emprendidas en Michoacán, Sinaloa y otras entidades del país, se confirma que cuando existe voluntad, las cosas funcionan. Es por eso que vienen los cuestionamientos sobre la falta de compromiso y responsabilidad de parte de autoridades del pasado, las que no cumplieron en el terreno de los hechos.
Hoy que nuevos aires soplan en el país se pide se actúe en contra de aquellos que mintieron, ya sea por omisión o comisión.
Y es que le responsabilidad es mucha, ya que las muertes provocadas por la falta de acción o por emprender tareas sin sentido y el dinero invertido en proyectos y programas sin pies ni cabeza debe ser considerado dentro de estas fallas garrafales. La supuesta muerte de Nazario Moreno y otros delincuentes, así como el arresto de otros más, habrían evitado mayor derramamiento de sangre.
Sin embargo, en el caso preciso de Nazario Moreno y Joaquín Guzmán, lo que queda de manifiesto es que las versiones populares eran más confiables que las de las autoridades. Con Nazario, era situación conocida que el personaje deambulaba por toda la zona que controlaba y que se desmentía constantemente que había sido victimado. Después del anuncio de la autoridad, “El Chayo” continuó siendo la poderosa cabeza el grupo delincuencial que encabezaba.
Cuando se publicaba información sobre ese hecho, las autoridades negaban la versión, ya que para ellos “El Chayo” se encontraba muerto y lo demás era parte de la leyenda. Sucedía lo mismo con el reo evadido del penal de Puente Grande, ya que nadie creía las versiones que lo situaban en uno u otro lado. Había quienes le daban el sentido de la ubicuidad, ya que, supuestamente, era visto en puntos distantes, casi al mismo tiempo y las historia alrededor de “El Chapo” lo convirtieron en un ser mítico. Varios personajes alzaron la voz para denunciar el poco interés que se ponía en capturar a Guzmán Loera, ya que hasta un alto jerarca de la Iglesia católica precisó que todo mundo sabía dónde se encontraba “El Chapo”, menos a las autoridades competentes.
Las historias sobre Guzmán Loera eran muchas y se hablaba de que se movía entre Durango y Sinaloa, dejándose ver en uno y otro lado, degustando alimentos y bebidas exquisitas y cubriendo las cuentas de los demás parroquianos presentes. Se contaba que la aparición de “El Chapo” en estos lujosos restaurantes motivaba que a los demás comensales se les requisara el teléfono celular y a cambio de ello se les cubría el costo de sus consumos. La versión se convirtió en leyenda y corrió de boca en boca y aunque no ha sido verificada, algo de cierto tiene, ya que la detención del mítico delincuente ocurrió en uno de esos dos estados en que se desplazaba.
Con los hechos ocurridos con Nazario Moreno y Joaquín Guzmán Loera, se confirma que habría que atender las consejas populares que verifican una serie de actos producidos en los lugares en que habitan.
FIN DE SEMANA
¿Será simple coincidencia o habrá mayor atención por parte de la autoridad, para que sea en fin de semana cuando el gobierno federal haya asestado dos de los principales golpes en contra de la delincuencia organizada? Uno, Joaquín Guzmán, cayó en sábado; el otro, Nazario Moreno, en domingo. Habrá que seguir de cerca lo que suceda con la eventual detención de los otros jefes templarios o de los personajes que aparecen como cabezas de los demás grupos delincuenciales.
GANADEROS
Será mañana cuando el secretario de Desarrollo Rural de Coahuila, Noé Garza Flores y el presidente del Comité organizador del Encuentro Nacional de Ganaderos Lecheros y Encuentro Integral Agropecuario, Alberto Valdés, anuncien la celebración del mismo, durante una conferencia de prensa. La reunión tendrá lugar en el salón Mitla del hotel Presidente de la ciudad de México. La conferencia contará además con la participación de Carlos Fernández Gómez, consejero del Tec de Monterrey y miembro del Comité Organizador; Martín López Méndez, director del Tec de Monterrey Campus Laguna, y Pedro Facio Licera, director de Extensión del Tec de Monterrey Campus Laguna.