La gran duda • (II)
Ramón Zurita Sahagún martes 3, Jun 2014De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Segunda parte
Seguimos con la revisión de las actuales administraciones estatales de las entidades que el año próximo renovarán su Poder Ejecutivo.
Mencionábamos en la anterior entrega que Guillermo Padrés fue beneficiario de la tragedia de la guardería ABC, cuando las encuestas no le favorecían.
La tozudez y el mutismo del gobierno de (Robinson) Bours sirvieron como grandes aliados de Acción Nacional, aunque ya en el ejercicio de gobierno, Padrés no ha podido justificar a los electores que lo llevaron al poder.
Fue tan sorprendente el triunfo del panista que los priístas impugnaron la elección con todo y que la diferencia fueron casi veinte mil votos.
El gobierno del panista en Sonora deja mucho qué desear, con los tradicionales problemas de inseguridad que afectan a la mayoría de los estados del norte del país.
Para el gobernador de Sonora los problemas no terminan ahí, ya que el largo enfrentamiento sostenido con parte de la población por la construcción de un acueducto, golpeó fuertemente su administración por el caos producido por el cierre de carreteras y la larga disputa.
La imagen de Guillermo Padrés Elías se encuentra sumamente deteriorada, por lo que los electores deberán definir la elección entre el candidato(a) que promueva el partido gobernante o el o (la) que abandere al Revolucionario Institucional.
Una parte de la izquierda parece definida a favor del diputado federal, Alfonso Durazo, cuya candidatura al gobierno estatal fue anunciada por el propio Andrés Manuel López Obrador, aunque se considera difícil un eventual triunfo, por ser abanderado de MORENA, partido que no puede concretar alianzas por esta ocasión, aunque sí podrían apoyarlo de facto los otros organismos de izquierda.
Querétaro es uno de los estados rescatados por el PRI en la elección pasada, luego de dos administraciones consecutivas del PAN, una de ellas catalogada como buena y la otra pésima.
Ignacio Loyola Vera, dirigente empresarial decidió contender y lo hizo con éxito, derrotando en las urnas al priísta Fernando Ortiz Arana, a quien le pesaron los votos distraídos por los electores a favor de su hermano mayor, José.
Los queretanos disfrutaron de seis años de un gobierno sin grandes complicaciones, lo que redundó en beneficio de Francisco Garrido, el siguiente panista postulado al gobierno del estado.
Sin embargo, Garrido incurrió en una serie de errores de gobierno y personales que aunado a la nominación priísta de José Eduardo Calzada, hijo de un gobernador priísta bien recordado (Antonio Calzada Urquiza), logró devolver la entidad al partido tricolor.
Calzada ha realizado un gobierno acorde con lo esperado, atrayendo inversión al estado, logrando el crecimiento económico, aunque existe algo que no termina de germinar en el ánimo electoral.
Los ciudadanos no se encuentran conformes en que otro priísta los gobierne por seis años más, por lo que habrán de analizar a consciencia cuál de los candidatos que promuevan les convence más.
Como sucede en algunos otros estados del país, la presencia de la izquierda es mínima, por lo que no se considera una opción real para ganar los comicios del año próximo.
Campeche es uno de los dos estados que van al proceso de cambio de gobernador el año próximo que no ha vivido la alternancia.
Su actual gobernador es Fernando Ortega, de procedencia priísta como todos los que le han antecedido en el cargo, quien logró el triunfo por ocho puntos porcentuales sobre el hoy cuestionado panista Mario Ávila, aunque la diferencia en votos fueron menos de 30 mil.
De Fernando Ortega se esperaba más, ya que una figura pública bien vista por los ciudadanos campechanos que ya lo habían llevado a la alcaldía de Campeche, al Congreso del estado y al Senado de la República.
Sin embargo, su gobierno ha sido decepcionante, motivado por la falta de obra e inversión en la entidad y la falta de carácter del gobernante que se muestra apático y con poca personalidad.
Van dos elecciones consecutivas en Campeche en que el PAN se queda en la orilla, oliendo la posibilidad de victoria, por lo que se espera que los comicios sean sumamente disputados.
En Campeche si juega un tercer concursante, ya que la izquierda tiene representatividad y de formar un frente unido, pueden entrar en la disputa por el triunfo electoral.
Como sucede en Sonora, en Campeche el líder moral del nuevo partido que participa en los comicios, Andrés Manuel López Obrador, ya ungió a su candidata al gobierno estatal, en la persona de la senadora Layda Sansores San Román.
La senadora ya fue candidata en otras ocasiones y aunque cuenta con seguidores, también con críticos que tal vez decidirían no apoyar la nominación de la candidata de MORENA, partido que tendría que ir en solitario, por ser su primera participación electoral.
Colima es el sexto estado que concluye con su administración sexenal el año próximo y como Campeche tampoco ha vivido la alternancia entre los gobernantes.
Mario Anguiano es el actual gobernador, considerado simplemente como anodino, enfrascado en problemas internos, con una administración frustrada que no aporta nada para los ciudadanos de la entidad que continúan padeciendo graves problemas de inseguridad y que a pesar de contar con el principal puerto del Pacífico (Manzanillo), los beneficios no se reflejan en un mejor estándar de vida.
Eso sí, el puerto sigue siendo el sitio de salida para mercancías ilegales y abundan los decomisos de todo tipo.
La violencia en el estado es tan grave que un ex gobernador (Silverio Cavazos) y la hermana de otro ex gobernador (Gustavo Montes), entre otros, fueron asesinados en el estado en la presente administración.
Continuará…