Diagnosticar a tiempo el glaucoma evita ceguera irreversible
¬ AAPAUNAM jueves 26, Jun 2014AAPAUNAM INFORMA
Jorge Delfín Sánchez
El glaucoma es una neuropatía óptica adquirida y progresiva, que se caracteriza por un aumento en la excavación de la cabeza del nervio óptico, adelgazamiento del anillo neurorretiniano, alteración en la capa de fibras nerviosas de la retina y pérdida del campo visual. Es la primera causa de ceguera irreversible a nivel mundial. Actualmente se estima que cerca de 70 millones de personas tienen glaucoma, de los cuales el 10% padecen ceguera bilateral.
Estudios efectuados por la doctora Aurora Olea Martínez, médico especialista del Hospital Regional 1º de octubre del ISSSTE, señala que uno de los hechos fundamentales de este padecimiento es que no sólo se trata de una sola enfermedad, sino es un grupo de alteraciones de etiología multifactorial caracterizados por una amplia gama de manifestaciones clínicas e histopatológicas.
La presión intraocular es el principal factor de riesgo de esta enfermedad. Otros factores son los antecedentes heredofamiliares, la raza y la edad. Afirma la mencionada especialista, que el médico tratante siempre debe tener en cuenta en el interrogatorio, el preguntar al paciente, si tiene antecedentes de familiares con glaucoma. A mayor edad, aumenta el riesgo. Las personas de 40 años o mayores, deben de someterse anualmente a una revisión por el oftalmólogo en la que como parte de la evaluación, deberá tomar la presión intraocular y examinarse cuidadosamente el nervio óptico. Existen varios tipos de glaucoma, de ángulo abierto, ángulo cerrado, secundario, congénito y otros.
Su evolución es lenta, los síntomas pueden pasar inadvertidos y de ahí existe el principal peligro, entre otros síntomas ocasiona la reducción del campo visual y de la visión nocturna, dolor de cabeza, visión borrosa, halos de colores alrededor de los focos, visión amarillenta.
Es común que los pacientes no se quejen de la alteración en el campo visual, hasta que notan que parte de una página no la ven y que chocan con las cosas que se encuentran a su lado.
Afirma la doctora oftalmóloga, que en etapas avanzadas de esta enfermedad, el campo visual es “una isla de visión en un mar de ceguera”. Cuando el daño al nervio óptico es marcado, la visión en túnel es característica.
Mediante exámenes oculares periódicos, detección temprana y el tratamiento adecuado, se puede prevenir la pérdida visual, es decir, la pérdida de células ganglionares de la retina.
En el glaucoma los cambios visuales son graduales, inicialmente se afecta la visión periférica, por lo que uno puede no darse cuenta que lo padece. Con el tiempo también la pérdida visual afecta la visión central en forma progresiva. Para cuando uno es consciente de que ha perdido vista, las células responsables de enviar los mensajes al cerebro, irreversiblemente han desaparecido.
En la actualidad se emplean diversos tratamientos para combatir el glaucoma, el principal es reducir la presión ocular, ésta enfermedad no se cura, pero sí se detiene. Es muy importante el diagnóstico precoz y poder detectarlo en los primeros estadios, con la finalidad de evitar la ceguera.
El tratamiento es con láser o quirúrgico y la utilización de nuevos fármacos está produciendo una gran mejoría en los pacientes; el objetivo del tratamiento médico, con láser o quirúrgico, es prevenir las alteraciones glaucomatosas del nervio óptico y del campo visual estabilizándolo. El glaucoma no se puede prevenir, la mayoría de las personas no tienen síntomas, lo que sí se puede lograr es evitar la pérdida de la visión, realizando un examen ocular completo a partir de los 40 años de edad, por ello es necesario que se difunda en la sociedad, la necesidad de acudir al médico oftalmólogo, por lo menos una vez al año.
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