Estupidez requiere castigo
¬ Alejo Sánchez Cano lunes 10, Nov 2014Como veo, doy
Alejo Sánchez Cano
No hay duda, lo que ocurrió en Iguala, Guerrero, no tiene otro calificativo más que el de estupidez. Porque mire que mandar detener a un grupo de muchachos por la sola idea de que no se empañara el informe festivo de la primera dama de Iguala, pues sí que es una verdadera estupidez.
El calificativo también sirve para dibujar a quien siendo jefe de la policía en la localidad, no sólo estúpidamente cumplió la orden de su superior, el ahora ex alcalde José Luis Abarca, quien bajo la clave de “A-5” instruyó detener a como diera lugar a los manifestantes. El asunto no quedó ahí, el coludido jefe de policía con el crimen organizado cometió una estupidez mayor, entregó como trofeo de caza a los jóvenes y los sentenció a su suerte con un grupo de criminales conocidos como “Guerreros Unidos”. El resto de la historia ya la conocemos o al menos poco a poco se empieza a conocer.
Pero a que viene todo esto, pues porque a nombre de esas estupideces hay quienes no han aprendido del error u horror, y a nombre de dolor de muchas familias, a nombre de todo un país dolido por la tragedia, a nombre de todos ellos aprovechan el momento para llevar agua a su molino con fines que no pueden ser calificados, más que con los términos de estúpida politiquería barata.
Por supuesto, las estupideces cometidas en Iguala contra los normalistas de Ayotzinapa deben ser castigados con todo el peso de la ley, con penas severas para que nunca se vuelvan a cometer contra nadie y en ninguna parte del país, por supuesto que eso es lo que queremos contra los delincuentes, pero en este mar de pasiones tampoco queremos que con acciones y declaraciones estúpidas surjan voces y gritos en supuesta defensa de todo y a la vez de nada.
Ya basta de que a nombre de los dolientes de los 43 jóvenes desaparecidos los mercaderes del dolor hagan de las suyas, ya basta de que las solidarias manifestaciones que simpatizan con el movimiento de Ayotzinapa sean infiltradas por grupos, que lo único que buscan es desestabilizar el país con fines aviesos y que en política sólo hacen presencia en tiempos electorales.
Ya basta, queremos justicia para las familias de los jóvenes desaparecidos en Iguala, sí, pero no queremos que este movimiento sea utilizado por los facinerosos de siempre, por aquellos grupos que sólo utilizan a la población y mediante acciones violentas nos venden la idea que los únicos que pueden salvar a la patria son ellos y en tanto empujan esas reaccionarias propuestas en paralelo siguen empujando la escalada de violencia, tal como apenas el pasado sábado un grupúsculo de pelafustanes intentaron quemar el histórico portón de la entrada principal de Palacio Nacional. Eso también es una estupidez. Ya basta, queremos que la estupidez cometida en Iguala se aplique la justicia hasta sus últimas consecuencias y caiga quien caiga, pero sí de estupideces hablamos, que también se castigue a quien perversamente promueva la violencia desde algún partido político para confundir a la gente y bajo esa premisa conseguir el poder para ellos sin pasar por las urnas. Y que conste que la violencia en cualquiera de sus manifestaciones debe ser calificada como una estupidez.
PASO SIN VER.- Ya que hemos mencionado que en situaciones críticas muchas veces surgen los mercaderes del dolor, pues el ejemplo más claro lo podemos ver en la actitud beligerante del personaje conocido como “El Peje”, quien un día sí y otro también se lava las manos diciendo que él no conoció al ahora preso ex alcalde de iguala, José Luis Abarca. Lo dice, cuando todo mundo sabe que él impulsó la candidatura de dicho personaje, como también tenía conocimiento de las fechorías que en su momento cometió su ex secretario particular, René Bejarano. Lo mismo de siempre, el señor López desconoce situaciones que no le convienen.
Bueno pues ese señor, conocido por las siglas de AMLO, es el mismo que hoy grita y propone la renuncia del primer mandatario; ilusamente piensa en la silla presidencial de golpe y porrazo, porque en las urnas ha sido rechazado una y otra vez. Jajaja, lo de salvador de la patria no le queda, por más violencia que promueva en complicidad con sus huestes anarquistas.
VA MI RESTO.- Otro intento de mesías o salvador de las causas nobles, aunque a pequeña escala, es quien entre sus seguidores, que son poquitos por cierto, se hace llamar “Pepe”. Nos referimos a José Alcaraz García, personaje de oscura carrera en la administración pública, pero que una y otra vez ha estado en la nota de los medios de comunicación encabezando marchas para defender causas sociales, que de alguna manera siempre aterrizan en la “causa suya”. Antes se le vio marchando defendiendo su registro como candidato al gobierno de Michoacán bajo las siglas del PT, quería ser gobernador. También se le recuerda en huelga de hambre por la unidad y la reconciliación y luego en una caminata desde Quintana Roo hasta el DF por la unidad del PRD, buscaba el reconocimiento de un partido para encauzar sus intereses particulares.
Hoy quiere ser candidato de algo en la delegación Tlalpan y busca una bandera política y un partido que lo cobije. Ya encontró la causa, ya la hizo suya, encabezó una marcha desde Iguala al Zócalo capitalino, la denomina “43×43. Ni un desaparecido más”, dice que su marcha representa a 43 organizaciones civiles y dice que entregarán una propuesta ciudadana al gobierno, como parte del reclamo nacional de una mayor seguridad. Puede decir misa, pero con su acción confirma la existencia de mercenarios del dolor, y hasta ahí nuestro comentario porque, como veo, doy.