“Revolución” pone en la mira las vicisitudes que enfrenta una pareja gay

• La puesta en escena se ha montado en más de 40 países, y hoy después de 15 años se vuelve a presentar en México

Arturo Arellano

Los actores Ángel Cerlo y Javier Olivan, protagonistas de “Revolución”, visitaron la redacción de DIARIO IMAGEN.

“Revolución” es una puesta en escena de Isaac Chocrón, polémica pero exitosa, se ha presentado en más de 40 países, y hoy después de 15 años se vuelve a montar en México a cargo de Sebastián Sánchez Amunategui en codirección con Ángel Cerlo; el diseño de vestuario y maquillaje lo realiza Pilar Boliver, quien también participa como asesora escénica en el proyecto; mientras que la asistencia general es de Penélope Sanen. Esta primer temporada se llevará a cabo en el Foro Traspatio Escénico a partir del 12 de noviembre.

Para ofrecer los detalles al respecto Ángel Cerlo y Javier Olivan, protagonistas de la historia, visitaron la redacción de DIARIO IMAGEN y en entrevista celebraron el hecho de que el tema de las relaciones homosexuales cada vez tiene menos estigmas en la sociedad. “Está es la historia de un travesti, y su relación de pareja, amor, pasión, odio, todo lo que se puede llegar a involucrar en cualquier relación de pareja. Eso es importante de decir, porque el público se encontrará con un par de números travesti, como el cuadro de Alaska que es con el que abrimos, pero también se cuenta está relación tan destructiva como pasional, que le puede pasar a cualquiera seas gay o heterosexual”, dijo Ángel.

Reconocieron que como actores hay cierto jugueteo con la locura en cada trabajo, “Evidentemente hay un trabajo con la locura, desde el hecho de meterte en un personaje y vivir, contar una historia que no tiene nada que ver contigo, pero también es un trabajo de oficio, de educación” dijo Ángel y siendo su primer papel como travesti apuntó “antes había hecho un papel homosexual en una obra que se llamó ‘Los ojos del hombre’, pero nunca como travesti, hasta ahora y lo que trato de hacer con ‘Gaby’, mi personaje, es traerlo a una contextualización actual, porque esta obra se ha puesto por todo el mundo en muchos países desde hace más de tres décadas, ya pasaron 45 años desde que se escribió y las cosas cambian, ahora el tema de la homosexualidad afortunadamente ya no está estigmatizado”.

Javier agregó “el autor no aborda este tema como algo tabú, más bien es el asunto de la codependencia, la destrucción moral a tu pareja, todo lo que puede haber en cualquier relación negativa de cualquier ser humano, le interesaba hablar de la compraventa en las relaciones de pareja, la falta de compromiso y aquello que puede convertir a tu pareja en un ser monstruoso. Quiero destacar que ambos construimos personajes cotidianos en este entorno, evitando caer en el cliché, buscamos una autenticidad, profundidad y una intensidad que lo trasciendan y no ser sólo eso, un cliché”

Todo se llevará a cabo en las inmediaciones del teatro donde se ambientará al estilo del cabaret “esto dará la impresión a la gente de que está para ver un espectáculo, pero al mismo tiempo está viendo una historia, y con mucho humor porque estamos hablando de una tragicomedia. También se nos permite el intacto directo con la gente, ese contacto visual y la apertura para poder romper la cuarta pared, logrando que de repente la gente ya es parte de todo este entorno, del escenario y hasta de la historia”.

Siendo el teatro un generador de emociones y espejo de las sociedades dijeron “el teatro evoluciona, yo recuerdo que en los años setentas se ocupaba como panfletario, había una bronca social y se llevaba al escenario para decir lo que se pensaba, eso está bien, se vale, pero ahora hay teatro de todo tipo, y me recuerda una frase de cuando yo estudiaba que decía, el teatro debe divertir educando y educar divirtiendo, yo creo que educar suena ambicioso pero por lo menos hacer reflexionar sí podemos”.