Pero qué necesidad
Ramón Zurita Sahagún lunes 25, Ene 2016De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Hasta hace una semana, Sinaloa se apreciaba como el estado (de los tres perdidos por el PRI hace seis años) en el que el partido tricolor podría recuperar la administración estatal de la manera más sencilla.
El gobierno de Mario López Valdez ha sido nefasto, después que una alianza PAN-PRD lo respaldó a su salida del PRI y él simplemente se mantuvo al margen de los compromisos con estos partidos.
“Malova”, como es conocido el sinaloense, decidió cortarse los cordones umbilicales que le permitieron la victoria en las urnas y acercarse al gobierno federal, al triunfo de Enrique Peña Nieto.
De mucho le sirvieron los contactos mantenidos con el priísmo en sus tiempos de militante, especialmente con Francisco Labastida Ochoa y Manlio Fabio Beltrones, con quienes compartió escaño en las legislaturas LX y LXI.
Pero si “Malova” refrendó esos lazos, con la ciudadanía no lo hizo, por lo que tampoco tuvo el empaque suficiente para empujar en favor de su “delfín”, Gerardo Vargas Landero, secretario de Gobierno, cuya figura se le desinfló en las semanas recientes.
Vargas Landero aparecía como puntero en la mayor parte de las encuestas, las que fueron consideradas como infladas o a modo, por lo que no tenían la seriedad requerida.
Tampoco las continuas menciones del ex diputado Heriberto Galindo y del diputado federal David López, los que quisieron ser incluidos entre los finalistas de la competencia por la nominación partidista.
Eso sí, existían otros nombres con mayor peso político como el senador Aarón Irízar, el ex secretario de Finanzas Óscar Lara Aréchiga o la dirigente del sector femenil del PRI y senadora Diva Hadamira Gastélum.
Sin embargo, los altos mandos del priísmo decidieron empujar la nominación de Quirino Ordaz Coppel, un oscuro diputado federal metido con calzador al final de la contienda, pero avalado por aquellos que sabían que sus posibilidades eran mínimas.
En realidad el candidato de Sinaloa debía ser Jesús Vizcarra Calderón, pero a su nominación se opusieron dos factores de importancia en el estado. Por un lado el gobernador Mario López Valdez y por el otro el ex gobernador Juan S. Millán Lizárraga.
Ambos trabajaron en conjunto con Francisco Labastida Ochoa para amarrar el triunfo de “Malova” hace seis años y aunque el ex candidato presidencial no se oponía a la nominación de Vizcarra, el llamado “Chuy” prefirió abandonar la contienda, descartándose con anticipación.
En Sinaloa, Labastida prefirió adherirse al grupo que proponía la candidatura de Quirino Ordaz y con ello formar parte, nuevamente, del grupo impulsor de un candidato con posibilidades de triunfo.
Pero esas posibilidades de triunfo que le dan sus “padrinos” no la ven los ciudadanos de Sinaloa, ni siquiera los priístas que se muestran inconformes con el manipuleo de la candidatura.
Los priístas de Sinaloa creen que todo una artimaña, ya que registraron como aspirantes a una serie de personajes sin posibilidad alguna de obtener la candidatura.
Personajes como Alfredo Villegas, quien ha desarrollado su carrera en el Distrito Federal, el senador Daniel Amador Gaxiola, Sergio Torres Félix y el propio David López que incursiona por vez primera en política, no tenían posibilidad alguna de competir.
Sin embargo, varios de ellos contaminaron la escena política para el priísmo y ahora con una candidatura débil como es la de Quirino Ordaz corren el riesgo de perder nuevamente la administración estatal.
Hace seis años, los resultados electorales que favorecieron a Mario López Valdez sobre Jesús Vizcarra Calderón fueron del 51 por ciento para el primero contra el 46 por ciento del segundo, en razón de los 576 mil votos para la alianza PAN-PRD-Convergencia contra los 515 mil que votaron por la otra alianza integrada por PRI-PANAL-PVEM.
En el reparto de ayuntamientos quedaron a la par 9 para la coalición ganadora y 9 más para la perdedora.
Hasta ahí quedaron los resultados del 2010, recuperando el PRI su dominio en los siguientes comicios, tanto locales como federales, con lo que quedó la mesa puesta para que los priístas ganaran el gobierno estatal, cuya elección será el 5 de junio.
Pero todo lo dispuesto parece ser que tendrá un nuevo escenario, por la candidatura de Quirino, ya que se prepara nuevamente la posibilidad de los partidos opositores al PRI ir con un candidato común, el que podría ser el diputado federal independiente Manuel Clouthier.
El enojo de los priístas y del gobernador del estado es tal que apostarían por una figura así o hasta por empujar al secretario de Gobierno, Gerardo Vargas Landero, para que participe bajo esa figura de independiente o sea apoyado por varios partidos pequeños.
En caso de que Manuel Clouthier no quisiera se encuentra su cuñado, Heriberto Félix Guerra con esa posibilidad, ya que compitió hace 12 años y quedó muy cercano de obtener el triunfo.
Félix Guerra quien después fue secretario de Desarrollo Social del gobierno federal se ubicó a un punto porcentual del priísta Jesús Aguilar Padilla en los comicios de 2004, en que el segundo tuvo 427 mil sufragios por 416 mil del primero.
REGISTRO
Después de solicitar licencia como senador, Héctor Yunes Landa se registrará hoy como aspirante único del PRI al gobierno de Veracruz.
Finalmente el diputado federal Jorge Carvallo Delfín decidió no registrarse como aspirante, ni tampoco ninguno de los otros militantes de ese partido que mostraron interés en ello.
Los diputados federales Alberto Silva y Eric Lagos se mantendrán en sus cargos de legisladores y el primero en su doble función como presidente estatal del PRI.