Cuba, la apertura que apenas comienza
José Antonio López Sosa lunes 22, Feb 2016Detrás del Poder
José Antonio López Sosa
La Habana, Cuba.- Esta ciudad, una de las más hermosas del continente americano, guarda ese sabor a viejo, tal como su sistema político que sigue siendo admirado por radicales en diversas partes del mundo. Ese sabor añejo, combinado con la lenta pero constante apertura que desde el gobierno de Raúl Castro se ha gestado, hace aún más interesante el recorrer sus calles, su malecón y sobre todo, la nueva situación comunista-capitalista que está naciendo.
Si bien desde la década pasada, se fueron viendo cambios paulatinos a diferencia del período especial de los noventa o, del tiempo en que la Unión Soviética estaba económicamente detrás de Cuba, en los últimos años este cambio ha tomado velocidad, prueba de ello es que, además de ya tener una embajada de los Estados Unidos, el mes próximo el presidente Barack Obama estará haciendo una visita de Estado a la isla.
El ciudadano de a pie en Cuba no ve reflejados esos cambios en su vida diaria, como suele ocurrir en nuestros países latinoamericanos, los cambios son en el discurso, comienzan por beneficiar a las cúpulas y al final, el pueblo, aquel que se convence desde las palabras, es el último en verlo.
Cuba tiene muchas áreas de oportunidad, el turismo es una sin lugar a dudas. Me resultó curioso que la misma desatención que tienen las autoridades del sector en México (la Secretaría de Turismo y el Consejo de Promoción Turística de México), la tiene la Compañía de Turismo de Puerto Rico, lo pude comprobar la semana pasada estando de cobertura en la ciudad de San Juan. En síntesis no creen que Cuba será un competidor fuerte en el corto plazo, pero sí será, infraestructura ya tienen, solo les falta esa apertura que se está gestando e inversionistas interesados, que con este cambio los hay por decenas.
Lo interesante en Cuba es distinguir como un Estado paternalista, pretende abrir el mercado adelgazando el gasto social al mínimo, cuando por décadas fue norma de vida el garantizar prácticamente todo (lo básico en alimentos, salud y educación, pero al final garantizado) a sus ciudadanos. La primera vez que visité Cuba en el año 2003 me convencí que vive mejor un pobre en Cuba que un pobre en México, aún con las miopías que también no dejan ver más allá a los anticastristas radicales. Hoy es difícil saber si esta realidad cambió para los pobres o, empeoró (porque es claro que no ha mejorado).
La apertura de Cuba es un fenómeno digno de seguirse y estudiarse a fondo, no estamos ya para juicios de quién es el bueno y quién es el malo, en esta relación Estados Unidos–Cuba (principal motivo del aislamiento cubano a través del embargo comercial), en ambos lados se cometieron excesos, lo mismo las múltiples intenciones a través de la CIA para eliminar a Fidel Castro como las restricciones que el régimen cubano tuvo por décadas sobre sus ciudadanos. Todos actuaron mal.
La principal pregunta es, ¿cómo recomponer en Cuba la situación económica para que no se convierta en la Rusia del siglo XXI?, donde en Moscú tenían mejor calidad de vida con el régimen totalitario soviético que con el régimen de corrupción de Putin. Esa es la respuesta que muchos esperamos ver.
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