Los partidos morralla decidirán al ganador en julio próximo
Roberto Vizcaíno jueves 1, Feb 2018Tras la puerta del poder
Roberto Vizcaíno
Por supuesto que el PRI de Enrique Peña Nieto y que dirige Enrique Ochoa Reza hará lo que sea necesario para que el Partido Verde que comandan hoy el senador Carlos Puente y el diputado Jesús Sesma bajo la sombra del senador con licencia Jorge Emilio González Martínez no sufra ni la fractura ni la diáspora.
De ahí que todos ellos operen hoy para encontrar la mejor solución tanto para sus intereses, como para su alianza nacional, en Chiapas.
Y si eso significa que se tenga que sacrificar al senador Roberto Albores hijo, pues eso va a ocurrir.
Para todos ellos, lo importante está por venir, y son los resultados que logren en el proceso electoral del 1 de julio no sólo en cuando a la Presidencia de la República, sino en la integración del Senado y la Cámara de Diputados, y en las 9 gubernaturas y los cientos de alcaldías y diputaciones locales.
Van por todo, y para ello sólo han hecho alianza en lo que corresponde a la Presidencia y sólo en 17 estados para todo lo demás.
Con esta ingeniería de juego electoral abierto, en el cual el Verde va solo, para competir en 15 estados contra el PRI y el resto de los partidos por alcaldías y diputaciones, el partido del tucán espera impulsar (dice el diputado Sesma, precandidato al Senado), un porcentaje entre 7% y 10% de la votación total.
Es ahí, en ese porcentaje, donde el PRI y el Verde esperan rebasar a Andrés Manuel López Obrador y su tándem de partidos PT y PES, así como a Ricardo Anaya con el conglomerado PAN, PRD y MC.
Por supuesto que el PRI y el Verde cuentan con que el Panal de Luis Castro Obregón y el SNTE, haga su tarea y al menos logre obtener el 3% de la presidencial anterior para así sumar el 40% de la votación que Enrique Ochoa Reza pregona en medio de la sonrisa de los opositores y malquerientes antipriístas que hay en el país.
Las sumas y restas de todos –y cuando digo todos es todos: AMLO, Anaya y Peña Nieto/Meade/Ortiz Reza/Nuño–, juegan con las mismas cifras y porcentajes.
El juego es simple, apunta Ricardo Monreal en su artículo: ¿Se Puede Ganar Sin Alianzas?”, del 13 de junio de 2017 en Milenio, en cuyo último párrafo apunta:
“En un escenario balcanizado como se vislumbra el 2018 (con cuatro o cinco frentes disputando la Presidencia), el próximo presidente podrá serlo con 20 millones de votos. En 2006, AMLO obtuvo 14.8 millones de votos y en 2012, 15.9. Estaría a solo 4 millones de la meta. Para obtenerlos hay dos caminos: buscando socios o desarrollando estructura territorial propia…”
Hace un par de semanas, más directa, Yeidckol Polevnsky (encargada de la presidencia de Morena), dijo que López Obrador va por 17.5 millones de votos “para no andar con el Jesús en la boca”.
Por ello AMLO anda recogiendo todo lo que encuentra en el tiradero político nacional, y por eso su alianza con el PES cuyo conglomerado cristiano le puede dar quizá 3 por ciento de la votación.
Frente a estas predicciones lopezobradoristas Aurelio Nuño, coordinador de la campaña del candidato ciudadano del PRI, Verde y Panal José Antonio Meade salió de inmediato a señalar que ellos esperan obtener más de 20 millones de votos.
No pocos sonrieron e incluso calificaron de ingenuo a Nuño.
Pero no, no hay ingenuidad. Enrique Peña Nieto sacó en 2012, 19 millones 226 mil 784 votos, el 39.21% de la votación total que fue de 50 millones 323 mil 153 sufragios.
Por eso Ochoa Reza dice cada vez que puede que van por el 40% de los votos.
Igual que Monreal y Yeidckol, parten de los votos de 2012.
Si, ya sé. Van a decir que las cosas han cambiado para el PRI y Peña Nieto. Yo diría que han cambiado para todos.
Lo cierto es que Peña, Meade, Ochoa Reza y Nuño cuentan con que su estructura tricolor funcione no sólo con su voto duro, sino a través de las herramientas y estrategias digitales que han puesto en marcha, y que el Verde y el Panal aporten sus porcentajes.
Si eso les funciona, Meade bien puede ser el próximo Presidente de México.
Si no opera, pues llegará AMLO, con los porcentajes que le aporten sus aliados PT, PES y los personajes que se le han sumado.
¿Y que con Anaya que anda muy sácalepunta?
Pues Anaya en realidad anda con una base muy dividida. El PAN está quebrado, de los 12 gobernadores panistas quizá la mitad no van con su proyecto porque han hecho acuerdos con Meade vía Ernesto Cordero y los otros senadores rebeldes, y porque además el PRD está peor de disminuido y confrontado que el blanquiazul.
En los hechos su frente PAN, PRD, MC no ha cuajado en los estados y ha provocado más enojos que alegrías.
La experiencia nos dice que las elecciones no se ganan con declaraciones tronantes sino con votos.
En fin, que desde esta perspectiva la pelea real está entre AMLO y Meade y especialmente entre sus aliados morralla: el PVEM, Panal, PT y PES.
Son estos últimos quienes van a decidir la elección Presidencial y el resto de los cargos.
El Congreso, un frente electoral
Desde anteayer el Senado y la Cámara de Diputados se convirtieron en los foros centrales de la contienda electoral.
El pretexto fueron las reuniones parlamentarias de los grupos legislativos donde se aparecieron los líderes y algunos candidatos de los partidos.
El que fue a las parlamentarias de los senadores y de los diputados fue Ricardo Anaya quien llegó acompañado por su socia Alejandra Barrales.
En la de senadores Anaya y Barrales estuvieron acompañados por Dante Delgado, Santiago Creel, Jesús Ortega, Jesús Zambrano y los coordinadores parlamentarios de las tres fuerzas PAN, PRD y MC.
Obviamente no acudieron Ernesto Cordero ni sus senadores rebeldes, ni otros como Luisa María Calderón.
Ayer, a la de diputados, Anaya y Barrales llegaron acompañados por los coordinadores parlamentarios y 4 gobernadores: Arturo Núñez, de Tabasco; Miguel Ángel Yunes, de Veracruz; Graco Ramírez, de Morelos y Antonio Echevarría, de Nayarit.
Por supuesto que la plenaria de diputados de los tres partidos mereció discurso largo y muy ácido de Anaya contra su contrincante principal: el presidente Enrique Peña Nieto, y luego una dura y combativa conferencia de prensa.
Pero la verdad es que muchos se preguntaron por qué Anaya no llegó con sus 12 gobernadores. Al encuentro legislativo no acudieron los gobernadores panistas de Aguascalientes, Martín Orozco; de Baja California, Francisco Arturo “Kiko” Vega de Lamadrid; de BC sur, Carlos Mendoza Davis: de Chihuahua, Javier Corral; de Durango, José Rosas Aispuro; de Guanajuato, Miguel Márquez Márquez; de Querétaro, Francisco Domínguez; de Quintana Roo, Carlos Joaquín; de Tamaulipas, Francisco García Cabeza de Vaca y el de Puebla, Antonio Gali.
Ayer también estuvo en San Lázaro el presidente del PRI, Enrique Ochoa Reza, quien descalificó a Anaya y a quien pidió responder claramente sobre el origen de su fortuna.
Ochoa Reza indicó que su candidato José Antonio Meade no se ha caído en las preferencias ciudadanas, sino que las encuestas advierten que es el único que crece y se refirió al sondeo dado a conocer por el diario 24horas donde se pone a AMLO con 25%, a Meade con 22% y a Anaya con 20%
De igual forma dijo que el Banco Santander hizo un sondeo entre ejecutivos de empresa en el que se encontró que 65% de CEOs creen y quieren que gane Meade, mientras el 15 % cree que triunfará López Obrador.
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