Consultas a la ignorancia
Alberto Vieyra G. miércoles 10, Oct 2018De pe a pa
Alberto Vieyra G.
Los antiguos griegos practicaban 24 clases de democracia, entre ellas “la democracia plena”, que era la más antigua y la más estúpida y se realizaba preguntando a la gente en plazas públicas y en escenarios parecidos a los palenques sobre tales o cuales acciones debería llevar a cabo ese día el gobierno.
En una de esas consultas “democráticas”, el vulgo griego determinó que el gobierno le declarase la guerra a Esparta, que era una nación vecina y amiga de Grecia a la que le fue como en feria porque esa guerra cambió todo, pero por desgracia para mal de los griegos.
¿Qué nos dice ese formidable e histórico ejemplo?
Pues que no siempre las mayorías tienen la razón.
¿Por qué hago historia?
Mire usted, disfrazada de demagogia populista y “democrática” el electo gobierno de Andrés Manuel López Obrador busca emular a los griegos preguntando a los mexicanos qué acciones de gobierno debe llevar a cabo.
¿Pues qué el peje no fue electo por 6 años como presidente de México?…
Pasársela preguntando a la gente qué tiene que hacer el nuevo gobierno y cómo lo debe hacer y cuándo y a qué hora lo debe hacer, me parece que es hacerle al tío Lolo
¡Vaya inaudita manera de perder el tiempo!
Eso se llama someter a los mexicanos a un desgaste emocional innecesario y absurdo. Bien dice el sabio refrán “el tiempo perdido lo lloran hasta los santos”.
El caso es que para éste mes AMLO pretende llevar a cabo “dos consultas democráticas o de la ignorancia al más puro estilo griego”.
Primero preguntará a los mexicanos en mil puntos del país si le dan luz verde para que continué la construcción del Nuevo Aeropuerto de México en Texcoco o se construye uno nuevo en el militar de Santa Lucía.
Con todo el respecto que me merecen mis compatriotas, no es una decisión que debemos tomar los ciudadanos de a pie, pues se trata de un difícil entuerto que deben resolver los técnicos, ingenieros arquitectos y científicos, los empresarios adinerados a los que favorecerá AMLO en su sexenio y, por último, se trata de una decisión política.
¿O acaso AMLO pretende hacer lo mismo que hacían los griegos con su absurda democracia plena? No mire usted, los ciudadanos de a pie no sabemos nada de esas cosas de aviones ni de espacios aéreos, ni de distancias entre uno y otro aeropuerto, ni de presupuestos, mucho menos de beneficios o prejuicios, ni qué materiales se requieren, menos sabemos de asuntos topográficos, en qué tiempo será construido y quiénes serán los ganones o los fregados con la obra.
Nada de eso sabemos usted y yo. Le aseguro que, si a mí me preguntan, yo no responderé ni pio porque no sé ni papa de esas cosas. Así que me perdone el señor AMLO, pero eso será una consulta de la ignorancia.
Por lo pronto AMLO ya adelanta que el dios todo poderoso, el señor Carlos Slim, está dispuesto a poner toda la lana para que el gobierno no gaste un solo centavo en el Aeropuerto de Texcoco, así que esa terminal aérea no será de los mexicanos sino para el señor Slim, y desde ahora ya se ve para quién gobierna el Mesías de Macuspana.
Y otra consulta de la ignorancia será la relativa al nombrecito absurdo que Donald Trump le puso al Tratado de Libre Comercio entre México, Estados Unidos y Canadá.
Para la bestia Trumpiana debe llamarse UMSCA, pero el nombrecito mamila no les gusta ni a los gringos, menos a los canadienses y menos mucho menos a los mexicanos, ni a los del gobierno de la cuarta transformación de México, y para lo cual AMLO también perderá el tiempo preguntándole a la gente mediante Twitter cómo debe llamarse el TLC. Ájame el recanijo favor, que le pongan como le pongan, que se llame TLC o Tratado de Libre Comercio de América del Norte, UMSCA o como le quieran llamar, a usted y a mí ni nos va ni nos viene.
Porque los favorecidos no somos los mexicanos de a pie, sino los poderosos empresarios mexicanos y las multinacionales extranjeras afincadas en territorio azteca.
¡Vaya ignorancia que regirá en el engañifas gobierno de la cuarta transformación de México!